Por: Luisa Fernanda Castañeda Ruda -Facultad de Ciencias Económicas -

En el libro los investigadores hacen un análisis riguroso de cuanto sería el impuesto ambiental que los sectores lácteos, porcícola y agrícola en Colombia, tendrían que pagar por la contaminación del recurso hídrico en la cuenca del rio Grande.

Los expertos en microeconomía David Tobón Orozco, Carlos Molina Guerra y Carlos Andrés Vasco Correa, en su más reciente libro titulado: “Riesgo de desabastecimiento en la provisión de agua potable en grandes ciudades y políticas económicas ambientales híbridas”, construyeron un modelo de equilibrio general, con el cual analizan cómo las dinámicas agroindustriales que convergen alrededor de la cuenca del río Grande en Antioquia, influyen en la provisión de agua potable que se tiene para la ciudad de Medellín y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá (AMVA). Así mismo, comparan la efectividad de las políticas económicas ambientales híbridas colombianas, con los impuestos pigouvianos (definidos por la teoría económica), los cuales buscan que quién contamine el agua, deberá ser quien pague por los daños causados a los demás y al ambiente.

La cuenca del río Grande, que abarca los Municipios de San Pedro, Entrerríos, Don Matías, Belmira y Santa Rosa de osos, es una zona con características particulares: es rica en recursos naturales, específicamente hídricos y es la zona donde se capta el agua para proveer el 45% del agua requerida en los acueductos de Medellín y el AMVA. Así mismo, los pobladores de dicha zona tienen una fuerte vocación agropecuaria y minera; de hecho, “el 19% de la leche que se produce en Colombia por parte de Colanta proviene de esta cuenca”, así lo expresó David Tobón. 

De acuerdo con Carlos Vasco, el recurrente uso de contaminantes en las dinámicas productivas del sector, además del cambio climático, generan un riesgo de desabastecimiento en la calidad y cantidad de agua que llega a Medellín y el Área Metropolitana.

Los autores en su investigación construyeron un modelo de equilibrio general el cual les permitió involucrar los distintos sectores económicos de la cuenca y observar su interacción. De allí, se derivó el cálculo de cuánto es el daño que se está generando en el agua y cuánto deberá ser el monto a pagar de quienes lo  generen. Esta aproximación se dio gracias a que se tuvieron en cuenta las características propias de los impuestos pigouvianos , y el análisis de la política ambiental hídrica que opera en Colombia, la cual se puede considerar como un híbrido entre tasas retributivas y normas de vertimiento (llamadas normas de comando y control). 

Externalidad negativa, es un término en economía que se usa para referirse a todo efecto indirecto que se genera en una actividad económica de unos agentes sobre otros. Por así ejemplificarlo, el sector lechero por obvias razones tiene a su propiedad vacas, ellas en su proceso de digestión generan gases metano, los cuales son veintiún veces más contaminante que el carbón; entonces, dicho efecto negativo en el medio ambiente se le denomina externalidad negativa.

Por  otra parte, Tobón puntualiza qué: “El papel de  la regulación económica ambiental hídrica  colombiana es deficiente, debido a que las instituciones encargadas de aplicar la regulación ambiental no tienen las capacidades operativas y económicas para hacer cumplir su tarea”. 

Dado lo anterior, un aspecto importante que los profesores destacan en su libro es: “Cuando simulamos una situación con externalidades sin ningún tipo de control sobre la polución sobre las fuentes hídricas, las rentas generadas en la cuenca por los distintos sectores (Los productores agrícolas, de lácteos  y agua potable), pueden caer  hasta un  35% en promedio respecto  a un mundo sin externalidades”, página 116. 

Este análisis integral que hoy se ve reflejado en un libro, se realizó con el propósito de hacer un llamado de atención a las autoridades ambientales, instituciones relacionadas al recurso hídrico, sectores agropecuarios e instituciones reguladoras, que existe un riesgo de desabastecimiento en la provisión de agua potable. Así mismo, Vasco reconoce que el modelo puede replicarse en cualquier otra cuenca que surta recursos hídricos a grandes ciudades y que otro de los objetivos trazados fue crear agenda de investigación.

A medida que se avanza en las páginas del texto, los lectores podrán observar que allí también se simulan los costos de potabilización del agua, mediante tecnologías convencionales, que no son las más convenientes pero son las que se aplican para potabilizar el agua por parte de EPM; la relación entre los costos de potabilización y las tarifas de agua potable en Medellín; las incidencias del impuesto pigouviano; las consecuencias de un aumento en la tarifa del agua y el uso de los llamados pagos por servicios ambientales, entre otros.

Este libro es resultado de investigación  del proyecto “Efectos económicos y ambientales de los usos del suelo: bases  para una política ambiental  de incentivos  agroindustriales”, el cual hace parte  del  Programa de Investigación Unión Temporal de Gestión del Riesgo Ambiental (UT-GRA), en el que  el grupo de Microeconomía Aplicada de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Antioquia participó. La publicación ya se encuentra disponible  online,  para acceder a ella dar clic aquí