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En una cafetería, contigua a la transitada carretera de Bolombolo, entre bebidas y demás productos  para ‘mecatear’, se destaca el diploma de Liany Muñoz Álvarez, una egresada del programa de Filología Hispánica de la Universidad de Antioquia.

Es doña Ana, su mamá, quien exhibe con orgullo el certificado en el negocio que generó los recursos que hicieron posible el que su hija pudiera estudiar. –“Mis padres siempre me apoyaron, pese a que ninguno tenía muy claro de que se trataba la carrera y a que los amigos y familiares les decían que, con eso, estaba perdiendo el tiempo y seguramente me iba a morir de hambre”, dice Liany entre risas y algo de asombro, quien siempre ha tenido claro que quería ser profesora, rol que desempeña desde su graduación, en el 2011, hasta la fecha, en la Facultad de Comunicaciones y Filología de la UdeA, donde se formó durante 10 semestres.

Sí, ser docente es uno de los roles en los que podría desempeñarse un filólogo hispanista, pero la verdad es que el campo de acción va más allá. Hay filólogos dedicados a la investigación en las áreas del lenguaje, la literatura y la cultura. También se desempeñan como directores o administradores de entidades culturales y académicas, promotores culturales, asesores lingüísticos, analistas, críticos, asesores de traducción, escritores, guionistas, editores; mejor dicho, en cualquier área donde las humanidades sean bien recibidas.

Pero… ¿de qué trata en sí este programa? Como se dijo ya, hace parte de la Facultad de Comunicaciones y Filología, tiene una duración de 8 semestres y en este momento, el pensum está en una fusión con un nuevo contenido curricular, que adapta materias tradicionales como lingüística, literatura y latín, a cursos ligados a las Tecnologías de la Información y la Comunicación.



En regiones, Filología Hispánica se ofertó por primera vez en la Seccional Oriente para el segundo semestre de 2019, teniendo una muy buena acogida por parte de la población de esa subregión, lo que devela el acierto de su oferta en la actualidad como un programa idóneo en el planteamiento de proyectos sociales, culturales y educativos enmarcados en los ejes de construcción de paz; objetivo al que le apuntan con financiación de proyectos dependencias gubernamentales de todos los niveles, ONG y diferentes instituciones. Este programa también ha hecho parte de la oferta académica para la Sede Sonsón, pero a la fecha aún no ha iniciado alguna cohorte.

Este año el Ministerio de Educación Nacional otorgó el registro calificado necesario a la UdeA para que el programa pueda desarrollarse por primera vez en la Seccional Suroeste, territorio de gran acervo cultural y literario. La idea es que haga parte de la oferta de programas para el proceso de admisión extraordinaria que busca darle apertura a nuevas cohortes en marzo. Y si usted se ha sentido interesado alguna vez por estudiar esta carrera, pero tiene sus reservas por las opciones de desempeño profesional una vez obtenga el título, debe saber que, como todo, depende en gran medida de la disciplina que se imprima durante el proceso formativo, y que a Liany, la filológa bolomboleña, la verdad trabajo no le ha faltado desde el momento mismo en que se recibió como profesional.

“Tras finalizar la ceremonia de grados, la vicedecana me ofreció ser parte de la coordinación de la Red de Escritores de la facultad. Posteriormente, el actual decano (Edwin Carvajal) me invitó a ser docente del programa. Hoy le doy gracias a Dios y a la UdeA, que hicieron posible salir adelante”, dice con orgullo Liany, que aprovecha la virtualidad para acompañar a su mamá en la cafetería, mientras lee, piensa y organiza el material pedagógico del semestre que pronto comenzará.