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Nunca antes ha sido tan necesario el corazón bueno.

Las comunidades Embera Eyabida de los municipios de Murindó, Frontino y Dabeiba en el Departamento de Antioquia, sufren graves hechos de violencia que atentan contra su vida y cultura. Estas comunidades ubicadas en sitios remotos del territorio antioqueño, se caracterizan por el bajo nivel de contacto con otras comunidades indígenas y no indígenas, lo que ha permitido salvaguardar los saberes y prácticas heredados de sus ancestros. Por eso, esta barbarie contra estas comunidades afecta su dignidad, su identidad, sus planes de vida y desarmoniza el territorio.

Estas comunidades asentadas en la zona selvática de estos municipios, padecen la crueldad de las acciones cometidas por actores armados ilegales, quienes con el propósito de controlar los territorios, lo han sembrado de minas antipersonales y municiones sin explotar.  Este grave hecho violatorio del Derecho Internacional Humanitario deja un menor de edad mutilado, aterroriza a los integrantes de las comunidades, confina a las familias dentro de sus territorios en los que hoy, tristemente, no pueden realizar las actividades cotidianas de subsistencia como sembrar, cosechar, pescar. Esto los condena al hambre, al despojo, a las enfermedades y al abandono de sus territorios ancestrales.

Esta violencia atenta contra la vida y cultura de los Embera y a la Madre Tierra. En ella que  todo es vida, hoy se instala la muerte. En territorios ancestrales donde ha germinado, florecido la vida, hoy no hay garantía para continuar tejiéndola y cuidándola. Por eso, desde la Licenciatura en Pedagogía de la Madre Tierra expresamos nuestra solidaridad con las familias y comunidades Embera Eyabida del Atrato y Occidente antioqueño. Rechazamos la violencia que se ejerce contra las comunidades y contra la Madre Tierra.  Pedimos desde el corazón a todos los actores armados que escuchen las diversas voces de llamado que estamos haciendo para que respeten la vida y los territorios. Así mismo hacemos un llamado al gobierno municipal, departamental y nacional para que de manera urgente se garanticen medidas de protección y ayuda humanitaria a todas las comunidades Embera Eyabida que sufren el confinamiento y desplazamiento. Y, finalmente, que se restablezcan los ritmos propios de vida en estos territorios. 

Medellin, 4 de marzo de 2021