Maestros, el compromiso de dejar huella

La enseñanza y el aprendizaje encierran un universo de posibilidades. En el Día del Maestro queremos agradecerles no solo a los maestros que están a cargo de una asignatura determinada, sino también a quienes con su labor enseñan otras maneras de vivir en sociedad. 

Hay maestros de maestros, los que por su vehemente vocación ocupan un lugar ilustre en la sociedad. Hay otros que fascinan con su literatura; y, otros más, que trascienden su enseñanzas en las aulas de clase con el trabajo de campo y prácticas. Hay, también, maestros que trabajan por el reconocimiento de las diversidades —culturales, sexuales, de género, de capacidades— y aquellos que promueven el disfrute del ocio saludable. En suma, maestros y maestras que profundizan, investigan y no solo transmiten el conocimiento, sino que además cuestionan ese conocimiento y motivan a hacer nuevas preguntas.

Ser maestro es una de las profesiones más importantes de la sociedad. «Tal vez no hay un ser más fascinante que el maestro —explicó William Ospina en Elogio del maestro en tiempos difíciles—. Cada quien en el mundo recuerda al menos uno que lo alumbró en la vida, que le ayudó a descubrir sus talentos, que supo leer lo que venía escrito en su ser desde el comienzo y lo orientó a seguir una disciplina, escoger una profesión, trazarse un destino».