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David Castañeda jugó dos años con el equipo de fútbol representativo de la Universidad de Antioquia. Ahora cursa sexto semestre de Ingeniería Industrial. Foto: Daniela Ramírez Ozuna

Supongo que David se siente intimidado por la grabadora pues sus respuestas a mis preguntas son cortantes, de pocas palabras. Otra posibilidad es que esté bien entrenado por su club para dar entrevistas sin meter la pata. Tiene todo el sentido si hace parte de Atlético Nacional, uno de los equipos con más historia y reconocimiento en el país. No estoy muy equivocada, “trato de ser preciso porque a veces usan lo que uno dice para otra cosa”, dice.  Y eso es algo de lo que debe cuidarse pues, aunque aún es poco conocido, empieza a ser un personaje público después de ganar con el equipo la Súper liga Águila. 

21 años, seis semestres de Ingeniería Industrial y una carrera como deportista desde niño que ahora está dando sus mejores frutos. Pese a que se presenta como jugador de fútbol profesional dice que el fútbol no es su vida. Tiene razón, porque hay otros sueños como terminar la Ingeniería “así sea en 10 años”.

Quiere cumplir esa meta porque sabe que su carrera como futbolista terminará antes de los 40 y además espera dedicarse a un proyecto donde pueda aplicar sus conocimientos de administrador. “Siempre me han inculcado que uno tiene que crecer como una persona integral y el fútbol no va durar para toda la vida, entonces quiero prepararme también como un profesional, como ingeniero”.

No es fácil ser un deportista de alto rendimiento y un estudiante universitario con buen rendimiento. Bueno, David hace las dos cosas y parece que muy bien como lo refleja su promedio, 4.0.  Entrena todos los días hasta el mediodía, asiste a los compromisos con el equipo los fines de semana, en el tiempo restante estudia –este semestre en modalidad virtual– y descansa. 

¿Cómo ha logrado combinar ambas cosas? David agradece a sus entrenadores pues lo han apoyado en su aspiración de ser ingeniero, “me colaboraban si tenía que faltar a un entrenamiento, de igual manera los profesores si llegaba tarde a clase no me ponían ningún inconveniente, siempre y cuando pusiera al día y respondiera con las obligaciones académicas. Ha sido difícil porque el tiempo es muy ajustado, pero no es imposible”.

De la U a la B y de la B a la A 

En el fútbol empezó en el colegio Calasanz; luego pasó al Club Deportivo Estudiantil donde jugó ocho años y en el 2013 llegó al Atlético Nacional en la categoría juvenil; ese mismo año hizo parte del equipo representativo de fútbol masculino de la Universidad de Antioquia que consiguió el campeonato en los Juegos universitarios. Al año siguiente jugó el Campeonato Nacional Sub 20 y en el 2015 hizo parte de Leones F.C., equipo de la segunda división colombiana. Ya integra la nómina del Atlético Nacional, “una noticia que me llena de felicidad y ánimo para seguir soñando en grande. Siempre fue mi ideal estar en Nacional, sabemos que es muy difícil pero se dio la oportunidad este año”.

Es un centro delantero, un nueve de área con características similares a las de Jefferson Duque, sabe hacer goles, ees rico técnicamente, un jugador completo; así lo define Miguel Cadavid, entrenador del equipo de fútbol de la Universidad de Antioquia, quien además resalta que “tiene disciplina, entrega y sabe para dónde va. Eso lo ha hecho triunfar”. 

Las palabras de David corroboran lo anterior: “Si quieres que te vaya bien en algo tienes que entrenarte y prepararte bien. Si tienes un sueño, debes hacer todo para llegar allá”. Y la Universidad ha hecho parte de ese sueño pues “desde su exigencia académica me ha ayudado en el desarrollo integral en el fútbol”.

El gusto por el deporte es heredado porque su papá, Jose Fernando 'Chepe' Castañeda fue arquero del Atlético Nacional, de ahí su inclinación por este deporte. Aunque aún no ha debutado en la nómina titular no se afana: “la oportunidad de actuar va a llegar en cualquier momento, tengo mucha tranquilidad y paciencia, siempre intento entrenar y trabajar bien, y me veo aportándole al equipo”. 

Para el profesor Miguel lo que le falta es adquirir más experiencia en la A. Pero hay algo que lo diferencia de los demás jugadores de su equipo y es la formación profesional que está adquiriendo en la Universidad; “ojalá le sirva para consolidar más su personalidad”.

Seguirá trabajando con la misma dedicación porque ya cumplió un sueño, un título deportivo nacional y “eso queda para toda la vida”. Ahora espera conquistar el título universitario y, por qué no, jugar en el fútbol europeo, ojalá en AC Milan.