Opinión

Ambientes VUCA se refiere a las condiciones en las que se ven inmersas y con las que tienen que interactuar las organizaciones en la actualidad, caracterizados por su volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad, por sus siglas en inglés: Volatility, Uncertainty, Complexity and Ambiguity.

Poniendo en consideración la necesidad de nuevas formas de pensar sobre el conocimiento, (¿Qué tanto sabemos sobre una situación concreta?), y la predecibilidad, (¿En qué medida podemos anticipar la eficacia de nuestras acciones?), en tanto que la obsolescencia del conocimiento es cada vez más corta y vertiginosa, de tal manera que la forma tradicional como aprendemos y las competencias estáticas no son suficientes. Estos demandan nuevas maneras de acceso al conocimiento mediante la formación y actualización continuas y la agilidad en el aprendizaje que permitan adaptarse a estos cambiantes entornos.

El término aparece después de terminada la guerra fría y es retomado por la US War Army College, que es la academia de formación de los líderes militares de EEUU, a raíz de los atentados del 11 de septiembre de 2001, como respuesta a preguntas tales como: ¿Dónde estuvieron las fallas?, ¿por qué no se pudieron prever esos ataques?, ¿qué nuevo mundo se nos viene?

A pesar de que los entornos VUCA son caóticos, tienen aparejadas las condiciones de oportunidad necesarias para poder sobrevivir y desarrollarse, en la medida que las organizaciones sean flexibles y tengan las capacidades de previsión y adaptabilidad.

Para enfrentar la volatilidad caracterizada por los cambios impredecibles, abruptos y rápidos de las condiciones del medio, se recomienda una organización flexible para reaccionar frente a estos y preparada para identificar capacidades relevantes que le permitan intervenir en escenarios de crisis y minimizar el riesgo de eventuales incumplimientos, interrupciones del servicio, daños, desastres, afectaciones de la reputación, el ambiente, las personas o pérdidas financieras.

Respecto a la incertidumbre puede reducirse implantando una cultura de aprendizaje que gestione el conocimiento como una ventaja competitiva, a través de redes de colaboración, ecosistemas de innovación y comunidades de práctica y a mi modo de ver con una adecuada gestión de riesgos, si partimos de considerar que estos son las consecuencias de la incertidumbre frente a los objetivos.

La complejidad donde los ambientes pueden tender al caos, debería enfrentarse mediante la restructuración sistémica de la arquitectura organizativa que permita afrontar con agilidad y flexibilidad un ambiente con riesgos intrínsecos, donde la naturaleza de las variables y datos implicados elevan exponencialmente los costos de un análisis exhaustivo.

A la ambigüedad, en la que las relaciones de causa efecto pueden ser desconocidas por completo y pequeños efectos desplegados en el sistema pueden acarrear consecuencias desastrosas sin precedentes conocidos, la toma de decisiones es de muy elevado riesgo. Las acciones definidas para enfrentar una situación problemática, pueden generar nuevos riesgos, lo que hace necesario conformar equipos con la libertad de generar y probar hipótesis que conduzcan al establecimiento de relaciones causa – efecto, y contribuyan a minimizar el riesgo implícito en la toma de decisiones, implantar prácticas que posibiliten el aprendizaje y la mejora continua, a partir de errores cometidos durante la fase de experimentación.

“Todas ellas nuevas capacidades que nos pueden permitir competir con éxito en el entorno VUCA. Vistas así las cosas… ¿Puede ser la sostenibilidad una respuesta en el mundo VUCA? Incorporar la sostenibilidad en la Visión, es decir, en la planificación estratégica permite competir mejor en VUCA: tener claro a dónde se va. Y una respuesta a las cambiantes condiciones globales pasa por ser Ágiles en la modificación de esa planificación estratégica.”(Artículo, El Mundo es VUCA, David Ruyet).

Subrayo como importante la incorporación de la sostenibilidad en la Visión y la agilidad y posibilidad de modificación de la planificación estratégica como respuesta a cambios imprevistos en el entorno.

Para el consultor José Manuel Arroyo Quero, quizá una de las capacidades más esenciales en estos entornos VUCA sea la perseverancia, mantener un esfuerzo continuo para alcanzar nuestra meta y buscar soluciones a las dificultades que surgirán a lo largo del camino.

La administración de riesgos contempla esas dos direcciones, en cuanto busca por un lado determinar aquellas dificultades para el logro de los objetivos y sus posibles causas, y por otro, las recomendaciones para enfrentar dichas dificultades con planes de acción apropiados como controles para suprimir o reducir las posibles causas así como para mitigar las consecuencias nefastas en caso de que se materialicen los riesgos.

Para la Universidad de Antioquia la consideración de los ambientes VUCA reviste importancia si tenemos presente que se encuentra en la construcción de su Plan de Desarrollo 2017–2026, donde se expondrá la hoja de ruta para desarrollar la universidad que se quiere para el futuro y el análisis de los entornos volátiles, inciertos, complejos y ambiguos requieren de una adecuada gestión de riesgos que le permita reaccionar, adaptarse y garantizar su sostenibilidad en el tiempo.

Nota

Este es el espacio de opinión del Portal Universitario, destinado a columnistas que voluntariamente expresan sus posturas sobre temáticas elegidas por ellos mismos.  Las opiniones aquí expresadas pertenecen exclusivamente a los autores y no reflejan una opinión o posición institucional de la Universidad de Antioquia.