Z7_89C21A40L06460A6P4572G3304

Teclas de Ayuda de acceso Rápido

ALT + 1 Inicio

ALT + 2 Noticias

ALT + 3 Mapa de sitio

ALT + 4 Búsqueda

ALT + 5 Preguntas frecuentes

ALT + 6 Atención al ciudadano

ALT + 7 Quejas y reclamos

ALT + 8 Iniciar Sesión

ALT + 9 Directorio telefónico

Letra:

Contraste:

Clic aquí para ir a la página gov.co
jueves, 28 de marzo 2024
28/03/2024
Síguenos
Z7_89C21A40L06460A6P4572G3305

Opinión

Z7_89C21A40L06460A6P4572G3307
UdeA Noticias
Z7_89C21A40L06460A6P4572G3386
Opinión

50 años de la Ciudad Universitaria

21/09/2018
Por: Germán Darío Valencia Agudelo, profesor Instituto de Estudios Políticos UdeA

"...las nuevas estructuras locativas universitarias permitieron el acceso de nuevas capas sociales a la educación superior; ofrecieron a la ciudad, a la región y al departamento un lugar para el encuentro, la palabra y la cultura; y convirtieron un espacio fangoso y aislado en una marca urbana de la ciudad y un referente arquitectónico para el país y el continente..."

Desde el cerro El Volador, y también desde las diversas laderas que rodean a Medellín, un atento observador podría diferenciar con facilidad a la Ciudad Universitaria del resto de espacios que componen el centro de Medellín. Y es que la Universidad de Antioquia y sus alrededores se presenta desde la lejanía, a simple vista, como una isla verde en medio de un enorme lago de concreto; como un fecundo terreno lleno de vegetación.

La explicación a este fenómeno natural es simple: el lugar en el que se edificó la Ciudad Universitaria es un sitio abundante en material orgánico. Durante cientos de años, de manera lenta, el río Aburrá depositó miles de metros cúbicos de limo, que se convirtieron, con el pasar del tiempo, en tierra fértil, aprovechada hoy por los frondosos y altos árboles que visten el Campus Universitario.

Hace apenas un siglo los terrenos que ocupa la Ciudad Universitaria estaban habitados por el río Medellín. Con menos de 50 mil habitantes, la ciudad era un extenso valle, cruzado por un zigzagueante río; que desfilaba de sur a norte y ocupaba con su lento movimiento buena parte del Valle del Aburra. Pero su contorneada figura comenzó a cambiar en la década de 1930: una decisión de la administración municipal hizo que se canalizara y rectificara el río, adoptando la forma con que hoy se le conoce.

Los espacios sinuosos, dejados en la canalización del río Medellín, fueron aprovechados por los habitantes del territorio como espacio para un relleno sanitario. Y el crecimiento poblacional hizo que en un par de décadas aquellos terrenos, antes ocupados por el rio, sirvieran para sentar las bases de lo que hoy es la Ciudad Universitaria. Fueron miles de toneladas de residuos solidos las que tuvieron que verterse en aquellas fosas que, unidos a los limos traídos por el río durante siglos, se convirtieran en un rico caldo de cultivo para abundante flora que hoy allí se da.

En menos de tres lustros la Ciudad Universitaria pasó de una simple recomendación de expertos a un hermoso espacio para el conocimiento y la vida. Una comisión de expertos norteamericanos, auspiciados por la Fundación Ford, recomendaron a los directivos universitarios una serie de reformas para la modernización del Alma Máter. Entre ellas, la construcción de una nueva sede, con laboratorios, teatros, facultades, biblioteca y un edificio administrativo. Y fue esta misma misión, a través de la filial Educational Facilites Laboratories Inc., la encargada del diseño arquitectónico de la ciudadela.

Con dineros de la Gobernación, provenientes de la venta del Ferrocarril de Antioquia a la nación; con apoyos de la Misión Ford, la mismas que había recomendado la ampliación de espacios a la Universidad; con un empréstito del Banco Interamericano de Desarrollo; y con el bajo precio con que el Concejo de Medellín vendió el lote a la Universidad, se logró en pocos años diseñar y construir nuestro Campus Universitario. Fue un proceso que duró un par de años menos de lo proyectado y que recibió para su administración el respaldo de muchos líderes regionales y nacionales.

En enero de 1968, cuenta la profesora María Teresa Uribe en el libro Universidad de Antioquia: Historia y presencia, comenzó a ser ocupada la nueva sede por las primeras unidades académicas. Esta Ciudad se presentaba como un magnífico conjunto de edificaciones modernas, con amplios espacios verdes, que sirvieron para albergar una creciente población estudiantíl que demandaba más cupos en la Universidad. Y, en menos de cinco años, permitió que la Universidad de Antioquia pasara de tener menos de 2.000 estudiantes a más de 11.000 y a duplicar su planta de docentes, que para 1970 rodeaba el millar.

De esta manera la Ciudad Universitaria, además de permitir la modernización de la Universidad de Antioquia, hizo posible el tránsito de una universidad de élite a una de masas. La expansión de los predios universitarios posibilitó tener nuevos espacios y un campus cultural, que, como espacio abierto, permitía la confluencia de muchas personas y con ellas la conversación y el debate. En definitiva, las nuevas estructuras locativas universitarias permitieron el acceso de nuevas capas sociales a la educación superior; ofrecieron a la ciudad, a la región y al departamento un lugar para el encuentro, la palabra y la cultura; y convirtieron un espacio fangoso y aislado en una marca urbana de la ciudad y un referente arquitectónico para el país y el continente, incluso premiado por su belleza y armonía paisajística. De allí que hoy le digamos a esta señora: felicitaciones en sus cincuenta años.


Nota

Este es el espacio de opinión del Portal Universitario, destinado a columnistas que voluntariamente expresan sus posturas sobre temáticas elegidas por ellos mismos. Las opiniones aquí expresadas pertenecen exclusivamente a los autores y no reflejan una opinión o posición institucional de la Universidad de Antioquia.

Z7_89C21A40L06460A6P4572G3385
Z7_89C21A40L06460A6P4572G3387
Z7_89C21A40L06460A6P4572G33O4
Z7_89C21A40L06460A6P4572G33O6
Lo más popular
Z7_89C21A40L06460A6P4572G3340
 
Universidad de Antioquia | Vigilada Mineducación | Acreditación institucional hasta el 2033 | NIT 890980040-8
Recepción de correspondencia: calle 70 No. 52 - 21 | Apartado Aéreo 1226 | Dirección: calle 67 No. 53 - 108 | Horario de atención
Conmutador: [57 + 604] 219 8332 | Línea gratuita de atención al ciudadano: 018000 416384 | Fax: [57 + 604] 263 8282
Peticiones, quejas, reclamos, sugerencias, denuncias, consultas y felicitaciones
Política de tratamiento de datos personales
Medellín - Colombia | Todos los Derechos Reservados © 2020