Deportes

Fotos: cortesía Alejandra Ramírez.

Existen los deportes de exigencia, agilidad, fuerza o destreza mental como el rugby subacuático que combina estos elementos como una buena alternativa de vida. Para muchas personas la simple mención de este deporte genera más preguntas que respuestas. No para Alejandra Ramírez, Ana María Góez y Catalina Zapata, quienes son estudiantes de la Universidad de Antioquia y hacen parte de la selección Colombia en la categoría femenina sub-21 que por primera vez representó al país en el Campeonato Abierto Europeo de Rugby Subacuático Juvenil, realizado del 20 al 22 de noviembre en Lönsboda, Suecia, y que quedó campeona al derrotar a Noruega por goleada, con un marcador final 9-0.

Ellas junto con otros 21 jóvenes deportistas conformaron las selecciones masculina y femenina de este deporte. Tras un proceso largo cargado de mucho compromiso, se logró esta representación de las nuevas promesas del deporte colombiano. 

Para lograr la participación en este torneo internacional hubo un esfuerzo grande no solo por la exigencia y el nivel, sino por las dificultades económicas, ya que estos jóvenes deportistas tuvieron que costear todo el viaje mediante la organización de eventos como fiestas, ventas de comida, camisetas y rifas, con las que lograron reunir el dinero, un total de 6 millones de pesos por deportista; además de contribuciones de la empresa privada en la donación de uniformes. 

Ana María, Alejandra y Catalina resaltaron en un primer chequeo de selección entre un grupo de 25 mujeres deportistas de todo el país. Luego quedaron preseleccionadas entre las mejores 18 del país y tuvieron que asumir el reto de destacarse en pruebas físicas, de natación y de nivel de juego para ocupar un lugar entre las 13 deportistas que integran el seleccionado colombiano.

Mabel Catalina Zapata Álvarez 

Esta joven es estudiante de séptimo semestre del programa de Bioingeniería de la Facultad de Ingeniería, tiene 20 años y es una apasionada por los deportes y la actividad física. Su llegada al rugby subacuático se dio hace aproximadamente dos años, cuando se enteró de esta práctica a través del voz a voz de muchos de sus compañeros de pregrado.

“Recuerdo mucho que lo primero que me dijeron fue ‘debes tener la mente abierta para ver algo muy agresivo, luego todo va a ser muy normal’. Y así fue, al principio me impactó un poco, empecé a entrenar con las niñas y a representar a la Universidad, luego me enamoré de este modo de vida”, afirmó Catalina.  

Ella pertenece a Tritones UdeA, el equipo representativo de rugby subacuático de la Alma Máter. Su tiempo se divide entre estudiar, entrenar y compartir con sus amigos. Se prepara 5 días a la semana en el pozo de la Universidad y asiste 3 veces por semana al gimnasio en las mañanas. Catalina es amante de los deportes, disfruta practicar también rugby terrestre, tenis y voleibol.  

“Catalina es una jugadora destacada del equipo de la Universidad de Antioquia. Su mayor característica está en la fuerza, la agilidad y la visión de juego, aportando mayor precisión al seleccionado”, comentó Jorge Mario Franco, entrenador de las selecciones sub-21 masculina y femenina.

Ana María Góez Jaramillo 

Con 20 años y su 1.75 metros de estatura es la jugadora más alta del equipo colombiano. Esta estudiante de sexto semestre del pregrado en Comunicaciones, además de su deporte disfruta mucho leer. Llegó al rugby subacuático sin saber nadar. Estando en primer semestre decidió tomar el nivel uno de natación de cursos recreativos donde se despertó su interés por las actividades que se realizaban en el pozo, luego la invitaron a ver jugar algo que para ella era una locura en ese momento de su vida.

“Esa primera vez no se me pasó nada por la cabeza. Luego fui a buscar videos sobre el deporte y conocí al entrenador del equipo que me dijo que fuera a entrenar. Yo no sabía nadar porque apenas estaba en el primer nivel de natación, hace dos años y medio empecé en el semillero y hoy represento al país en algo que amo”, dijo Ana.

Para ella, el mayor reto a vencer en el deporte está en tener una mente fuerte que permita continuar. Ana María también pertenece al equipo de Tritones UdeA, entrena de lunes a viernes en la Universidad y es amante de las papas fritas.

Además de participar en el Abierto Europeo de Rugby Subacuático Juvenil en representación de Colombia, Ana María fue invitada por el equipo femenino de España para jugar la Champions Cup, torneo en el que participan anualmente el mejor club de élite de cada país y que este año se realizará del 27 al 29 de noviembre en Berlín, Alemania. 

María Alejandra Ramírez

Con tan solo siete meses practicando este deporte, esta enérgica joven llegó a ocupar uno de los cupos en la selección. Tiene 20 años y es estudiante de octavo semestre de Bioingeniería. Se declaró amante de la buena comida, ir a cine y leer. Su principal motor está en su actitud, dispuesta siempre a estar activa y en movimiento. 

El rugby subacuático llegó a su vida aproximadamente hace 5 años por medio de una familiar, luego de haber pasado un corto periodo practicándolo decidió dedicarse al hockey subacuático. A su retorno se concentró en un trabajo juicioso para clasificar. Pertenece al club Ecomares de la ciudad Medellín. 

El mayor reto que ve en el deporte está en el trabajo y fuerza mental que requiere, “el 80% lo jugamos completamente en silencio porque estamos debajo del agua, sos vos mismo diciéndote que no podés respirar o que no podés hacer el gol, y es eso con lo que hay que luchar”, comentó. 

Alejandra entrena tanto en la piscina como en el gimnasio entre 4 y 6 veces por semana. Según Jorge Franco, entrenador de la selección, su mayor aporte al equipo nacional estuvo en “la rapidez por su alta frecuencia de aleteo y la agilidad con el balón. Solo han sido 7 meses en este deporte y su adaptación ha sido muy destacada”. Al igual que Ana María, participará en la Champions Cup como jugadora invitada para el equipo italiano. 

El rugby subacuático, una disciplina en crecimiento

Es una práctica deportiva que se destaca por su proyección a nivel internacional. Fue inventada en Alemania en 1961 y se hizo popular en los países nórdicos. “Hay algo que siempre nos recuerda el entrenador y es que este deporte es 70% mental y 30% físico, allí es donde reside el éxito”, afirmó Alejandra Ramírez. 

El juego se desarrolla entre dos equipos, cada uno con seis jugadores en el agua y seis suplentes, cuyo objetivo es anotar puntos introduciendo el balón en la cesta del equipo contrario. La pelota tiene flotabilidad negativa, está rellena de una solución salina que hace que se hunda y que se pueda desplazar por debajo del agua fácilmente.

La sensación de volar en el agua hace que para las personas que comparten este deporte en verdad valga la pena. Más que técnica exige de disciplina y constancia, “cada segundo que se pasa sumergido, se convierte en la posibilidad de escucharse a sí mismo y actuar grupalmente”, afirmaron las deportistas. 

Esta es la primera vez que el equipo femenino participa en un mundial sub-21, los esfuerzos  por la representación femenina se potenciaron desde el año pasado luego de que la selección masculina se alzó como campeona del Campeonato Abierto Europeo de Rugby Subacuático Juvenil que se realizó en Alemania.

El equipo masculino confirmó su título por segundo año consecutivo como los mejores del mundo en su categoría enfrentando las selecciones de Suecia, Finlandia, Dinamarca, Alemania y Noruega, a pesar de la falta de apoyo por parte del país en este deporte. De otro lado, la selección femenina logró el título que disputó con Suecia, Dinamarca y Noruega. Este campeonato se realiza cada año en territorio europeo desde 1986.