Juridico

Gaviria es profesora de la Facultad de Ingeniería de la UdeA, donde se ha desempaño también como investigadora del Grupo de Investigación en Telecomunicaciones Aplicadas, fue jefe del Centro de Investigaciones Ambientales y Decana Encargada de la Facultad de Ingeniería. 

Recordamos aquí el perfil que se publicó a propósito de su participación en el “Día del Investigador”, programa del Sistema de Bibliotecas. 

Natalia Gaviria, la pasión por conocer

“Cuando me estaba graduando del bachillerato la decisión más difícil era si irme por una de las humanidades o por una ingeniería. Había varias razones, una de ellas es que mi padre, a pesar de ser del área de las humanidades nos impulsaba más por otras áreas”, dice Natalia Gaviria, quien durante la mayor parte de su bachillerato quería estudiar arquitectura. 

Esa carrera combinaba varios elementos que le gustaban en la vida, como son la estética y la técnica. Pero pensaba que sus habilidades no le daban para formarse como arquitecta, por lo que comenzó a consultar sobre diferentes carreras y decidió estudiar una ingeniería. 

“Empecé a hablar con mucha gente de diferentes tipos de ingenierías. Qué hacían, a qué se dedicaban y un día me encontré con la novia de un amigo que era ingeniera electrónica, una persona muy apasionada que me contó lo que hacía. Trabajaba en el área de las telecomunicaciones, y eso me sonó, entonces empecé a leer un poco sobre la ingeniería electrónica”, recuerda Natalia.

Su padre, Carlos Gaviria Díaz, vicerrector general de la Universidad en ese momento, se contactó con el departamento de Ingeniería Electrónica de la Universidad para que Natalia realizara una visita. Así tuvo la oportunidad de conocer los laboratorios, los equipos y saber sobre qué era la carrera, sus énfasis y posibilidades de empleo. La conversación con la novia de su amigo y el recorrido por el departamento la motivaron a estudiar esta carrera en la Universidad de Antioquia. 

Luego de culminar su pregrado en 1996, le propusieron dar clases en la Universidad, oferta que rechazó porque no se sentía honesta al enseñar a quienes eran prácticamente sus compañeros, “y por otro lado porque yo sabía que este mundo (el de la docencia) me gustaba, pero quería conocer otro. La ingeniería es una carrera muy práctica, entonces quería conocer qué es ejercer como ingeniera, y me propusieron un puesto en Bogotá, en una empresa de ingeniería. Me vinculé a la empresa y después toqué la puerta en la Universidad de los Andes para hacer una maestría”. 

En 1997 comenzó su maestría en Ingeniería Electrónica y al terminar envió los papeles para hacer el doctorado en Estados Unidos. El 2 de agosto del 2000, le llegó un paquete a su casa en el que le informaban que había sido aceptada. 

Viajó a Estados Unidos a estudiar en Southern Methodist University en Dallas, pero cuando estaba allá un profesor le ofreció hacer el doctorado en la Universidad de Arizona, pues tenía un mejor plan de becas y en el lado investigativo tenía aspectos que le gustaban mucho, por lo que decidió empezar su doctorado allí. 

En marzo del 2006 terminó su doctorado en Ingeniería Electrónica y de Computadores y en noviembre de ese mismo año se vinculó con la Universidad de Antioquia, donde se ha desempeñado como docente de pregrado y posgrado y directora de Investigaciones y posgrados de la Facultad de Ingeniería. 

El conocimiento

El placer por conocer de Natalia no se queda solo en su área de estudio, también le gusta conocer qué está pasando en las otras áreas. Para ella, la investigación es solo una rama de eso que tanto le apasiona, la academia. “La docencia, la investigación, todo ese ambiente que está dedicado al conocimiento. La academia es mucho más amplia que la investigación”.

La docencia siempre ha sido su gran pasión. Durante sus primeros años en la Universidad, le llevaban los estudiantes de sexto y séptimo que estaban regulares en alemán para que ella les enseñara y en el colegio siempre les enseñaba a sus compañeros. “Usted siempre ha sido docente”, le dijo su tía, cuando empezó a trabajar en la Universidad. 

Leer es la otra pasión de Natalia, desde pequeña en la época de vacaciones se quedaba hasta las dos o tres de la mañana leyendo. Padre, ya lo terminé, ¿Qué libro sigue?, le decía Natalia. ¡Ya lo terminaste!, le contestaba, y Carlos iba a la biblioteca y le daba un libro. Él le decía qué podía leer. Ahora siempre lleva un libro consigo. José Saramago e Irene Nemirosky son las lecturas que más disfruta ahora, pero su gusto siempre ha sido variado. El cuento y la novela son los géneros predilectos. 

Natalia ha trabajado en diferentes proyectos investigativos, uno de los que más la ha marcado es Ártica, Alianza Regional en TIC Aplicadas, proyecto que ha generado una plataforma para hospitalización domiciliaria, un sistema de televisión interactivos y otros programas, y que le permitió desde su área alimentarse de otros campos del conocimiento, y tomar elementos de distintas partes. 

“Y así es como yo concibo el conocimiento, no centrado ni reducido a una área específica, sino que siento que debe alimentarse de varias ramas. Para mí el conocimiento debe ser amplio, yo soy ingeniera electrónica, pero tengo que estar nutriéndome de lo que está pasando a mi alrededor”.