Cultura

Foto: Alejandro Posada, Laura Rendón, Gustavo Navarro y María Hincapié durante una visita a la Universidad de Antioquia. 

El perfil de los jóvenes músicos que pertenecen a la Academia Filarmónica de Medellín, Afmed, incluye distintos ingredientes: disposición para el aprendizaje, buen nivel técnico, ganas de proyectarse profesionalmente y mucha disciplina. Además, los 100 integrantes deben cumplir con el requisito de cursar estudios de pregrado en Música; 40 de ellos lo hacen en la Universidad de Antioquia. No se trata de aficionados, sino de los mejores músicos. 

Que sueñen con desempeñarse como profesionales en la música y con alcanzar el máximo nivel es otra de las características necesarias según Gustavo Alfonso Navarro Soto, coordinador general de la Academia: “desde lo personal, que sea gente soñadora, con disciplina, con capacidad de convivir y compartir con los compañeros; no nos interesa el estrato social, queremos que sea gente capaz de convertirse en líderes de su centro social”. 

Una ventaja de este grupo es que se conocen y han trabajado desde niños, pues la mayoría de los estudiantes pertenecieron a la Red de Escuelas de Música de Medellín, administrada por la Facultad de Artes de la Universidad de Antioquia. “Son una familia, internamente hay un excelente nivel de convivencia y hermandad sin distingo de raza, posición social, económica o política: prevalece la música”, agregó Gustavo Navarro.

La Academia fue fundada en 2008 por la Orquesta Filarmónica de Medellín, Filarmed, como un programa gratuito que permitiera el crecimiento artístico de los jóvenes en las áreas específicas de práctica orquestal y música de cámara. Surgió como un taller práctico orquestal, luego se denominó Escuela Filarmónica Práctica Orquestal y en 2011 surgió la idea de crear la Academia Filarmónica de Medellín con actividad continua durante 10 meses en el año; apuntó Gustavo Navarro: “concibiendo el nombre de academia, no como escuela de música, sino como el centro que congrega los mejores de la modalidad”.

Para el maestro Alejandro Posada, director artístico y musical, la Academia responde a una necesidad que hay en el país: “hoy en día no es suficiente con solo estudiar música, por eso proponemos un modelo de cooperación para que distintas instituciones puedan brindarle a los jóvenes lo que necesitan para salir adelante a nivel internacional, porque la música es como el deporte: te entrenas fuertemente a nivel competitivo si estás pensando en los Juegos Olímpicos, tiene que ser de alto rendimiento; ese es el trabajo que hacemos”.

Para que el trabajo de la Academia se complemente con el universitario, se busca la cooperación con los profesores de instrumento de cada estudiante. Por eso, las jornadas de trabajo en Afmed son programadas en horarios que no afectan el horario académico normal, por ejemplo, entre las 5 y las 8 de la noche; las actividades se realizan en la Universidad Eafit que les facilita aulas, o en el Instituto Tecnológico Metropolitano, o en Monticello. 

Mientras en las universidades, los estudiantes ven clases de instrumentos y de asignaturas necesarias, por ejemplo historia; en la Academia se integran al trabajo de la Orquesta Filarmónica de Medellín y de la New World Symphony de Miami, en las que participan del montaje y presentación de grandes obras del repertorio universal.

Jóvenes artistas se proyectan al mundo

El trabajo que realizan los estudiantes incluye varias facetas: la formación individual, el repertorio orquestal, la realización de conciertos y la proyección internacional. Por ejemplo, cada año la New World Symphony envía a 20 músicos para trabajar con la Academia. Además los estudiantes realizan intercambios con otras instituciones o participan de festivales reconocidos por su alta calidad, como es el Festival de Verbier en Suiza. 

A este trabajo se vinculan otras instituciones del exterior como Fundación Hilti, Fundación SaludArte, Orquesta Sinfónica de Castilla y León de Valladolid, y Orquesta Sinfónica Ciudad de Granada, entre otras. Además de instituciones nacionales como la Universidad Eafit, Fundación Rodrigo Arroyave Arango, Ecopetrol y Empresas Públicas de Medellín. 

A partir del 2012 se creó la Orquesta de la Academia Filarmónica de Medellín que está integrada por los 100 estudiantes y que prepara alrededor de 6 conciertos durante el año. Entre otros directores, los estudiantes cuentan con el acompañamiento del maestro Roberto González, violinista español que es el concertino de la Orquesta Santa Cecilia de Roma.

Otra actividad que complementa la formación son las clases maestras con profesores nacionales o extranjeros. Además, varios de estos jóvenes están terminando su recorrido por la Academia y se preparan para cursar estudios de maestría, en cursos de verano en el exterior y otros trabajan en los proyectos de la Filarmónica de Bogotá.

De otro lado, la Academia dispone de un semillero para alimentar el vacío que dejan los estudiantes. “También tenemos el Laboratorio Práctico Orquestal, en que se reúnen estudiantes de diferentes facultades que desean ser parte”, señaló Gustavo Navarro, quien comparó el proceso de aprendizaje con el de la siembra: “Toca corregir el cultivo, abonar la tierra y estar haciendo la poda permanentemente para que el fruto sea lo mejor”.

Aunque la mayoría de los jóvenes tienen su instrumento propio, desde la Academia se ha hecho un esfuerzo por conseguir recursos para mejorar la calidad de los mismos, por ejemplo, compraron instrumentos para que los estudiantes se lleven para la casa, los cuales están amparados por un seguro.

“La meta es tratar de buscar una gama profesional porque, como en el deporte, Mariana Pajón no puede ser campeona andando en cualquier bicicleta, ella tiene lo que la competencia le exige. Con Juan Pablo Parra, que era un estudiante de la Universidad de Antioquia que ahora estudia en Viena, le facilitamos un violín de mejor calidad para que tenga una herramienta que le permita realmente ser profesional y así estamos ayudando con esto”, declaró Gustavo Navarro. 

Una oportunidad para ver, escuchar y disfrutar del talento de estos jóvenes es el Octavo Festival Internacional de Música de Medellín, en el que participará la Orquesta Filarmónica de Medellín, Filarmed.