Z7_89C21A40L06460A6P4572G3304

Teclas de Ayuda de acceso Rápido

ALT + 1 Inicio

ALT + 2 Noticias

ALT + 3 Mapa de sitio

ALT + 4 Búsqueda

ALT + 5 Preguntas frecuentes

ALT + 6 Atención al ciudadano

ALT + 7 Quejas y reclamos

ALT + 8 Iniciar Sesión

ALT + 9 Directorio telefónico

Letra:

Contraste:

Clic aquí para ir a la página gov.co
miércoles, 24 de abril 2024
24/04/2024
Síguenos
Z7_89C21A40L06460A6P4572G3305

Opinión

Z7_89C21A40L06460A6P4572G3307
UdeA Noticias
Z7_89C21A40L06460A6P4572G3386
Opinión

Consideraciones de actualidad sobre el coronavirus

17/07/2020
Por: Marco Antonio Vélez Vélez, Jefe Departamento de Sociología, UdeA

«... Hoy, estamos en un enfrentamiento entre la cantidad abstracta de la muerte —las cifras diarias de las muertes por Covid-19, dan la imagen de la frialdad—, y la cantidad abstracta de la mercancía —abrir la economía a ultranza, es el gran canto de sirena de los partidarios del mercado y de la ganancia—...»

La actualidad de la pandemia del Covid-19 está allí en su desmesura. Las imágenes apocalípticas que veíamos hace dos meses en países como Italia y España, se acercan a nuestras latitudes. Medellín se declara a través de su Alcalde en “estado de cuidado total”.

Lo peor está a la puerta de nuestras ciudades. Solo resta que la acción de autocuidado, aunado a las medidas gubernamentales den cabida a una contención en la propagación del virus. Aún hoy, no sabemos el cómo tratarlo eficazmente. No hay vacuna a la vista, la más próxima se anuncia para diciembre.

Hoy, estamos en un enfrentamiento entre la cantidad abstracta de la muerte —las cifras diarias de las muertes por Covid-19, dan la imagen de la frialdad—, y la cantidad abstracta de la mercancía —abrir la economía a ultranza, es el gran canto de sirena de los partidarios del mercado y de la ganancia—.

Es una extraña lucha entre abstracciones que poco dejan ver el sufrimiento del sujeto concreto, de los individuos, de las poblaciones. O como diría Camus: la peste es una abstracción. 

De otro lado, en Colombia, las acciones combinadas del gobierno central y gobiernos locales, permitieron ganar tiempo frente al contagio del coronavirus —para avanzar en la dotación de UCIS—, pero, igualmente, algunas de estas acciones pecaron por lo menos de imprevisión e irresponsabilidad —los  dos días sin IVA, son la muestra fehaciente—; al parecer la búsqueda de la recuperación económica la ha venido ganando la carrera a los temas de la salud colectiva.

Aunque hay que reconocerlo, la axiomática del capitalismo es moverse febrilmente y no parar, en dicho sentido el virus va a contracorriente de los axiomas del Capital —extraño virus anticapitalista; quien iba a pensar que el capitalismo podría ser paralizado por una proteína con capacidad infecciosa—.  

El decrecimiento económico para el caso de América Latina ronda cifras entre el 6 y el 9% —proyecciones de la CEPAL—. Una verdadera catástrofe en términos de los registros históricos de actividad económica. Se calcula que la pobreza crecerá unos 15 puntos porcentuales. 40 millones de pobres más, acentuando la desigualdad histórica en la región.

Y los más afectados los jóvenes y las mujeres. Se habla de un posible rebote de la economía en 2021, con tasa cercanas al 6%, si es que se logra controlar la pandemia y rebrotes futuros de la misma.  

El riesgo del autoritarismo y del Estado de excepción, sigue vigente. Los ejecutivos se han apoyado en medidas de emergencia económica y sanitaria, para proferir medidas que se justifican en aras del bien supremo de la salud pública. Un ejercicio de bio-política ya vaticinado por diversos comentaristas.

Y los legislativos pierden cada vez más su capacidad de control político, legislando virtualmente —por ello, la Corte Constitucional Colombiana llamó al orden sobre esta manera de legislar digitalmente—. Aunque la acción bio-política de los ejecutivos, no se acompaña de más legitimidad, ni de más gobernabilidad —Duque en Colombia, no mejora sustancialmente sus índices de aprobación; Donald Trump, va en caída libre ante la opinión—.

Muchos analistas e intelectuales hacen sus especulaciones sobre la realidad pospandemia. ¿Qué vendrá el día después? Se invoca desde el Green New Dial (Noami Klein), hasta el Pacto Ecosocial puesto en debate por pensadores latinoamericanos como Mariestella Svampa.

Estas dos propuestas van en la senda de abrir posibilidades más allá del capitalismo rampante y neoliberal que está en crisis en las actuales circunstancias. Ambas propenden por un desarrollo alternativo, sostenible y verde. Según estas perspectivas no es posible seguir en la axiomática del capital del crecimiento ilimitado.

El Pacto Ecosocial tiene varias propuestas de fondo: renta básica universal, como garantía de ingresos mínimos para cada poblador de una nación.

Esta medida ha sido impulsada históricamente como expresión de justicia económica básica —ver: Philippe Van Parijs, filósofo belga— en Colombia se ha impulsado por algunos congresistas alternativos como renta básica de emergencia, pero no ha logrado el consenso suficiente en el legislativo.  

El Pacto propone: tributación progresiva que recaiga sobre los más ricos, los cuales han disfrutado de exenciones en las gestiones neoliberales —recordar como el gobierno Duque los premió con 9 billones en exenciones en la Reforma Tributaria—.

Su impulsa el tema de las energías alternativas para disminuir sensiblemente la huella de carbono; pero para  esta medida, aun no hay desarrollos que permitan decir que el petróleo será relevado como soporte energético en el corto plazo. La energía eólica y la energía solar no son aún alternativas masivas. El fracking sigue siendo una amenaza presente para nuestros ecosistemas.

El tema de la deuda externa de los países de la región es otra  de las grandes propuestas del citado pacto. Aquí se sabe que la mejor opción es la de la condonación de la deuda. Los países latinoamericanos deben jugarse esta basa para mitigar un poco la caída brusca de sus ingresos, en la que se considera como otra década perdida. En la OCDE, ya se bien ambientado esta posibilidad de condonar la deuda. Es un asunto de justicia básica en el nivel internacional.

La pandemia golpea más fuerte a los países pobres y que previamente estaban afectados por grandes desigualdades sociales. La caída del empleo es dramática y afecta a los más vulnerables —cifras del 21,4% en Colombia y con expectativa de crecer—.

Se ve así, como el día después requiere de medidas de hondo calado que posibiliten una recuperación económica viable en el largo plazo. Es claro que la agenda neoliberal ha muerto como proyecto económico-político, lo que no quiere decir que no haya gobernantes que insistan en esta senda fallida.

Lo que se viene no es, una destrucción sistémica global. Más bien nos abocamos  un camino de recomposición de prioridades y agendas en lo económico y lo social. Y, a una lucha por los espacios de democratización en la pospandemia, pues, los gobernantes se han acostumbrado a formas de gobierno de excepción sin control político. Debe pugnarse por una recomposición democrática y con transparencia de la gobernabilidad y la gobernanza. Decir no a la corruptela generalizada y no al autoritarismo embozado en exigencias de salud colectiva.   

En el ámbito internacional se mantiene la disputa histórica por la hegemonía entre Occidente y el gobierno Chino. Trump arrecia cada vez más con esta confrontación. Y las empresas multinacionales están optando por buscar su salida de territorio chino, eventualmente, volviendo a su sede de origen en las capitales occidentales.

El conflicto geo-político es evidente. Un nuevo poder desafía el poderío tradicional de Occidente. Las naciones emergentes solo son espectadores pasivos en esta lucha. Quizá aspirarán a ser sedes maquiladas de las multinacionales que pretenden reubicar sus factorías.

Es claro que el proyecto de la globalización neoliberal se ha hundido sin remedio. Sólo queda apostarle al regionalismo de la integración económico-política. Y allí en este regionalismo pospandemia, emerge la dinámica del Pacto Ecosocial  mencionado, como vía para los países latinoamericanos.


Nota

Este es el espacio de opinión del Portal Universitario, destinado a columnistas que voluntariamente expresan sus posturas sobre temáticas elegidas por ellos mismos. Las opiniones aquí expresadas pertenecen exclusivamente a los autores y no reflejan una opinión o posición institucional de la Universidad de Antioquia.

Z7_89C21A40L06460A6P4572G3385
Z7_89C21A40L06460A6P4572G3387
Correo del contacto
[57+4] 219 50 19
Z7_89C21A40L06460A6P4572G33O4
Z7_89C21A40L06460A6P4572G33O6
Lo más popular
Z7_89C21A40L06460A6P4572G3340
 
Universidad de Antioquia | Vigilada Mineducación | Acreditación institucional hasta el 2033 | NIT 890980040-8
Recepción de correspondencia: calle 70 No. 52 - 21 | Apartado Aéreo 1226 | Dirección: calle 67 No. 53 - 108 | Horario de atención
Conmutador: [57 + 604] 219 8332 | Línea gratuita de atención al ciudadano: 018000 416384 | Fax: [57 + 604] 263 8282
Peticiones, quejas, reclamos, sugerencias, denuncias, consultas y felicitaciones
Política de tratamiento de datos personales
Medellín - Colombia | Todos los Derechos Reservados © 2020