Sociedad

Jean Paul Sarrazin, coordinador del grupo de investigación Religión, cultura y sociedad. 

Con 20 años de creación, el grupo de investigación Religión, cultura y sociedad de la Universidad de Antioquia ha sido un escenario para plantear nuevos horizontes de estudio de sociólogos, antropólogos, historiadores y psicólogos, quienes se dedican a estudiar la religiosidad y las espiritualidades alternativas en sus más diversas expresiones. 

Hablamos con el sociólogo Jean Paul Sarrazin, coordinador del grupo, quien considera que la transformación de la religiosidad y las nuevas espiritualidades son una expresión de eclecticismo, pues recogen elementos de diferentes sistemas de creencias, al punto de que hasta trasciende en lo social y lo político. 

¿Cómo se ha venido transformando en los últimos siglos la religiosidad?

Durante los siglos XVII al XIX la religiosidad se veía como algo muy limitado a las iglesias o a las instituciones religiosas. Cuando hablamos de una institución religiosa es como la iglesia católica, el islam o las iglesias protestantes. Con el paso del tiempo y a medida que la modernidad avanza, empieza a haber un proceso de desinstitucionalización, es decir, todas esas religiosidades comienzan a salir del ámbito eclesial y las personas comienzan a construir formas de religiosidad mucho más sincréticas, mucho más desreguladas, que no obedecen a las órdenes de un clero.

¿Comenzaron los individuos una emancipación hacia esas instituciones?

Empiezan a individualizarse y con ellos tres fenómenos muy importantes: el de la desinstitucionalización, la individualización y el  sincretismo. En los años 60 comienzan estos conceptos junto a una serie de cambios sociales y culturales, es la época de las movilizaciones sociales y las religiones no son ajenas a ellos. Lo mismo sucede con el creer, con lo sagrado, pues en los sesentas surge un movimiento de interés renovado por las espiritualidades alternativas, instituciones religiosas que no estaban constituidas o que no eran convencionales; no eran lo que la tradición mandaba en la sociedad. 

¿A cuáles espiritualidades alternativas y no convencionales se refiere? 

El orientalismo es una corriente que incidió muy fuertemente en el mundo occidental, el hinduismo y el budismo como nombres principales. Hay un interés por la filosofía budista, que plantea un misticismo en donde la verdad estaría en el interior de sí mismo, es una religión que no tiene dios y eso a los occidentales liberales e intelectuales, que suelen ser ateos o por lo menos críticos de la religión tradicional (las teístas), les es atractivo. Una religión sin dios que se acomoda perfecto al individualismo moderno; y más recientemente, sobretodo en Latinoamérica, las religiones amerindias están siendo atrayentes, por la práctica del yoga y el gusto por el budismo.

¿El satanismo puede ser considerado como una religión?

Tiene todas las características de una religión. Es una especie de anti cristianismo, de anti catolicismo, que toma muchos aspectos del cristianismo en donde  ciertas figuras sagradas se invierten (la cruz). Dios se mata y se hace surgir en ese lugar a Satanás, pero en el fondo no hay grandes diferencias en el sentido estricto de las categorías religiosas: hay ritual, iglesia, autoridades, sacerdotes, sacralidad e iconografía. Según ellos, todos sus rituales los transportan a un más allá superior a la realidad actual, están en contacto con una dimensión supuestamente suma.

¿Podríamos decir entonces que el satanismo un movimiento moderno? 

Es un movimiento sincrético, de hecho se basa en muchas lecturas antiguas desde Grecia, Roma y la Edad Media en donde se reivindican justamente grupos anticatólicos muy fuertes y radicales, quienes criticaban las creencias católicas, entonces ellos toman esos elementos de protestas y rebeldía, de hecho en el judaísmo mismo hay cierta presencia de esta rebeldía. En el satanismo toman elementos muy antiguos para sustentar su discurso pero sincretizan con elementos modernos, pero su auge como tal en la sociedad no tiene más de 100 años.

Actualmente algunos movimientos debaten sobre el género del dios de los católicos ¿es hombre o mujer, o no tiene género?

En el judaísmo y el cristianismo dios es un hombre, pero últimamente y dentro de todas estas nuevas religiosidades se debate al respecto. Ese es el típico caso de desinstitucionalización y desregulación de las creencias, gente que se va por su lado y comienzan a desarrollar temas que en el siglo XIX no tenían cabida porque había una sociedad mucho más represiva mucho más homogenizante y un monopolio del catolicismo, que aunque ya lo perdió, sigue estando presente y su fuerza es innegable. 

¿La religiosidad ha traído consigo guerras?

La más evidente de todas fue en el siglo XVI con el protestantismo, cuando ya se puede hablar de albores de la modernidad. En aquella época se empieza a criticar la iglesia católica, diciéndoles que estaban haciendo algo mal y que ellos eran quienes tenían la verdad, la verdadera interpretación de la biblia; esa ideología atrae mucha gente y le resta autoridad y poder a la iglesia católica. 

Aquellos movimientos culturales protestantes pregonaban que no hicieran caso a los curas, de que cada uno podía leer la biblia de manera autónoma. Eso fue una revolución para la época y muy problemático para la iglesia católica; esa rebelión generó acciones violentas porque ellos tenían poder y quien tiene el poder no quiere perderlo.

En la actualidad, en el Oriente Medio se dice que hay guerras por la religiosidad, pero hay quienes desmienten esta versión…

Los medios de comunicación presentan información muy sesgada y limitada. Yo he hablado con personas de Medio Oriente que han vivido esa situación y dan cuenta que lo presentado en los medios es totalmente tergiversado… La sociología es una ciencia social que si uno no va a terreno y no está en contacto con las personas no puede emitir un juicio, especialmente de su cultura, de sus creencias.

Pero hoy en día sí hay un choque liberales vs musulmanes, y que no se confunda musulmán con islámico. Hay una profunda división entre chiitas y sunitas, porque una facción de los musulmanes considera a la otra demasiado liberal y occidentalizada, vendida a los intereses de los Estados Unidos. Entonces se enfrentan entre ellos porque los odian más que a los mismos norteamericanos, porque esto se toma como una traición.

¿Son muy radicales los musulmanes? 

Como en todas las sociedades hay personas con ideales diferentes. Hay unos que son  absolutamente abiertos a la academia, al debate crítico, entienden la diferencia, como otros que dicen esta es la única manera de hacer las cosas, esta es la verdad, esto es lo bueno, entonces si te sales de eso, estás cometiendo un error grave. Para ellos es una gran preocupación notar que el mundo se está transformando, que se está entregando al mal, para ellos es genuinamente malo ser distinto a ellos; consideran que tienen la verdad.

¿En qué está trabajando el grupo de investigación?

El grupo actualmente está en un proceso de reconstrucción, estamos formando nuevas generaciones para que el grupo permanezca a través de un semillero de investigación. Cuenta con un renglón especial para los estudiantes, por esta razón desde hace año y medio existe el semillero “Sacralidad, trascendencia y sentido en la modernidad”, cuyos participantes concentran su atención en el estudio de las religiosidades implícitas y explícitas en el contexto contemporáneo.

Estamos trabajando en un proyecto “Religiosidades invisibles en la comunidad estudiantil de la UdeA”, cuyo objetivo es hacer notar que las religiosidades existen entre la población, incluso cuando las personas se declaran o se consideran no religiosas: ateas, agnósticas y todos esos términos de rechazo a la religión.

Religiosidades invisibles es para visibilizar, a través de una herramienta teórico metodológica muy compleja, esas religiosidades implícitas, esas nociones de trascendencia y sacralidad que existen en las personas aun cuando ellas no se declaren religiosas e incluso en lenguajes que no son religiosos.

 ¿Qué han podido hallar en la investigación?

En el análisis queríamos ver donde está lo sagrado y lo trascendental  para los estudiantes de la Universidad. Lo sagrado no es dios, es el yo, ese es el ser sagrado para el individuo moderno. En esta muestra, obviamente hay otros conceptos en otros grupos poblacionales.

La trascendencia se manifiesta a través de la noción de progreso personal, parece ser de tipo económico y se creería que esto no tiene nada de religioso, pero cuando se indaga más profundamente en los discursos, vimos que hay una noción de trascendencia porque el progreso personal imagina un estado eventual de plenitud, realización personal y una serie de conceptos que son absolutamente abstractos como la salvación de los católicos, de la que nadie tiene prueba.

Siempre se está buscando un estado etéreo abstracto y eso es lo que justifica todas sus luchas y sacrificios; es lo que justifica el progreso.