Z7_89C21A40L06460A6P4572G3304

Teclas de Ayuda de acceso Rápido

ALT + 1 Inicio

ALT + 2 Noticias

ALT + 3 Mapa de sitio

ALT + 4 Búsqueda

ALT + 5 Preguntas frecuentes

ALT + 6 Atención al ciudadano

ALT + 7 Quejas y reclamos

ALT + 8 Iniciar Sesión

ALT + 9 Directorio telefónico

Letra:

Contraste:

Clic aquí para ir a la página gov.co
viernes, 26 de abril 2024
26/04/2024
Síguenos
Z7_89C21A40L06460A6P4572G3305

Ciencia

Z7_89C21A40L06460A6P4572G3307
UdeA Noticias
Z7_89C21A40L06460A6P4572G3386
Ciencia

Investigar sobre hepatitis virales

28/07/2016
Por: Sergio A. Urquijo Morales – Vicerrectoría de Investigación

Con motivo del Día mundial contra la hepatitis, 28 de julio, investigadores de la Universidad de Antioquia que buscan conocer y controlar las infecciones que provocan la inflamación del hígado cuentan cómo se investiga en el área.

Imagen: cortesía Organización Mundial de la Salud. 

Es común identificar la hepatitis con aquella enfermedad aguda que le da un color amarillento a la piel y los ojos, causa dolores abdominales y otros malestares que mandan a la cama durante una semana. Pero en realidad hay muchas manifestaciones de hepatitis, con una sola cosa en común: el hígado se inflama.

Esa inflamación tiene muchas causas y formas. La principal causa es la infección por alguno de los cinco virus de las hepatitis que se conocen: A, B, C, Delta (D) y E.

“Los virus A y E se transmiten principalmente por el agua y alimentos contaminados con materia fecal”, explica la profesora María Cristina Navas, del grupo de Gastrohepatología de la Universidad de Antioquia. “Los virus B, C y D se trasmiten solo por contacto directo: transmisión vertical de madre a bebé, transfusiones, contacto sexual o reúso de agujas en hospitales y por usuarios de drogas psicoativas”.

Estas son algunas entre la gran diversidad de infecciones por virus de hepatitis, pues cada uno tiene varios genotipos (variaciones genéticas) que causan diferentes cuadros y requieren tratamientos y formas de prevención específicas. Por ello, conocer esta diversidad es vital para los planes de prevención y atención, y para la salud cotidiana de cualquier persona. 

Un órgano noble

Comenta la profesora Navas que el hígado es considerado un órgano noble, pues “es capaz de compensar las funciones de una parte del órgano que no esté funcionando”. Esas funciones son de absoluta importancia para la vida: metabolizar la glucosa y almacenar las reservas de energía del cuerpo (glucógeno), hacer síntesis de proteínas y de albúmina, metabolizar fármacos y tóxicos (incluído el alcohol) y reciclar componentes de los glóbulos rojos, proceso cuyo residuo es la bilirrubina. Así, cuando se sube la bilirrubina y da esa coloración amarilla llamada ictericia, no es por desamor, sino porque algo anda mal con el hígado. 

Pero la ictericia no se da siempre, especialmente en la infección por virus B, C y D, que no siempre generan cuadros agudos con síntomas y pueden durar años dañando al cuerpo, sin que haya enfermedad aparente. “Con virus B y C muchos de los casos son asintómaticos”, explica la profesora Navas. “El hígado no muestra síntomas hasta que está muy avanzado el proceso”. Estos virus son de especial cuidado porque la infección no se autolimita, como sí pasa en A y E: tras varios días de amarillo malestar, el virus cumple un ciclo y sale del cuerpo, y el hígado puede recuperarse.  

Por otra parte, los virus B C y D están asociados a infección crónica. “El sistema inmune no es capaz de desarrollar una respuesta que destruye todos los virus y las células infectadas, por lo que estos pueden durar hasta 10 o 15 años sin síntomas”, explica la investigadora. 

Incluso hay cuadros de infección oculta por hepatitis B, en los que la proteína que se detecta en las pruebas en este virus no aparece, lo que obliga a los bancos de sangre a hacer pruebas adicionales. Julio César Rendón, doctorando del grupo Gastrohepatología, en su pasantía en la Universidad de Gröningen, Países Bajos, probó si usar los modelos epigenéticos —que parten de la idea de que algunos genes se expresan o no durante la vida, activados por factores genéticos y ambientales— puede explicar mejor por qué la infección se hace indetectable.

“Contemplamos incluso la idea de que una edición epigenética  puede ayudar no solo a entender la infección, sino quizás a buscar un cura”, comenta Rendón. 

Hepatitis, cirrosis y daño hepático 

El problema con las infecciones crónicas y su peligroso sigilo es que causan un daño acumulativo  a las células del hígado. Además, pueden generar durante años una respuesta inflamatoria en la que células especializadas producen gran cantidad de colágeno que se va acumulando hasta generar una cicatriz que reemplaza el espacio de las células propias del hígado. 

El exceso de estas cicatrices tiene un nombre familiar y terrible: cirrosis. Aunque más relacionada en el imaginario popular con el consumo de alcohol, las infecciones virales crónicas no tratadas son su principal causa. 

“La cirrosis daña la función del hígado, causa hipertensión portal, que se evidencia en la resistencia del hígado al flujo de la sangre que viene del intestino llena de nutrientes (lo que se ve en pacientes tienen el abdomen muy distendido, lo que se conoce como ascitis). Los pacientes con cirrosis hepática pueden desarrollar cáncer hepático, que es la segunda causa de muerte por cáncer en el mundo”, señala María Cristina Navas. “Se puede tener cáncer de hígado por otras causas, pero las hepatitis B y C son los dos principales factores de riesgo”. 

Por eso es tan importante el chequeo preventivo para todo paciente que haya estado en riesgo, ya sea por conductas sexuales de riesgo, uso de agujas contaminadas o por haber recibido transfusiones antes de 1993, año en el que se hizo obligatorio el tamizado para este virus en Colombia.

También es importante conocer las vacunas. La de la hepatitits A hace ya parte del programa de inmunización en Colombia y se aplica gratis a niños de un año de edad. También hay para el virus B, que se aplica en varias dosis a partir del nacimiento del niño y sirve a su vez contra la D. 

Para la hepatitis C no existe aún vacuna y la búsqueda es muy compleja, pues el virus muta muy fácilmente y para el E se está a la espera de los resultados de vacunas que se están probando en India y China.

Investigación en hepatitis

Hay varias líneas de investigación en hepatitis virales. La Alma Máter trabaja principalmente en la caracterización de los genotipos presentes en Colombia, aunada a un fuerte trabajo en epidemiología y patogénesis. 

Dado que los virus A y E se transmiten por agua y alimentos, combatirlos tiene mucho que ver con mejorar las condiciones higiénicas, ambientales y educativas de la población. “Si hay agua potable no debería haber problemas, pero como tantas comunidades en Colombia que no la tienen, hemos trabajado fuertemente para educar a la gente para que laven sus manos y los alimentos, e hiervan  el agua mínimo diez minutos”. Esto se hizo en varios municipios, como Frontino, donde de la mano del grupo de Gestión, Investigación y Modelación Ambiental —GAIA— y su coordinador, el ingeniero sanitario Francisco Molina, capacitaron a los fontaneros en la cloración en los tanques. 

También se ha trabajado en comunas de Medellín y en centros de salud, donde se capacitó al personal. Se detectó que el genotipo 3 del virus E ya había llegado a Colombia. Este, al ser un genotipo presente en cerdos, indica que el uso de la porquinaza como abono y el vertimiento a los ríos de aguas de criaderos podría ser un factor de transmisión. 

La línea más antigua de Gastrohepatología son las virosis B, C, y D, relacionadas con daño crónico al hígado. En trabajos con la Organización Panamericana de la Salud y el Instituto Nacional de Salud examinaron pacientes que habían recibido transfusiones de sangre, para conocer los factores de riesgo en estos pacientes y detectar cuál variante del virus era más común. Comenta la profesora Navas que “el genotipo de virus C más frecuente en Colombia es el 1, subtipo 1b, que es el que más resistencia al tratamiento con interferón”, un medicamento inmunológico.

El grupo es fuerte en determinar qué genotipos de cada virus de hepatitis circulan más en ciertas regiones o poblaciones. Este virus es sumamente difícil de replicar en laboratorio, por lo que no se hacen cultivos  in vitro, sino que se trabaja , en el caso de los virus B, C y D, con muestras de sangre o de hígado, y para los virus A y E con aguas residuales, suero y materia fecal de pacientes. “Se extrae el ácido nucleico de las células infectadas y se hace una amplificación en cadena para poder detectar en ellas el genoma del virus; luego se secuencia para confirmar si es el virus que estamos buscando”, explica la investigadora.

Algunas variedades de los virus son más resistentes a los tratamientos, o más agresivos, e incluso algunos genotipos de B, C y D están más asociados a infección crónica, y se ha propuesto que hay mayor probabilidad de que uno desarrolle cáncer de hígado. 

Por eso, toda la información que el grupo y sus aliados encuentren con su trabajo es útil para la lucha mundial contra estas infecciones y sus consecuencias. “La Organización Mundial de la Salud tiene un plan de control y prevención de las hepatitis virales en el mundo”, señala la profesora Navas. “Hay que reforzar los esquemas de vacunación en los casos en que hay vacunas; hacerse control prenatal para disminuir la posibilidad de trasmisión de la madre al bebé, fomentar la seguridad en los hospitales y bancos de sangre, y promover los métodos de protección sexual”. 

Para combatir la hepatitis se necesita investigación, cuidado, responsabilidad, mejoras en la infraestructura y, sobre todo, conciencia sobre la variedad de estas afecciones.

Z7_89C21A40L06460A6P4572G3385
Z7_89C21A40L06460A6P4572G3387
Z7_89C21A40L06460A6P4572G33O4
Z7_89C21A40L06460A6P4572G33O6
Lo más popular
Z7_89C21A40L06460A6P4572G3340
 
Universidad de Antioquia | Vigilada Mineducación | Acreditación institucional hasta el 2033 | NIT 890980040-8
Recepción de correspondencia: calle 70 No. 52 - 21 | Apartado Aéreo 1226 | Dirección: calle 67 No. 53 - 108 | Horario de atención
Conmutador: [57 + 604] 219 8332 | Línea gratuita de atención al ciudadano: 018000 416384 | Fax: [57 + 604] 263 8282
Peticiones, quejas, reclamos, sugerencias, denuncias, consultas y felicitaciones
Política de tratamiento de datos personales
Medellín - Colombia | Todos los Derechos Reservados © 2020