Ciencia

Foto: Cortesía Imama.

¿Has visto al tigrillo lanudo en los alrededores de los municipios del valle de Aburrá? ¿Conoces las distintas variedades de murciélagos que viven allí? Estas son algunas de las cien especies de mamíferos silvestres que habitan en este valle, una de las regiones más pobladas del país, y que están documentadas en Imama, un libro digital y una aplicación gratuita para dispositivos móviles.

Imama sirve como guía de identificación de estos mamíferos para que los ciudadanos comprendan la diversidad que existe en esta zona cada vez más intervenida por el hombre. La aplicación está disponible para dispositivos Android e IOS, ofrece un acceso rápido a información como características de cada uno de los mamíferos, fotos, videos, símbolos e información de contexto.

Es una versión del libro digital Mamíferos silvestres del Valle de Aburrá, que condensa el trabajo realizado por el grupo de investigación Mastozoología de la Universidad de Antioquia, que tiene por objeto de estudio a los mamíferos, y tuvo financiación de Corantioquia y del Área Metropolitana. Imama es un vocablo en lengua embera que significa felino manchado, por eso el diseño de la carátula es un tigrillo.

Según el biólogo Juan David Sánchez Londoño, egresado de la Alma Máter que participó en el proyecto, el libro se hizo digital para evitar el consumo de papel y la aplicación es gratuita: “para que la gente lo pueda descargar en sus dispositivos móviles y sea una herramienta de consulta directa para aquellos profesionales, aficionados e interesados en observar mamíferos, teniendo en cuenta la dificultad de salir al campo cargando un libro, por eso es más fácil tener un archivo digital”.

Hallazgos sorprendentes

Entre las 100 especies están murciélagos, pumas, tigrillos, mapaches, primates, marsupiales y “más de 20 especies de ratones silvestres, aunque también hay carnívoros, lo cual es muy sorprendente, incluyendo nutrias en el rio Medellín a la altura de Barbosa”, indicó Juan David Sánchez.  

Pero la vida para estos animales no es fácil.  El profesor Sergio Solari, director del grupo de Mastozoología, explicó que “para los animales es cada vez más difícil sentirse cómodos en la cobertura vegetal, les toca buscar nuevos sitios para vivir, comer o esconderse, los alejamos de donde llegamos, les toca entonces reacomodarse. Por ejemplo, nos sorprendimos cuando nos contaron que había nutrias, pusimos las cámaras y encontramos que aunque no están en las mejores condiciones, se están reproduciendo y tienen madrigueras, están tan acostumbrados al lugar que se acomodan a las nuevas condiciones”.

Los hallazgos son sorprendentes, según este equipo de biólogos, pues de 500 especies de mamíferos que se conocen en toda Colombia, 100 de ellas están en el valle de Aburrá, es decir, el 20%. “Aunque llevamos varios años trabajando en campo nos seguimos asombrando de que en la segunda zona más poblada del país existan especies como estas, que son además más susceptibles al cambio de los ecosistemas, a la fragmentación de bosques en las laderas porque hay más carreteras, construcciones, unidades residenciales, perros domésticos, un mayor parque automotor y más atropellamientos, es decir, mucho más impacto”. 

Imama reunió el trabajo realizado por distintos biólogos –estudiantes, profesores y egresados de la Universidad–, entre ellos David Marín y Sebastián Botero, aunque la lista de autores y colaboradores es larga. Además participó el colectivo Trogón audiovisual y se tuvo el apoyo de Aburrá natural, una página web dedicada a la divulgación de la diversidad local. 

Los registros se realizaron en las zonas urbana y rural de los 10 municipios que integran el valle de Aburrá, desde el alto de San Miguel en Caldas hasta Barbosa. “Utilizamos diferentes metodologías tanto en campo como en laboratorio. Acudimos a múltiples técnicas para el registro, por ejemplo, utilizando cámaras-trampa obtuvimos registro de tigrillos, zarigüeyas, pumas, mapaches, zorros y armadillos. Todo esto se compara con las colecciones biológicas y las bases de datos científicas. Luego estuvimos trabajando durante un año en la redacción del libro. Tuvimos el apoyo de Trogón audiovisual, quienes diseñaron la aplicación”, indicó Sánchez. 

Para este grupo de biólogos toda la información que se publique sobre fauna silvestre debe servir para mejorar la gestión ambiental del territorio si se considera en los planes de ordenamiento territorial y en la toma de decisiones sobre licencias ambientales. También es una herramienta de consulta de primera mano y alta rigurosidad para los estudiantes del área.

Sin embargo, Juan David Sánchez cree que no hay mucha esperanza para esas 100 especies que habitan una región urbana de más de 3.7 millones de habitantes. “Cada vez impactamos más lo que queda de ecosistema natural. Tengamos en cuenta que no podemos hablar de biodiversidad a nivel local sin considerar el nivel regional: el valle de Aburrá depende de otras regiones como Santa Rosa de Osos, el alto de San Miguel, el alto de Minas y el páramo de Belmira; lo que pasa es que cada vez disminuimos y trasformamos esos hábitats”. 

La aplicación se puede descargar de manera gratuita en tiendas como Play Store o App Store. Además las fichas de las especies están disponibles en formato PDF descargables desde la página del Área Metropolitana del Valle del Aburrá.