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Luis Mariano Ortiz Ordoñez es un joven nacido en Ibagué que proviene de una humilde familia conformada por sus padres, cuatro hermanos y dos hermanas. En su ciudad natal se dedicaba a ayudar en la economía del hogar vendiendo empanadas de puerta en puerta. Lo hacía caminando y recorriendo grandes distancias. Aunque podría estar entregado a otras actividades juveniles, no sentía vergüenza. Su responsabilidad y madurez cada vez eran mayores y, consciente de que su padre pasaba largas jornadas en su lugar de trabajo, un puesto de frutas, también lo ayudaba para que tuviera un respiro en sus arduas jornadas.

Decidido a mejorar su futuro y el de su familia, Luis Mariano tomó la decisión de trasladarse de Ibagué a Medellín. Se radicó en el municipio de Bello, en el barrio La Gabriela. Allí se instaló en una casa familiar donde podía pagar una habitación, con la ayuda de su padre, y así empezar una nueva historia. Uno de los objetivos de este inquieto joven era estudiar Ingeniería Sanitaria en la Universidad de Antioquia, pues el buen nombre y el reconocimiento de la institución siempre le habían llamado la atención. 

¡Su sueño se cumplió en el primer semestre de 2014! El ingreso a la Universidad le permitió conocer otros espacios académicos, culturales y deportivos; sin embargo, no todo era color de rosa para Luis Mariano, pues el desplazamiento hacia la Universidad era difícil, ya que en ocasiones no tenía cómo cubrir los costos de los pasajes. Su recursividad y sus ganas de estudiar lo llevaron a ingeniárselas para cumplir con sus cursos. Fue así como decidió recorrer, caminando y trotando, ida y vuelta, los 11,3 kilómetros que separan su lugar de residencia de la Ciudad Universitaria.

No era extraño verlo correr por la autopista que atraviesa el norte del Valle de Aburrá día y noche. Un joven ibaguereño hábil que –emulando al legendario corredor Filípides de la gesta de Maratón en la Grecia antigua– utiliza la fuerza de sus piernas para luchar por una vida mejor para él y su familia.

Luis Mariano, a sus 23 años de edad, no sólo corre porque quiere, sino porque lo necesita. Su ambición y hambre de triunfo son propias de su personalidad. Sus largas y rápidas piernas le servían para evitar gastar dinero en pasajes y costear los semestres en la Universidad de Antioquia. Con sus caminatas diarias se ahorraba los pasajes y de paso se entrenaba para competir en las diferentes pruebas de fondo que organiza la Liga Antioqueña de Atletismo, la misma Universidad o las que resultaban en la ciudad.

Quienes lo veían pensarían que estaba entrenando, otros dirían que lo hacía únicamente por diversión, pero solo él sabía que ir y venir por esa larga y extensa vía era un modo de subsistir y de llegar a la Universidad a como diera lugar para recibir sus clases. Verlo llegar incólume, con su camisilla mojada por la transpiración y las gotas de sudor todavía corriendo por su rostro demostraba el esfuerzo que este joven realizaba para poder llegar a ocupar un puesto en el aula de clase. Y era una escena que llamaba la atención de otros estudiantes quienes, al darse cuenta de lo que hacía, no dudaron en brindarle un salvavidas económico y decidieron apoyarlo con los pasajes y con el pago de los derechos de la matrícula. Un gesto de humanidad que lo llenó de emoción.

Sin pensarlo mucho resultó en el atletismo. La resistencia que le dieron esos largos recorridos fue la base para iniciarse en el deporte. Participar en varias de las carreras que organiza la Universidad le sirvió para ser llamado a representar a la institución en esta disciplina, donde ha participado en varias carreras y ha sido triunfador en algunas de ellas como: la Tena 5K, celebrada en agosto de 2014, y la Carrera de las Luces, en diciembre del mismo año en Medellín. También ganó la carrera 5K denominada “De cerro a cerro”, en diciembre de 2015. La más reciente competencia en la que obtuvo un lugar en el podio fue la de Cerro Tusa 12 K, en el municipio de Venecia, Suroeste antioqueño, en junio de 2016.

Como referentes en esta disciplina deportiva, Luis Mariano tiene al atleta etíope y medallista olímpico Haile Gebrselassie, especialista en carreras de fondo, al cual admira por lo que hace desde 1990 y también porque lo relaciona con su historia de vida. 

Este ibaguereño, que con humildad y emoción expresa: “el atletismo me divierte y me exige porque comparto con amigos”, reconoce que llevar la camisilla de la Universidad de Antioquia en estas competencias es un orgullo y un compromiso de mucha responsabilidad que lo motiva a llegar siempre más lejos.