Ciencia

Varios de los desarrollos del Grupo de ciencia y tecnología del gas y uso racional de la energía –Gasure– son casos de tecnología transferida a las empresas desde la Universidad. Cortesía: Unidad de Innovación

La ciencia y la tecnología no pertenecen a los laboratorios. Entender la necesidad de conducirlos hasta la sociedad y las empresas es fácil, lo difícil es concretarlo. Por ejemplo, la Universidad gestiona anualmente más de mil proyectos, según la Vicerrectoría de Investigación. Uno solo de esos proyectos puede producir varios resultados comercializables. 

En la Alma Máter, la responsabilidad de liderar ese proceso de transferencia recae sobre esta Oficina. Según Pamela Álvarez Acosta, su coordinadora, los siguientes logros están entre las razones por las que el ente rector de la ciencia en Colombia ofreció el reconocimiento a la Universidad en diciembre de 2018, el cual estará vigente durante los próximos tres años: 

• 64 patentes concedidas
• 161 contratos de I+D con empresas o agentes externos
• 39 contratos de licencia o comercialización
• ingresos por 610 millones de pesos de regalías por licenciamiento
• 4 spin off creadas
• Un portafolio amplio y creciente de más de 300 activos de conocimiento

¿Cómo surgió la primera OTRI del país? Pamela Álvarez lo explica.

Implicaciones 

Para Álvarez, el reconocimiento tiene tres grandes implicaciones. La primera es mayor visibilidad, la cual ha ganado progresivamente la Universidad a través de esta oficina, que suma 15 años de constitución y experiencia.

La segunda es la importancia de contar con un amplio portafolio de servicios y productos en materia de transferencia tecnológica, al servicio de sus públicos de interés internos y externos.

Y la tercera consiste en que la Alma Máter podrá aspirar a mayores recursos del Sistema General de Regalías y de exención tributaria en alianza con actores externos. Así, liderará o acompañará proyectos, facilitando la aplicación de los resultados de investigación y su transferencia, y generando beneficios de retorno a la Universidad.   

«Para quienes quieran aplicar a ciertas modalidades de esas fuentes de financiación, y dentro de los términos de referencia les exijan el acompañamiento de otro actor reconocido, esta oficina podrá ser un actor relevante», explicó Álvarez. 

El reconocimiento es «también una invitación a que los profesores, investigadores y estudiantes sigamos por este camino de transferir el conocimiento de la investigación a la empresa y la sociedad», opinó Ricardo Moreno Sánchez, profesor del Departamento de Ingeniería Mecánica. 

En este sentido, Moreno señaló que el apoyo de la oficina es clave por las dificultades que tienen los investigadores para implementar soluciones tecnológicas en la sociedad, más allá de desarrollarlas.

Por su parte, Franklin Jaramillo Isaza, investigador del Centro de innovación y desarrollo de materiales –Cidemat– dijo que el liderazgo de la Universidad le «permite seguir creciendo en los retos que conlleva la generación del conocimiento, especialmente en los impactos positivos sobre la agregación de valor a los diferentes sectores de la economía y la sociedad».

Jaramillo recalcó que uno de los más grandes retos es generar valor medible y cuantificable en beneficio de la Universidad y del ecosistema científico colombiano desde la transferencia de activos del conocimiento. 

Para él, esa labor, además de buscar aliados en la comercialización y el alistamiento de tecnología, es difícil de enfrentar «en un ecosistema variable y no siempre favorable, que depende de políticas que apenas están en crecimiento para Ciencia, Tecnología e Innovación –CTI».

Criterios para el reconocimiento

Estos son otros criterios que condujeron a Colciencias a entregar el reconocimiento: 

• Estrategia: Para el ente rector de la ciencia en Colombia, la misión y el plan estratégico de la Oficina de transferencia de tecnología armonizan con las proyecciones estratégicas de la Universidad y con las necesidades nacionales en CTI.
• Interrelación: Se destacó la cooperación de la Universidad, a través de la oficina, con el Estado y con distintas empresas y otros actores del ecosistema de CTI nacional e internacional 
• Recursos: Se valoró como positivo el talento humano, la estrategia de sostenibilidad y la infraestructura.
• Actividades: Colciencias destacó actividades que van desde la identificación y gestión de oportunidades para el trabajo articulado con las empresas, hasta la valorización de resultados, la formulación de la estrategia de propiedad intelectual  y la consolidación de un portafolio de productos y servicios para ofertar al sector empresarial y la sociedad en general.
• Grado de madurez de la tecnología: Se resaltó que la oficina tenga un amplio portafolio con estrategias de marketing tecnológico en un nivel de maduración apto para acciones de transferencia.