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Fotos: cortesía Ministerio de Educación Nacional.

“Con un mejor sueldo, podría seguir estudiando”, dice María Paulina Rodríguez, docente de bachillerato de un colegio público, quien está completando su formación en inglés en un instituto privado, haciendo un esfuerzo económico, según ella, porque sus ingresos no son suficientes para cubrir los gastos y al mismo tiempo invertir en educación.

En esto coincide Hugo Alberto Buitrago, jefe del departamento de Extensión y Educación a Distancia de la Facultad de Educación, de la Universidad de Antioquia. “Entre las mayores barreras para el acceso están los bajos salarios de los maestros, que a veces no son suficientes para hacer este tipo de inversiones. A pesar de que la oferta de educación continua es amplia, los docentes disponen de pocas oportunidades de financiación que les permita compensar los pocos ingresos”. 

Según Buitrago, un diplomado dirigido a los docentes como los que ofrece la Facultad de Educación puede costar alrededor de 1.500.000 pesos, valor que está cerca del punto de equilibrio, pues la misión de la Universidad no es enriquecerse con este tipo de oferta; aun así los salarios de los docentes, específicamente de la educación básica, no son suficientes. 

Además de la Universidad de Antioquia, distintas instituciones de educación superior tienen una oferta en educación permanente para docentes. El Municipio de Medellín, por ejemplo, dispone del Centro de Innovación del Maestro, Mova, que abrirá sus puertas en la zona Norte, cerca de la Ciudadela Universitaria, y que se propone como un “escenario para la formación integral de los maestros”.

En Antioquia y Medellín existe el Comité Territorial de Formación Docente, instancia pública en la que se discuten las necesidades de formación de los docentes, entre otros asuntos. En este comité participa la Facultad de Educación, porque su misión formadora de maestros para la educación básica primaria y secundaria, a través de las licenciaturas en los distintos campos del conocimiento.

¿En qué actualizarse?

A través de cursos y diplomados orientados a mejorar sus capacidades pedagógicas, didácticas y metodológicas, los docentes pueden elegir entre una variedad de temas según sus intereses.  

Estos temas pueden clasificarse en permanentes y emergentes. Entre los permanentes están los dirigidos a cada área temática del saber, para mejorar los desempeños de los docentes en ciencias sociales, didáctica de la lengua y la literatura, ciencias naturales o matemáticas y física.

De acuerdo con las necesidades del contexto educativo, también emergen temáticas específicas que se vuelven permanentes como, por ejemplo, inglés, proyectos ambientales, educación sexual y tecnologías de la información y la comunicación, TIC. 

“En este momento emergen los temas de construcción de paz, convivencia escolar, cultura escolar y resolución de conflictos, lo que responde tanto a los análisis investigativos que proponen que la escuela se vincule a la construcción de paz, como al Decreto 1038, que reglamenta la Cátedra de la Paz en Colombia, en cumplimiento de la Ley 1732 de 2014”, explica Buitrago, y agrega que las temáticas también surgen de las iniciativas de los docentes, como por ejemplo el diploma en Literatura Infantil que ofrece la Universidad de Antioquia. 

Otras dificultades

Para la docente María Paulina Rodríguez, además de los costos y los desplazamientos, la motivación es un asunto clave. “Pensaba eso de que loro viejo no aprende a hablar, y entonces me daba miedo retomar el inglés, a pesar de lo necesario que es”. 

Según Hugo Alberto Buitrago, los docentes regresan con gusto a las aulas, “es como un bálsamo en su vida profesional y académica, significa la posibilidad de discutir asuntos pertinentes con otros docentes y se muestran satisfechos por aprovechar la oportunidad”. Sin embargo, la resistencia al cambio puede aparecer en algunos de ellos. 

“Los programas están dirigidos a personas adultas, en quienes hay una tendencia a la estabilización de procesos cognitivos y procedimentales, y que entran en una zona de confort. Lo que hacemos es mover esas estructuras que ya están aquietadas, nos interesa buscar muchas estrategias didácticas y pedagógicas que movilicen el pensamiento y la acción de los docentes. Nuestros diplomados están estructurados desde una perspectiva contemporánea de construcción del conocimiento, sin desconocer las distintas tradiciones”, señaló Buitrago, para quien es necesario establecer un dialogo de saberes que permita construir comunidad académica y reconocer el conocimiento de los maestros. 

Otra opción es la educación a distancia, que permite llegar a las regiones más apartadas. En el caso de la Facultad de Educación, varios diplomas se ofrecen en las distintas sedes y seccionales de la Universidad. Además está la iniciativa de virtualizar gran parte de los contenidos, mezclando lo virtual con lo presencial, para lograr una mayor inclusión. 

La razón de ser de estos programas es el interés que tienen los profesores en regresar a las aulas, compartir su experiencia, sus saberes y construir con otros, un reto nada fácil de asumir, pero necesario para mantenerse actualizado.