Cultura

Marcelo Tenorio era un hombre que estaba relacionado con los próceres del momento, por ello sus textos se convierten en una rica fuente de información de la lucha por la independencia. ¿Quién fue Marcelo Tenorio y por qué es importante conocerlo?

Humberto Barrera: De Marcelo Tenorio se tiene muy poca documentación, escasamente algunas cosas que él dice y no más, porque en otras fuentes es difícil encontrar referencias. Esto revela que no era un hombre muy público, pero lo que sí se sabe es que él tenía la profesión de comerciante, que nunca terminó sus estudios, como lo había planeado inicialmente, pues la mamá no se lo permitió. 

Después de 1810, en Bogotá, la gente se decantaba por la carrera de las armas y la mamá temió que de pronto su hijo también se metiera en el ejército y perderlo muy joven. Entonces él se dedicó a manejar, en Bogotá, en la Calle Real del comercio, los negocios del señor Ignacio Camacho, quien cayó en quiebra después de ocho años y arrastró con ella a Tenorio.

¿Y qué pasó luego con él?

Mientras estaba en Bogotá, Tenorio coincidió con el general José María Córdova, con quien estrechó el lazo de amistad que tenían desde antes, y Córdova lo envolvió en su revolución antibolivariana, sin que Tenorio hubiera tenido el proyecto de meterse en ese cuento de conspirador. 

Después, cuando Córdova murió en el combate de El Santuario, a Tenorio lo llevaron a prisión en Venezuela, probablemente a Puerto Cabello, que era una cárcel muy famosa. Tenorio estuvo realmente poco tiempo allí, porque después fue trasladado a Honda, donde estuvo preso hasta febrero de 1831. Luego se dedicó a distintas actividades, fuera en el estanco de tabaco de Honda o, más adelante, como administrador de correos de la misma ciudad. Realmente nunca tuvo una gran prominencia social y económica, pero sí se le recuerda por sus escritos, un poco extensos algunos, y muy amenos de leer, muy agradables.

¿Y cuál fue su final?

Tenorio murió en Bogotá en diciembre de 1861, prácticamente en la miseria, después de padecer una larga parálisis y mucha pobreza. Esta es más o menos, en síntesis, la vida de Marcelo Tenorio.

¿Cómo era la relación de él con las personas de su época y cuál fue su aporte a la vida política y social?

Creo que en ese momento lo que más reconocimiento le dio fue su oficio de comerciante. No ocupó grandes cargos en el Gobierno. Creo que más que nada tenía muy buenas relaciones, pues se conoció con Santander y con otros próceres de su momento. 

Así que Tenorio no era que tuviera una gran figuración propiamente, sino que sus relaciones eran por lo alto. Sí figuró, puesto que asistía a tertulias y conocía a otras personas en Bogotá. Parece que era un hombre muy agradable, gracioso y ameno en su conversación, entonces esto hacía que lo invitaran con mucha frecuencia a distintas reuniones nocturnas, porque —recordemos— no había luz eléctrica, no había televisión, entonces la gente conversaba más. Parece ser que ese era el gran valor de Tenorio como persona, es decir, un hombre muy conversador y muy culto, que leía mucho.

¿Qué escribió Marcelo Tenorio? ¿Qué ha compilado usted en este libro publicado por la Editorial Universidad de Antioquia?

Escribía crónicas. De hecho, la «Refutación a Florentino González», que podríamos decir que se compone de cinco partes de la misma carta al redactor del neogranadino, es un intento de rehabilitar otra vez la memoria de Córdova, pues Florentino González dice algunas cosas en su texto «Recuerdos de la época de la dictadura» con las que incurre en algunos errores e inexactitudes. Entonces Tenorio, que era amigo de Florentino González, que era contemporáneo de los hechos, que era masón como lo habían sido Córdova, Bolívar y Santander, que se movía en el mismo contexto social de Florentino González, se da cuenta de que a este lo traiciona la memoria, de que Florentino recuerda cosas, pero las recuerda mal, y por eso escribe para refutar su versión de los hechos. 

Es muy bonito que Tenorio hubiera hecho eso, pues de lo contrario se habría perdido esa fuente. La refutación a mí me parece de lo más maravilloso que pudo haber redactado Tenorio. 

¿Escribió algo más?

Sí, él tiene más escritos, no solamente los que se publicaron en el libro de la Editorial Universidad de Antioquia, sino otras cartas y artículos de periódico, pero estos son más cortos y generales. No se detienen tanto en detalles y asuntos concretos. El libro de la Editorial Universidad de Antioquia es el primero que se publica como compilación de los escritos de Marcelo Tenorio.

¿Por qué hay que conocer a Marcelo Tenorio en la actualidad? 

Hay distintos motivos. Por ejemplo, el historiador que esté interesado en esclarecer ciertos hechos de la época de la noche septembrina, de la conspiración en contra de Bolívar, ahí va a encontrar una fuente de primera mano muy interesante, porque Tenorio da información que complementa lo que ya se conocía. 

Pero si es un lector no especializado que quiere conocer más de la época, se va a encontrar con una sorpresa muy grata porque Tenorio, como era tan buen conversador, entonces también es un gran cronista, y escribía de una manera muy agradable.

¿Cómo describiría su escritura?

Uno empieza a leerlo y lo arrastra; es como leer literatura, muy ameno. Personas de distintas profesiones que quieran introducirse un poco más en esa época encontrarán en este libro un material muy importante, suculento; asimismo, el lector común y corriente que quiera leer algo distinto de la época y saber cómo era la vida cotidiana, algunas costumbres, anécdotas, entre otros aspectos, los encontrará aquí y narrados de un modo sumamente agradable. De manera que hay muchos motivos para leer a Marcelo Tenorio. Además de esto, el libro cuenta con ocho ilustraciones y quedó tan bonito que es verdaderamente una delicia tenerlo entre manos.

El libro ´Confesión de un viejo faccioso arrepentido-Refutación a Florentino González´ puedes conseguirlo en la Librería de la Universidad de Antioquia, ubicada en el primer piso del Edificio de Extensión, teléfono: (4) 219 80 12 y correo: libreria@udea.edu.co