Academia

Aprender a hablar, leer y escribir son algunos de las habilidades esenciales para poder comunicarnos y que en parte, inician en la escuela. En esa tarea de enseñanza del lenguaje, en la que se ven inmersos a diario muchos maestros, existen retos a la hora de potenciar no solo los conocimientos, sino las maneras de enseñar. Desafíos que retoma la Red de Lenguaje de Antioquia para capacitar maestros y así beneficiar a las comunidades. 

Hace cuatro años se consolidó el proyecto Red de Lenguaje como un punto de partida para fortalecer los procesos y prácticas pedagógicas que existen en distintas instituciones educativas del Departamento. Desde 2016 comenzó una nueva fase de formación de esta iniciativa gracias al asocio de la Secretaría de Educación de la Gobernación de Antioquia y la Facultad de Comunicaciones de la Alma Máter, que por ahora está formalizada hasta junio de este 2017. 

El proyecto cuenta con componentes de formación, asesorías, clubes de lenguaje, eventos académicos y producción de material de apoyo para el trabajo en el aula de clase. Y como parte del trabajo fuerte de la Red hace énfasis en la capacitación docente, su componente formativo cuenta con cursos y seminarios para maestros, donde algunos facilitadores refuerzan sus conocimientos en dos grandes campos: literatura y lingüística. 

Según Astrid Carrasquilla, coordinadora de la Red de Lenguaje, el foco del proyecto “no es decirle al profesor cómo dar la clase, sino que ellos realmente mejoren su formación y así puedan diseñar por sí mismos sus actividades. El proyecto tiene como fin último la alfabetización escolar, donde el maestro se convierte en mediador e inspirador”. 

Actualmente la Red de Lenguaje trabaja con docentes de municipios no certificados, es decir, aquellos que no cuentan con una total autonomía administrativa y financiera, garantizando que el proyecto pueda cobijar a los maestros de algunos lugares del Departamento donde más se necesita. 

También, Gustavo Bedoya, asesor académico de la Red, dice que este trabajo permite potenciar resultados en pruebas de Estado y en las pruebas de ingreso a la universidad pública, donde la competencia lectora juega un papel determinante. “Estamos convencidos de que son las habilidades como lectores y escritores las que permiten que cualquier persona logre concretar sus deseos académicos. Incluso las pruebas sobre temáticas particulares están mediadas por las habilidades que el estudiante tiene a la hora de leer y comprender las preguntas y las posibles respuestas”, comentó Bedoya, quien además es docente investigador de la Alma Máter.   

Esta iniciativa cuenta con el respaldo del Grupo de Estudios Lingüísticos Regionales de la Facultad de Comunicaciones, que desde sus conocimientos contribuye y aporta a las experiencias que se encuentran entre la escuela, los maestros y el entorno. 

Es por esto que llegar a distintos lugares de Antioquia se ha convertido en una prioridad, pues iniciativas como estas “implican darse cuenta de las diferencias entre las regiones por los temas de interés, las formas de interactuar e incluso, las maneras de enseñar y aprender; esto nos permite cuestionarnos sobre qué le queda a la Universidad cuando tiene la oportunidad de ver cómo funciona en distintas regiones el trabajo con los maestros”, comentó Carrasquilla, definiendo la propuesta como un aprendizaje en doble vía. El trabajo de la Red de Lenguaje espera poder beneficiar, al finalizar sus procesos de capacitación y demás actividades integradas, a unas 6.000 personas en todo Antioquia.

¿En qué vamos? 

Para el primer semestre de 2017 se ejecutará el tercer curso del proyecto, que se brindará en 35 municipios y tendrá como énfasis la lectura de textos diferentes al escrito, reforzando otros sistemas simbólicos que vayan más allá de los libros guía como elementos únicos en el aula.

En cuanto a los 36 seminarios que componen el proyecto, en 2016 se dictaron 26 de ellos y durante este primer semestre del 2017 se estarán impartiendo los 10 seminarios de capacitación restantes en los municipios de Puerto Nare, Santo Domingo, El Santuario, San Pedro de Urabá, Liborina, Carolina del Príncipe, Dabeiba, Tarazá, Anzá y San Andrés de Cuerquia.  

Una de las barreras más comunes en la formación de los docentes está en el eco que puedan tener iniciativas como estas entre las directivas de las instituciones educativas; “la capacitación constante de los docentes debe tener un respaldo administrativo de las instituciones, de tal modo que los maestros puedan asistir a las actividades”, dijo Carrasquilla.

Por su parte, Bedoya expresa como principal preocupación que a pesar de que los docentes en todo el Departamento realizan grandes esfuerzos de formación, aún hay falencias en áreas como la literatura donde “el mayor problema está en el hecho de que muchos profesores de lengua castellana no son lectores asiduos. Muy pocos leen por gusto y sus habilidades y conocimientos a la hora de leer críticamente son insuficientes”, dijo, recordando también que en algunos casos no todos están formados en el área del lenguaje. 

Otra de las cuestiones problemáticas –que se convierte en una barrera en los procesos de enseñanza– tiene que ver con asuntos presupuestales, ya que en muchos casos –especialmente en lo rural– son insuficientes u obsoletos los recursos, por ejemplo, con estrategias que incluyan las TIC. Razón por la cual la Red de Lenguaje también viene trabajando en la producción de material de apoyo que complemente el trabajo y la formación de los cursos ofertados; algunos de estos serán contenidos audiovisuales que compilen parte de las experiencias del proyecto.

Al finalizar el proyecto se entregarán 100 micro-videos con las experiencias significativas de los maestros en sus respectivas regiones y otras temáticas. Hasta ahora ya están disponibles 58. 

También se trabaja en la construcción de módulos didácticos, diseñados de manera multimedial, para que los docentes puedan trabajar desde las aulas con sus estudiantes sin necesidad de que estos se conecten la web. Hasta ahora ya fueron diseñados dos de los cinco módulos. 

Pero el trabajo de la Red no se agota sólo en los profesores, pues desde 2015 se ejecuta un componente denominado Clubes del Lenguaje, integrados por niños y jóvenes quienes se reúnen a partir de unas actividades presenciales y otras virtuales con asesorías de tutores, donde lo que se busca es que se aproximen de una manera más divertida a la lectura y la escritura, estimulando un poco la escritura creativa. Todo esto a través de 10 retos del lenguaje, disponibles en el metaportal de la Gobernación de Antioquia.  

La visión de la Red no es pensar que la lectura y la escritura son un asunto meramente cognitivo, sino sobre todo una práctica cultural y que como tal conlleva unos significados y demás relaciones a considerar a la hora de aprenderlos; “queremos que los profesores y el personal administrativo de las instituciones educativas y los mismos padres de familia acierten al comprender la importancia de la lectura y la escritura crítica como las prácticas académicas más importantes para la formación de todos los ciudadanos, independientemente de la disciplina del saber en la que un estudiante quiera especializarse”, concluyó Bedoya.