Ciencia

El Programa de Ofidismo/escorpionismo cuenta con mas de 25 años de experiencia en todo lo relacionado con toxinas, antivenenos, el accidente por animales ponzoñosos y las alternativas terapéuticas.

Con este paso se busca garantizar disponibilidad del recurso en las zonas rurales, donde usualmente se registra mayor incidencia de casos por mordedura de serpiente. De acuerdo con Sebastián Estrada Gómez, profesor responsable del proyecto y coordinador del Serpentario de la Universidad y del programa de Ofidismo y Escorpionismo, adscrito a la Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias, la formulación planteada se basa en un antiveneno liofilizado o seco de tercera generación, distinta a la líquida que se ofrece en el país, y que al no demandar cadena de frío permitirá garantizar su disponibilidad en los puestos de salud u hospitales apartados.

“Esperamos tener un antiveneno de tercera generación elaborado con venenos de serpientes de diferentes partes del país, siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud para la producción de antivenenos, esto para estar en armonía con el resto del mundo". Agregó el investigador que la spin-off universitaria facilitará el acceso a este tipo de medicamentos y se enfocará en la producción de antivenenos asequibles, más seguros y eficaces.

La spin-off cuenta con el apoyo del Instituto Colombiano de Medicina Tropical del CES y de la Universidad. Se sumará a otras unidades productivas de esa naturaleza que tiene hoy la Alma Máter y en algunas de ellas también participa el inversionista ángel. “Hemos recibido un gran e incansable apoyo de la Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias, la Rectoría, la oficina de Gestión Logística e Infraestructura, la oficina de Asesoría Jurídica y el programa de Gestión Tecnológica”, mencionó Estrada.

La meta es llegar a la distribución de un antiveneno que reduzca el número de casos fatales, que oscilan en el país entre un 3 y un 5% de los 4.200 accidentes que ocurren en promedio cada año y son comparativamente significativos respecto a los que se registran en otros países debido a que, entre otros aspectos, en la ofidio-fauna nacional se incluyen serpientes como la mapaná, — la cual ocasiona un 70% de los casos de accidentes ofídicos en el país—, e igualmente otras de alta toxicidad como la cascabel, el verrugoso, la patoco y la víbora de tierra fría. Es importante tener en cuenta que algunas condiciones ambientales como el cambio climático pueden aumentar el número de casos, debido a que las serpientes están transitando por latitudes antes no usuales.

En la primera fase, la nueva spin-off se enfocará en la atención de los accidentes ocasionados por estas serpientes; sin embargo, a mediano plazo se plantean otros antivenenos para atender accidentes por coral, arácnidos y otros animales ponzoñosos.

La idea es permitir que en Colombia se cubra la demanda de antivenenos basada en los casos de accidente ofídico (más común en hombres con edades entre los 14 y 44 años) y salir al paso a las dificultades de desabastecimiento por sueros antiofídicos en el país, en especial en zonas rurales apartadas y de difícil acceso, donde además es común el tratamiento de los accidentes con medicina tradicional, que en la mayoría de los casos no sigue los protocolos médicos, generando algunas complicaciones.

El investigador enfatiza en que este proyecto tiene el sello de trabajo interdisciplinar y no habría sido posible sin un recorrido de más de veinte años de investigación y de un trabajo que desde afuera parece exótico, pero que ha sido vital y apreciado en la comunidad científica nacional e internacional.

En este sentido, destaca que al finalizar el primer semestre, cuando se cumpla la ejecución del lote piloto, estarán también afinados los asuntos legales, de la mano del Ministerio de Salud y de las entidades colombianas de salud. A futuro será posible incursionar en la prestación de servicios de producción de antivenenos para otras latitudes y mejorar desarrollos conjuntos y alianzas con instituciones como el Instituto Butantan de Sao Paulo, Brasil, uno de los grandes aliados en Latinoamérica.

La Universidad de Antioquia, por medio del Serpentario y del programa de Ofidismo y Escorpionismo, se perfila como un centro de referencia en alternativas terapéuticas, investigación en toxinas y producción de antivenenos, gracias al acumulado de veinte años de investigación del Grupo que se prepara con Ruta N y otras entidades para proyectar la exportación de la producción.

“No queremos que nos vean como una competencia en el medio, sino que buscamos ser aliados en el sistema de salud como un centro especializado en generar alternativas de abastecimiento para evitar las recurrentes alertas por la escasez del medicamento, lo que impactaría no solo en la reducción de la mortalidad del accidente, sino en las secuelas como afecciones renales o pérdida de extremidades”, señaló Estrada.