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Toma del juramento durante el acto de posesión del decano de la Facultad de Ingeniería. Foto: Daniela Ramírez Ozuna

Jesús Francisco Vargas Bonilla comenzó febrero siendo oficialmente decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Antioquia, un reto nada fácil teniendo en cuenta que es la unidad académica con mayor población estudiantil de la Institución, con 9000 personas.
Vargas Bonilla es ingeniero electrónico de la Universidad Nacional de Colombia, magíster en Automatización Industria, de la Universidad Nacional de Colombia, y doctor en Cibernética y Telecomunicaciones de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, España.

Además, profesor de tiempo completo adscrito a la Facultad desde el 2004 y se desempeñó como jefe del Departamento de Ingeniería Electrónica desde el 2012.

¿Cuáles son sus principales retos en la decanatura que asume?

Tenemos la idea de construir sobre lo construido, eso implica aprovechar todas las bases que la Facultad tiene gracias a los últimos años de desarrollo. Pero creemos que es importante modernizarla en todo sentido, aprovechar los nuevos cambios tecnológicos para hacer la labor administrativa un poco más fácil.

Creemos que mejorando el modelo administrativo de la Facultad nuestros ejes misionales se van a ver beneficiados. Es importante también mejorar la comunicación con los egresados, porque ellos pueden aportar mucho en nuestra dinámica y sin duda alguna, aunque queremos ser una Facultad de Ingeniería de alto nivel tecnológico, nos interesa avanzar también en la formación humanista. Queremos ir de la mano con la formación de ingenieros responsables con su sociedad y que todas esas soluciones que plantean sean sostenibles. Esa es la gran apuesta de esta administración.

Y en las sedes y seccionales, ¿cuál es la apuesta?

En las regiones el propósito es consolidar la oferta que hemos abierto en los últimos años. Son varios los programas que apenas comienzan o comenzarán el próximo semestre, definitivamente el objetivo es hacer nuestro mejor trabajo para que la calidad de esos programas sea igual o mejor que la que tenemos en Ciudad Universitaria. El compromiso es total, no solo queremos llegar a ofrecer programa, sino a generar desarrollo en las comunidades. El objetivo es que las personas que formemos ahí tengan oportunidades de práctica y laborales en esas regiones para que esa ocupación se revierta en el desarrollo. No nos interesa que migren a los centros urbanos, por el contrario, que con los conocimientos adquiridos en ingeniería contribuyan al desarrollo local.

¿Cuáles serán los aportes de la Facultad a la Universidad respecto al desarrollo que han tenido en el uso de las tecnologías?

La Facultad, en los últimos 10 años, ha tenido esa experiencia piloto de crear y establecer un modelo de educación virtual. Hoy por hoy, la Universidad ha entendido la importancia de ese modelo y por eso va a crear una unidad central que va a recoger la experiencia de la Facultad y de otras unidades académicas. El interés existe, lo que desde la Facultad podemos aportar es esa experiencia, no aislarnos del proceso sino generar sinergias, entendiendo que ahora es un proceso centralizado. Todas esas ganas de trabajar y lo convencidos que estamos en lo que tiene que ver con educación virtual estarán siempre al servicio de la Universidad.

Al final de su decanatura, ¿cuáles serían esos asuntos con los que quisiera que evaluaran su gestión?

Quisiera avanzar en lo que tiene que ver con investigación pertinente para la sociedad, me interesa que la Facultad tenga una relevancia y un impacto real y efectivo reconocido por la sociedad. Que las labores de la Universidad se conozcan y que la gente entienda cómo puede beneficiarse de todo ese conocimiento que generamos en la Institución y en la Facultad. Me gustaría que al terminar mi decanatura la sociedad reconozca a la Facultad como una gran aliada y que sea la opción número uno para desarrollar conocimiento.

Es decir, ¿es clave para usted la extensión?

Nuestros niveles de investigación tienen un éxito tal que tenemos una generación constante de nuevo conocimiento y de prototipos industriales; sin embargo, no hemos sido exitosos transfiriéndolos a la sociedad. Necesitamos que ésta efectivamente se beneficie de lo que hacemos y, desde luego, eso se logra a través de un ejercicio de extensión un poco más organizado, dinámico, que responda a las necesidades.

Conozca aquí la hoja de vida completa de Jesús Francisco Vargas Bonilla y la propuesta presentada para aspirar a la decanatura.