UdeA en las regiones

La celebración del día clásico del Trabajo Social en la Seccional Urabá, se convirtió en un espacio de encuentro para enriquecer el debate y la construcción colectiva en el campo profesional y disciplinar. Se tornó, en último término, en un escenario propicio para continuar profundizando las discusiones teóricas, contextuales, metodológicas y ético-políticas, necesarias para retroalimentar la propuesta formativa y a su vez, problematizar las condiciones de su práctica profesional en ámbitos altamente complejos, donde tienen lugar la exclusión, el conflicto armado, la discriminación, el empobrecimiento, desde realidades que representan retos, pero también posibilidades, en las cuales tiene lugar y completa pertinencia el quehacer profesional del Trabajo Social.

En la actualidad para el contexto nacional y local, el escenario de debate nos invita a centrar la mirada en los procesos de construcción de paz, demandando a las ciencias sociales y en particular al Trabajo Social, propuestas y respuestas que, basadas en la construcción de ejercicios de recuperación de memorias, reivindicación y exigibilidad de derechos desde la acción y la movilización, sitúen la participación y el empoderamiento político de las víctimas y la ciudadanía, contribuyendo así, como históricamente lo ha venido haciendo, a la construcción de escenarios propicios para la paz. Es precisamente este campo de problematización el que orientó el debate para la celebración del Día Clásico del Trabajo Social del presente año en la Seccional Urabá, tema presente en las agendas académicas del departamento.

En esta celebración participaron profesionales, docentes, estudiantes y egresados, todos ellos vinculantes de propuestas para continuar aportando a la construcción de paz desde territorios que plantean grandes retos, como la región de Urabá. En definitiva, se activó la palabra, la problematización, la reflexión y la construcción conjunta para posicionar prácticas y discursos del Trabajo Social en el escenario actual, avivando la identificación de una clara apuesta ética y política que se piensa la construcción de la paz tanto desde la institucionalidad estatal, como desde los territorios y los procesos de movilización social, comunitaria y política de la región y el país.