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Análisis realizado por el grupo de Macroeconomía Aplicada de la FCE, frente a la pérdida de empleos en el Valle de Aburrá, es hoy consistente con la cifra entregada por el DANE: 87 mil empleos se perdieron en el Valle de Aburrá en diciembre de 2020.

Por: Lourdes Cruz Cárdenas -Facultad de Ciencias Económicas-

Con la llegada de la pandemia y las medidas de contención para evitar el contagio por Covid-19 en Colombia y el resto del mundo, la economía se paralizó y con esto, los ingresos, el empleo, el consumo y la producción disminuyeron significativamente, afectando a varios sectores de la economía y la sociedad en general.

Ante el panorama, el grupo de Macroeconomía Aplicada de la Facultad de Ciencias Económicas –FCE– se dio a la tarea de aportar información oportuna a través del análisis: Riesgo de afectación y pérdida de empleos en el Valle de Aburrá por el COVID-19. Los investigadores realizaron simulaciones de pérdidas de empleo por rama de actividad, género y formalidad, usando datos de la Gran Encuesta Integrada de Hogares –GEIH– del DANE y de perspectivas de crecimiento económico, mediante simulaciones Montecarlo.

Las estimaciones del cierre de 2020 realizadas por los investigadores en el mes de abril, son hoy consistentes con la cifra entregada por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística –DANE– que indicó: “en diciembre de 2019, había 1.871.000 personas ocupadas en el Valle de Aburrá y en diciembre de 2020 pasó a 1.784.000”. 

La diferencia, de 87 mil empleos, estuvo dentro del rango estimado según se lee en el análisis, “…en general, de los 1.8 millones de ocupados del Área Metropolitana, cerca de 704 mil están en actividades de alto riesgo de afectación y se estiman pérdidas de empleos entre 77 mil y 89 mil empleos. Estos resultados sugieren que la tasa de desempleo pasaría de 11.8% a un rango entre 15.5 y 16.1%”.

De acuerdo con el profesor Edwin Torres Gómez, líder del estudio e integrante del equipo investigador, el cual estuvo conformado por los académicos: Cristian Andrés Sánchez Salazar, Jhon Edwar Torres Gorrón, Mauricio López González y Wilman Arturo Gómez Muñoz; «las estimaciones que se realizaron consideraban un crecimiento negativo de la economía Colombiana del -2.4% en promedio. Sin embargo, hoy sabemos que la caída del PIB fue más fuerte, pero aun así, las pérdidas de empleo se situaron dentro de las estimaciones realizadas, muy cerca del límite superior».

Lo anterior, agregó el economista, «implica que los empresarios han hecho un esfuerzo muy fuerte para no despedir a sus empleados y probablemente en el caso de las empresas formales, el subsidio a la nómina del gobierno pudo ayudar a mitigar las pérdidas en puestos de trabajo».

De izquierda a derecha y de arriba a abajo, el equipo investigador: Edwin Torres Gómez, Cristian Andrés Sánchez Salazar, Jhon Edwar Torres Gorrón, Mauricio López González y Wilman Arturo Gómez Muñoz.

El informe, alojado en la edición N°29 de la revista Perfil de Coyuntura de la Universidad de Antioquia, también analizó la pérdida de empleos formales e informales en el Valle de Aburrá, donde en el total de ocupados informales “se registra una afectación entre 40.2 mil (5.16%) y 47.8 mil (6.12%) empleos, mientras que en los ocupados formales se estimó una pérdida entre 37 mil (3.58%) y 41.1 mil (3.97%) empleos”, según las simulaciones del estudio.

Aunque, como mencionó el profesor Torres, si bien hay un esfuerzo fuerte de las empresas para no despedir empleados, los más golpeados siguen siendo los informales y pequeños empresarios que no tienen la capacidad de acceder a las ayudas del Gobierno, resaltando la importancia de que empresas y trabajadores puedan formalizarse. 

Ahora bien, el informe estimaba una pérdida de empleos más concentrada en las mujeres que en los hombres, debido a que las mujeres tienen una menor participación en el total de ocupados en el Valle de Aburrá y señala el análisis, “aunque en números hay una mayor pérdida de empleos en los hombres, en términos porcentuales, las mujeres presentan mayor afectación”, lo cual guarda relación con las cifras entregadas por el DANE expresó el profesor Torres.

Así mismo, el estudio advertía de sectores económicos con alto riesgo de afectación, que al tardar más tiempo en recuperarse, iban a presentar mayores pérdidas de empleo, fue el caso de hoteles, restaurantes, bares y similares; construcción; industrias manufactureras y comercio, y actividades de servicios comunitarios, sociales y personales. En tal sentido, el informe concluye que, en el Valle de Aburrá hay 704 mil empleos en alto riesgo de afectación, 463 mil empleos en riesgo medio y 647 mil de empleos en riesgo bajo.

Otro de los aciertos del estudio, se presenta en que la concentración de empleos en riesgo alto, se da especialmente en los ocupados informales que en mayor medida se encuentran en actividades y sectores como hoteles, restaurantes y bares, construcción, industrias manufactureras y comercio.

Finalmente, el profesor Torres recogió algunas recomendaciones en la ruta hacia la reactivación económica, entre ellas, adelantar el censo económico para identificar efectivamente a la población informal y desarrollar rutas de trabajo para su respectiva formalización, así como promover el empleo en mujeres, considerando que la pandemia amplía cada vez más la brecha de género en tasas de ocupación y por último, que las decisiones por parte de las autoridades locales sean informadas de forma oportuna y estén basadas en  información clara y planeación para mitigar las pérdidas de empleos.