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Quiero compartir una pequeña reflexión que tengo sobre mi experiencia del viernes 19 del 2021 de noviembre a las 6:30 am en la Universidad de Antioquia, la titulo en mi mente: “Universidad en Silencio y Soledad”. 

Por: Hernán Jaramillo Salazar, Economista egresado de la Facultad de Ciencias Económicas

Recorrí nuestra Alma Mater completa recordando la Universidad, la Ciudad Universitaria, que inauguramos; tomé muchas fotos llenas de recuerdos de mis 2 etapas: ingeniería química y luego economía, me demoré casi 2 horas en este recorrido de soledad y silencio.

Si….. fue maravilloso. Recordé muchísimo, desde el Museo y la Segunda Bienal de Coltejer [1970]; nuestras primeras clases en Ciencias Humanas [español - realmente era una clase dedicada a la literatura-“; sociología y antropología]; luego los primeros cursos de química - [recuerdo el libro base del curso de Linus Pauling- ingeniero químico; bioquímico cristalógrafo; biólogo molecular e investigador médico; químico cuántico y Premio Nobel de Química en 1954, y Premio Nobel de Paz 1962 - la Universidad siempre presente con lo más avanzado del conocimiento] - luego los laboratorios de química cuantitativa; química orgánica; física y los seminarios y cursos de matemáticas. Continuando por la entrada de Barranquilla a los auditorios donde era el curso de química orgánica; al frente el teatro al aire libre [abierto]; y los salones de clase y el instituto de física con Paez y Machado; y de allí el camino a la biblioteca, lugar del encuentro para estudiar y conversar un poco y al frente el Teatro Camilo Torres, lugar de asambleas, cultura y arte; la plazoleta en que se encuentra la escultura de Rodrigo Arenas Betancourt “El Hombre Creador de Energía” [1969],y el Mural de Pedro Nel Gómez [1968-1969] en el muro de la biblioteca central, que representa “El hombre ante los grandes descubrimientos de la ciencia y la naturaleza”; la Rectoría y la Administración y luego el edificio de ingenierías y más al norte la piscina, y el coliseo en el que algunas de nuestras compañeras nos invitaban a sus partidas de voleibal. 

Luego vino mi cambio a Economía, la satisfacción de mi realización de vida y sus historias y el recorrido periódico del camino no olvidado de economía a ingeniería -[a tomar un café y conversar sobre la vida y la cotidianidad con mis antiguos compañeros y compañeras muy especiales]. Muchos encuentros y mi formación permanente en la economía y en las ciencias básicas, pasión que nunca he abandonado [un gran logro que me dio la vida fue mi nombramiento como miembro honorario de la Academia de Ciencias Exactas Físicas y Naturales].

Luego de economía a ciencias sociales [me nombraron profesor asistente de docencia estando en 9 semestre de economía [tenía a mi función el curso de economía 1] y allí tuve mi pequeño puesto de trabajo en la oficina de María Teresa Uribe, un ser maravilloso de quien aprendí muchísimo en nuestras conversaciones, diálogos y reflexiones. 

Recuerdos de mis participaciones en las asambleas, y en las grandes discusiones académicas y actividades culturales; una universidad que nos formó y nos dejó  vivir y sentir.

Mis profesores me marcaron en la vida, por tres maravillosas competencias que me dieron: saber pensar; saber relacionar y saber argumentar. Recuerdo que después del sexto semestre la mayoría de exámenes nos los entregaban para llevar a la casa, podíamos reunirnos en grupo a discutir el enfoque y a consultar donde quisiéramos, pero cada uno de manera individual respondía por su análisis, enfoque y argumentación-demostración. Y recuerdo a cada uno de mis profesores: y para avanzar en mi camino presenté dos exámenes de suficiencia [era sobre dos materias: desarrollo económico y planeación económica] y era un examen escrito y un examen oral con jurado. Y lo logre; los profesores eran Gonzalo Betancur - murió en mayo de 2020 - y con quien tuve la oportunidad de conversar ya no sobre el desarrollo económico sino sobre su dedicación a la poesía en el 2019 y el segundo examen de suficiencia fue con Rafael Aubad quien fuera Rector de la U de A. 

Y una coincidencia, la gran amistad y cariño que Rafael guardaba de Gonzalo.  En mayo del 2021 Rafael Aubad escribe en la segunda edición del libro de poesía de Gonzalo [“Los ademanes del silencio”]: ‘Dedicatoria a  la memoria de Gonza’.

«En las profundidades del invierno finalmente aprendí que en mi interior habita un verano invencible». Albert Camus. 

Y en la presentación del libro su texto revelador de su amistad lo titula: “Nada de lo humano le era extraño”. Y termina la presentación con una anécdota maravillosa: “Su familia encontró en su nochero una nota escrita con su kilométrico que decía: Rafa: muchas gracias por hacerme copartícipe del delito de lesa amistad. Traspasar un umbral, es la posibilidad de encontrar nuevos caminos rociados con la confianza y el vino, para esquivar obstáculos metafísicos y… abrazos”. 

Con esos grandes profesores presenté mis 2 exámenes de suficiencia. En ellos estaba nuestra formación integral y profunda, acompañada nuestra hemeroteca o centro de documentación, refugio para estudiar, pensar y buscar conocimiento, espacio que se completaba con el CIE, templo al que siempre se quería llegar y el recuerdo de icono e impacto nacional de la investigación, hoy aún vigente ‘Contribución al estudio del desempleo en Colombia / [por] Juan F. Gaviria G. Francisco J. Gomez P. [y] Hugo Lopez C’. Medellín, Centro de Investigaciones Económicas, [1971], 172 p.

Y después de esta anécdota reveladora de nuestra formación cómo estudiantes y seres humanos puedo decir que si alguien me preguntara cuál fue la materia más importante y que más me formó como economista fue “Insumo Producto”- con Santiago Peláez-, quien a través de la historia económica [los Fisiócratas, y su gran orientador François Quesnay, sus predecesores y sembradores de futuro] nos llevaron por el camino del equilibrio general. 

He tenido el privilegio de estar siempre muy cerca de la U de A como evaluador del proceso de investigación de la universidad y visitante de una muestra selecta de los grupos de investigación para comprender e ir en la búsqueda del secreto de hacer ciencia; como asesor del Plan de Desarrollo y asesor  de la Vicerrectoría de investigación para la reforma del Estatuto General y en la Facultad de Economía tuve el privilegio de ser el conferencista y egresado invitado para la celebración de los 75 años de la Facultad. El título de mi conferencia fue: “Objetivos de Desarrollo Sostenible. Concepción o instrumentos para el desarrollo?”. Y el cierre fueron dos preguntas que dejé para la reflexión: 

[1] “La ciencia y la investigación: Una respuesta? 

[2] Nuevos límites al crecimiento: hasta cuando?

El recorrido fue un camino en el tiempo: intacto, excepcional, con hechos, nombres y recuerdos. Una Universidad en Silencio y en Soledad, pero presente con su Ciencia y su Conocimiento. Un privilegio vivir el sentido de  Universidad con su historia, sus contradicciones y sus avances, pero lo más importante de ese viernes, fue el maravilloso camino de la memoria, que me dio la oportunidad en esa mañana de llevar, recordar y comprender con gratitud nuestra universidad.