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Por: Clara Zuluaga M.

Líder componente sostenibilidad del Proyecto PAI de Sostenibilidad Institucional y Gestión Ambiental de la UdeA

Una línea de tiempo representativa de los cambios ambientales derivados de la evolución socioeconómica, la cultura y su plataforma tecnológica da cuenta de la insostenibilidad desatada por las intervenciones humanas sobre los ecosistemas y pone de manifiesto la transgresión antrópica de varios de los límites ambientales que garantizan la sostenibilidad, entendida ésta como resiliencia y capacidad de adaptación cultural a los límites que permiten la pervivencia en el tiempo de los sistema socioecológicos.

En el remoto paleolítico, la insostenibilidad, evidenciada en el agotamiento de recursos de caza, pesca y especies vegetales comestibles para la recolección, se caracteriza por su extensión local y reversibilidad asociada a unas dinámicas de resiliencia socioecológica en pleno funcionamiento. Ya en el neolítico, con la vida sedentaria y las nacientes prácticas agrícolas y pecuarias, los impactos ambientales derivados de estas actividades se tornan tan extensos, tan intensos y tan duraderos que sobrepasan los límites ambientales asociados a la resiliencia socioecológica y de esta manera, la insostenibilidad derivada se traduce en el colapso de algunas culturas como consecuencia de la salinización de suelos y de problemas de disponibilidad de agua.

Durante la antigüedad y el medioevo, de la mano del incremento poblacional, de la organización social, del cambio tecnológico y de la cultura asociada, el deterioro ambiental inducido desde la vida cotidiana y las actividades socioeconómicas se manifiesta en contaminación del agua, pérdida de vegetación boscosa y hábitats humanos insalubres, claras evidencias de la transgresión incontrolada de los límites ambientales por la presión antrópica.

En perspectiva histórica, la trayectoria progresiva del impacto ambiental evidencia su agudización y mayor extensión hacia finales de la edad moderna, con el advenimiento de la primera revolución industrial, la máquina de vapor y el uso creciente de carbón mineral como combustible. Esto configura el hito desencadenante de la tendencia de emisiones contaminantes derivadas de la quema de combustibles fósiles, con el consecuente incremento de CO₂ en la atmósfera que, agravado en la edad contemporánea por la sobrepoblación, la producción taylorista, el uso creciente del automóvil, el auge tecnológico asociado a la segunda revolución industrial y la cultura consumista, da lugar al efecto invernadero y al surgimiento de un acelerado cambio climático antropogénico, entre otros problemas ambientales, clara manifestación de la insostenibilidad.

Aunque la actual crisis ambiental asociada a la insostenibilidad se deriva de la concatenación de problemas como pérdida de agua apta para consumo humano, degradación y pérdida de fertilidad de suelos, cambio climático, deforestación y pérdida de biodiversidad, contaminación del aire y colapso de ecosistemas marinos por contaminación, entre otras disfunciones socioecológicas, la causa raíz de todo ello es cultural y conecta con la cosmovisión dominante, con los imaginarios y con la avidez consumista de una sociedad que se niega a aceptar que los bienes de la Tierra son finitos, que los servicios ecosistémicos no son inagotables y que la capacidad de autorregulación del ecosistema planetario tiene límites. De ahí la importancia del cambio cultural para reorientar la tendencia a la insostenibilidad creciente.

En un contexto de interconexión de la problemática ambiental local, nacional, continental y planetaria, emerge la propuesta de límites planetarios como propuesta para la actuación responsable frente a impactos globales y como estrategia de concientización y gestión ambiental frente a impactos que implican riesgos para la estabilidad del sistema Tierra y para la humanidad misma, desde un enfoque de habitabilidad del planeta. “Un límite planetario delimita un ámbito de actividad seguro para los seres humanos respecto de la resiliencia de la biosfera; en otras palabras, establece la capacidad de la biosfera para recuperarse de las perturbaciones (ocasionadas principalmente por las actividades humanas) y regresar a un estado estable” (Rockström, 2009, citado por Semarnat, 2016).

Esta visión establece que la Tierra, como sistema autorregulado, está enmarcada por nueve límites planetarios cuya no transgresión deriva en minimización de riesgos ambientales e impactos irreversibles de escala global (Centro de Resiliencia de Estocolmo; 2015). De acuerdo con dicho centro, a 2022 se han sobrepasado los umbrales de seguridad de seis límites planetarios, a saber: cambio climático, integridad de la biósfera, ciclos biogeoquímicos (contaminación de nitrógeno y fósforo), cambios de usos del suelo, entidades nuevas (contaminación producida por sustancias sintéticas) y usos del agua dulce (modificación del ciclo hidrológico), mientras que la reducción del ozono estratosférico, la carga de aerosoles atmosféricos y la acidificación de los océanos se conservan aún dentro de las fronteras de la sostenibilidad.

Retornar a los umbrales de seguridad asociados a los límites planetarios compromete a todos los habitantes del planeta y demanda la construcción de una nueva ciudadanía ambiental nutrida con principios y valores como la responsabilidad, la solidaridad, la frugalidad y el respeto. La comunidad universitaria de la UdeA no puede ser ajena a un compromiso de esta magnitud y por ende, es imperativo que estudiantes, profesores, empleados y egresados, más allá de lo meramente retórico,  abracen los postulados de la sostenibilidad, participen en la conceptualización y formulación de la política de sostenibilidad ambiental institucional así como en su implementación a través de acciones educativas y de gestión ambiental orientadas al mejoramiento del sistema socioecológico local y global del que se es parte.

CIBERGRAFÍA

ASSADOURIAN, E. y BRUGH, T. 2013. ¿Es aún posible lograr la sostenibilidad? La situación del mundo 2013. Recuperado de: https://icariaeditorial.com/archivo/pdf_libros/Situacion%20Mundo%202013.pdf

POSTDAM INSTITUTE Y CENTRO DE RESILIENCIA DE ESTOCOLMO (2022). Un nuevo límite planetario transpuesto: el límite del agua dulce supera los límites de seguridad. Recuperado de: https://www.biodiversidadla.org/Noticias/Un-nuevo-limite-planetario-transpuesto-el-limite-del-agua-dulce-supera-los-limites-de-seguridad

SALAS-ZAPATA, W. A. y RÍOS OSORIO, L. A. 2012. Marco conceptual para entender la sustentabilidad de los sistemas socioecológicos. Escuela de Microbiología-Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia. Ecología Austral Vol. 22 Núm. 1 (2012): April 2012, Pages 1-79. Asociación Argentina de Ecología. Recuperado de: http://ojs.ecologiaaustral.com.ar/index.php/Ecologia_Austral/article/view/1267

SEMARNART (2016). Los límites planetarios. Recuperado de: https://apps1.semarnat.gob.mx:8443/dgeia/informe15/tema/recuadros/recuadro1_2.html

TORRES CARRASCO, M. (2002). Reflexión y acción: el diálogo fundamental para la educación ambiental-Teoría y práctica. Ministerio de Educación Nacional-Ministerio del Medio Ambiente. ISBN: 958-691-155-1. Bogotá, D.C. 173 p. Recuperado de: https://www.valledelcauca.gov.co/loader.php?lServicio=Tools2&lTipo=viewpdf&id=2260