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El contexto actual debe ser el punto de conexión entre el Gobierno colombiano y el nuevo texto de reforma tributaria que, el mismo presidente Iván Duque, pide construir basado en el consenso con gremios, partidos políticos y la ciudadanía.

Por: Lourdes Cruz Cárdenas  -Facultad de Ciencias Económicas-

Entre otros, la saliente propuesta de ley de Solidaridad Sostenible que el presidente Iván Duque Márquez pidió retirar el pasado 2 de mayo, generó rechazo en la ciudadanía que completa una semana de manifestaciones, por lo tanto, “el Gobierno debe reconocer el actual escenario de descontento, frustración, miedo y rabia por parte de la población, al momento de construir un nuevo proyecto”, expresó Edwin Torres Gómez, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas –FCE–.

Para el PhD. en Economía e investigador del grupo de Macroeconomía Aplicada, entre el conjunto de componentes fundamentales a tener en cuenta, es que la reforma sirva como solución a los problemas transitorios sin que implique grandes cargas a la población en el mediano y largo plazo, así como incorporar el principio de progresividad, es decir, gravar más fuerte a quienes más recursos tienen y, además, considerar los incrementos en pobreza y pobreza extrema que muestran los indicadores, “un 42.5% de los colombianos están en situación de pobreza, es decir, un 19% más que en el año 2019, y en general una reducción generalizada del ingreso de la población que se ve también reflejada en un incremento en el indicador GINI, es decir, en la desigualdad”, agregó el profesor Torres.

En la foto, el profesor Edwin Torres Gómez

Precisamente, varios de los desaciertos de la anterior propuesta de reforma fue pretender ampliar la base gravable del impuesto de renta a personas naturales, eliminando las deducciones y rentas exentas del 40% al 25%; modificar el impuesto del IVA en alimentos básicos, servicios públicos y pasar los bienes exentos de este gravamen a bienes excluidos, derivando en un aumento de precios en los alimentos para el consumidor final; incluir también la sobretasa a la gasolina, entre otros. Situación que dejaba a los asalariados y personas naturales de menos ingresos como los más afectados.  

En tal sentido, el profesor Torres se refirió a varias fuentes de financiación de donde obtener recursos sin afectar a las personas de menos ingresos y mantener los programas sociales: la primera proviene del mismo Gobierno a través del ahorro y el gasto austero y eficiente, la segunda implementando incrementos transitorios en la tributación de los más ricos y las empresas, incluido los bancos, la tercera es la venta de activos improductivos del Gobierno Nacional y, adicional, repensar la posibilidad de hacer uso de una parte de las reservas internacionales del país, toda vez que, agregó el académico, “si las reservas no son para un momento como este, entonces ¿para qué son?”.

Otro de los mecanismos, explicó el profesor de la FCE Omar Hernando Bedoya Martínez, son los llamados bonos de guerra o bonos de paz y consiste en que las personas que pagan impuesto de renta compren bonos, “es un buen mecanismo porque no afecta a la clase media, sino que es un préstamo que se hace al Gobierno a través de la compra de bonos internos a cinco o siete años, por ejemplo, donde se suscriba a los declarantes de renta sin que pueda afectarse con otras variables como retenciones o anticipos, es decir, es una fuente directa”, sostuvo el Magíster en Tributación y Política Fiscal.

En la foto, el profesor Omar Hernando Bedoya Martínez

A su vez, reiteró la necesidad de aplazar los descuentos tributarios por cuatro o cinco años como una medida sana y que no toca a las personas naturales y donde hay representado un recaudo de $6 billones en 2022. 

Ahora bien, en la informalidad también hay una fuente de ingresos, donde el Estado debe hacer esfuerzos para ubicar a los potenciales contribuyentes. De acuerdo con hallazgos del grupo de Macroeconomía Aplicada, cerca del 37% de los ocupados en Colombia que deberían declarar renta no lo hacen, o lo hacen de manera incorrecta, pues son informales.  

En efecto, señaló el profesor Torres, “al haber una alta tasa de informalidad, implica que hay una gran cantidad de personas de altos ingresos que no cotizan a salud y pensión. Por lo tanto, son personas que, seguramente no están declarando renta por su alta informalidad, y además, deben estar en régimen subsidiado, que es carga para el Gobierno y el resto de colombianos que sí pagan impuestos”.

Finalmente, el economista se mostró de acuerdo con las nuevas alternativas hasta ahora mencionadas por el Gobierno, siempre que sean transitorias, pues considera que van en la dirección correcta para no tocar el IVA en ninguno de los rubros que se pretendían modificar, e hizo énfasis en que el umbral de la base gravable del impuesto de renta no cambie y tampoco el porcentaje de rentas exentas. 

Por lo pronto, apuntando a la solidaridad que requiere la crisis y como una fuente de financiación, el profesor Torres agregó, “y ¿por qué no una COVIDTÓN?, una especie de teletón que permita a los grandes empresarios del país, entidades bancarias y personas de mayores ingresos, que tienen voluntad de apoyar a la Nación en un momento difícil y que tienen voluntad de que los hechos violentos presentados en estos días terminen, apoyar con sus aportes”.

Imágenes tomadas de: www.pexels.com