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En un ambiente simulado, tecnología y educación se complementan para favorecer la formación profesional de los estudiantes de la Maestría en Administración de la FCE.

Por: Lourdes Cruz Cárdenas  -Facultad de Ciencias Económicas-

El Simulador de Negocios Company Game es una herramienta tecnológica utilizada a nivel internacional por distintas universidades para que sus estudiantes se enfrenten a decisiones y estrategias de negocio en un entorno que simula la realidad de las empresas en categorías como Finanzas y Banca, Marketing, Internacionalización, Negocios, entre otros.

Precisamente, la Maestría en Administración de la Facultad de Ciencias Económicas –FCE– de la Universidad de Antioquia –UdeA–  cuenta con el licenciamiento de esta herramienta desde el año 2015, la cual se utiliza en el curso de Dirección Estratégica y se extiende al pregrado en Administración de Empresas en la asignatura de Gestión Estratégica, donde los estudiantes a través de la dirección de una empresa simulada toman decisiones y elaboran estratégicas referentes a capacidad de producción, ingreso a otros mercados, inversión, productos y precios, aplicando los conceptos teóricos del curso.

“La licencia de simuladores empresariales es una inversión de la Maestría en Administración para mejorar el desarrollo de competencias gerenciales y pensamiento estratégico de los estudiantes”, expresó Esteban López Zapata, Coordinador del Doctorado en Administración y Organizaciones de la FCE y profesor de ambos cursos donde la teoría y la práctica se integran de manera efectiva.

En la foto: el profesor Esteban López Zapata

El Simulador además de poner en práctica los conocimientos de los estudiantes en las diferentes áreas de la administración, también permite desarrollar habilidades en gestión empresarial a través de la competencia denominada, Reto Iberoamericano en Simulación de Negocios, donde se potencia el nivel de los participantes que se enfrentan a decisiones y estrategias en empresas del sector textil, tecnología, servicios, hotelería, etc., y de acuerdo a esas decisiones, obtienen resultados y un puntaje durante varios periodos de simulación.

Así lo explica José David Echavarría Mejía, Ingeniero químico y estudiante de la Maestría en Administración, “participamos en la categoría Negocios con una Big Producer del sector tecnológico para el hogar, ubicada en la India y que tenía indicadores muy regulares, así que la estrategia que utilizamos fue aumentar el volumen de producción para reducir costos, obtener mejor margen y precios para ser más competitivos”.

De izquierda a derecha, los estudiantes de la Maestría en Administración: José David Echavarría Mejía, Juan Sebastián Gaviria Londoño y Juan Esteban Patiño García.

Y es que junto a su equipo de compañeros, Juan Esteban Patiño García y Juan Sebastián Gaviria Londoño, el objetivo era acudir a la planeación estratégica para garantizar el crecimiento del valor de la compañía.

La plataforma entrega a los participantes compañías con la misma valoración, pero con diferentes condiciones en términos de capacidad, tecnología y ubicación, que los lleva a tomar decisiones distintas. 

De manera que, los estudiantes recibieron una empresa ZETA con tres líneas de producto, baja tecnología y alta capacidad de producción, logrando una evolución significativa en sus niveles de tecnología, innovación y valor de marca. Como resultado final, los participantes alcanzaron la posición 17 en la Categoría Negocios luego de pasar una primera clasificatoria con 700 participantes y la segunda fase de alrededor de 280 competidores de universidades de Chile, España, México, Salvador, Colombia, entre otros.

Entre las decisiones más retadoras, comentó Juan Sebastián Gaviria Londoño, Ingeniero de Sistemas, “era en qué mercado íbamos a invertir, decidir cuándo comprar una nueva fábrica sin dejar de lado el nivel de inventario, saber a qué mercados entrar y cuando y proyectar ventas por cada uno de ellos, así como invertir en marketing, I+D o mejorar el atributo de los productos”.

Asimismo, agregó Juan Esteban Patiño García, Administrador de empresas y quien describió el ejercicio de aprendizaje como retador al poner a prueba diferentes habilidades y técnicas, “otro reto grande fue analizar un volumen de información alto, que es a lo que normalmente se enfrentan los directivos de las compañías y en ese sentido, era importante saber distribuir el trabajo y complementarnos como equipo, estableciendo prioridades en el análisis que nos llevara a tomar las mejores decisiones”.   

Para el profesor Esteban López, la simulación empresarial es una metodología de aprendizaje experiencial que favorece el compromiso de los estudiantes con su propio proceso formativo, pues se involucran en una situación similar a las que enfrentan los equipos directivos de empresas multinacionales y los resultados obtenidos dependen de sus propias decisiones.

Finalmente, el Simulador resulta ser una herramienta bien definida y cercana a la realidad, resaltó Gaviria Londoño, toda vez que, “nos permitió entender que hay varios factores que quizá no tenemos en cuenta y pueden afectar la producción o el valor de la marca (…) por ejemplo, identificamos que en lugar de analizar la empresa en términos generales, podíamos definir cada producto, es decir, afectar cada producto de forma diferente y eso nos ayudó a subir bastante en el ranking”. 

En palabras de Echavarría Mejía, “con el simulador se gana experiencia, es plasmar lo aprendido en una estrategia que desarrollamos hacia el futuro y que con base en ella lográbamos resultados y consolidábamos la empresa, además de identificar las ventajas y dificultades de la competencia”. 

De esta manera, concluyó el profesor López, el simulador es un reto que impulsa a los estudiantes a desarrollar sus competencias de trabajo en equipo, liderazgo, capacidad de análisis, pensamiento crítico y toma de decisiones.

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