Listado

El pasado 26 de octubre la Federación Internacional Farmacéutica publicó el texto “Enfermedades cardiovasculares: un manual para farmacéuticos”. En él se identifican y describen las intervenciones dirigidas por farmacéuticos en la prevención, detección, manejo y optimización del tratamiento de enfermedades cardiovasculares. Nuestro docente e investigador Pedro Amariles participó como autor y revisor. El texto también recibió la contribución de la Federación Mundial del Corazón y de la Sociedad Europea de Farmacia Clínica.

Pedro Amariles es Químico Farmacéutico, Especialista y Máster en Atención Farmacéutica, Doctor en Farmacia (Homologado en Colombia a Doctor en Farmacología). Profesor titular de Farmacología y Farmacia Clínica del Departamento de Farmacia de la Universidad de Antioquia. Responsable del grupo de investigación Promoción y Prevención Farmacéutica de la UdeA e integrante del Grupo de Investigación en Atención Farmacéutica de la Universidad de Granada, España. Investigador Sénior (IS) de Colciencias. Cuenta con participación y productividad académica en Atención Farmacéutica, Farmacia Clínica y, en general, utilización adecuada de medicamentos. Tutor de 12 trabajos de grado de Maestría y 8 de doctorado (4 en España); autor/coautor de unas 180 publicaciones científicas; 95 de ellas en revistas internacionales; autor/coautor de unos 30 libros de texto, manuales o guías de actuación farmacéutica.
 
Desde el proceso de Comunicaciones de la Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias conversamos con el autor acerca del libro. Estas son algunas de sus apreciaciones:

 ¿De dónde surge este nuevo libro?
"Este libro es una iniciativa de la Federación Internacional Farmacéutica, la cual ha buscado generar estas herramientas para favorecer la contribución del farmacéutico a las diferentes enfermedades crónicas, que representan más del 70% de la mortalidad mundial. Existen cinco enfermedades crónicas de alta relevancia, dentro de las que están las cardiovasculares, la principal causa de muerte."
 
¿En esencia, cuál es el propósito de su publicación?
"Lo que se busca es generar una guía, una herramienta, con una serie de recomendaciones basadas en evidencias de procesos e intervenciones que puede realizar el farmacéutico, en colaboración con otros profesionales de la salud, y con el mismo paciente, orientados a favorecer los mejores resultados en salud; y, con ello, disminuir la mortalidad por las enfermedades cardiovasculares."
 
Entonces, ¿cuál es el papel del Farmacéutico en este asunto?
"Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo y los farmacéuticos pueden contribuir a reducir la carga de dicha enfermedad. Existe evidencia de que la participación de ellos en este tipo de problemas de salud contribuye a reducir su mortalidad, dado que ayuda, por ejemplo, a mejorar el uso adecuado de los medicamentos, la adherencia, además de la educación para la salud, pues este tipo de enfermedades contienen factores de riesgo que son comunes, como el sedentarismo, el consumo de alcohol y cigarrillo, planes de alimentación no adecuados. Con este tipo de intervenciones el farmacéutico puede contribuir para que las personas adopten estilos de vida saludables."
 
¿Algún dato que pueda servir de recomendación práctica para las personas, en términos de prevención?
"Por ejemplo: una persona debería realizar actividad física por un promedio de 150 minutos a la semana y consumir 4 o 5 porciones de unos 80 gramos de frutas y verduras al día."
 
En lo personal, ¿cómo valora este trabajo?
"Es una experiencia muy importante como farmacéutico colombiano participar con un grupo de expertos a nivel global en la generación de este tipo de herramientas, que tienen como ventaja ser de distribución global y acceso libre. Con esto estamos favoreciendo el aporte del farmacéutico del país en el contexto mundial, frente a este tipo de problemas de salud tan importantes."
 
El libro puede consultarse en: https://www.fip.org/file/5251
 
 
Algo de contexto…

Las enfermedades cardiovasculares (ECVs) son la principal causa de muerte en todo el mundo, generando unos 19 millones de muertes cada año. La aparición de dicho problema de salud se favorece por factores de riesgo: a) comportamentales o modificables (cigarrillo, plan alimentario no saludable, inactividad física y consumo excesivo de alcohol); b) metabólicos/biológicos o controlables (hiperlipidemia, hipertensión arterial e hiperglucemia); c) ambientales (contaminación); y d) genéticos. Estos factores, adicional de su efecto sobre las ECVs, son comunes para las otras 4 principales enfermedades crónicas no transmisibles (cáncer, enfermedades respiratorias crónicas, diabetes y alteraciones mentales). Por ello, la modificación o control de dichos factores tiene un efecto positivo en la prevención del desarrollo y de las 5 enfermedades responsables de más del 70% de las muertes en el mundo.

En este contexto, además del papel fundamental de los médicos, otros profesionales de la salud pueden favorecer la promoción de estilos y hábitos de vida saludables, contribuir al control de factores de riesgo, caso de la diabetes, la hipertensión arterial y la hiperlipidemia; en esencia a mejorar el tratamiento y prevención de los factores de riesgo. De forma específica, los farmacéuticos pueden favorecer la detección, la prevención y el control o modificación de los factores de riesgo y, en general, brindar asesoría clave para alcanzar o mantener estilos de vida más saludables. Además, los farmacéuticos pueden contribuir a conseguir los mejores resultados en salud posibles con la utilización terapéutica de los medicamentos en este grupo de pacientes, lo cual es una necesidad notoria. En este sentido, se estima que cerca al 50% de los pacientes en tratamiento farmacológico para la hipertensión arterial, la dislipidemia o la diabetes (factores de riesgo principales de la ECV) no alcanza los objetivos terapéuticos, acorde con sus características clínicas. Por tanto, los farmacéuticos pueden contribuir a mejorar el control y tratamiento de las personas con ECVs o con factores de riesgo y, con ello, a la disminución de la morbilidad, mortalidad y costos asociados a las ECVs.