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Doctora Paula Andrea Isaza Restrepo
Médica Veterinaria UdeA
Maestría en Ciencias Veterinarias

Desparasitación interna y externa 

La desparasitación en nuestras mascotas es esencial, ya que previene una serie de enfermedades que pueden provocar diversas complicaciones, tales como alteraciones gastrointestinales entre ellos: diarreas y vómitos, desnutrición, así como problemas respiratorios y deterioro del aspecto de la piel y el pelaje.

Además, en situaciones más graves, los parásitos externos como pulgas y garrapatas pueden incluso dar lugar a enfermedades más severas como los hemoparásitos, que atacan principalmente el sistema sanguíneo, ocasionando anemia y, en casos extremos, incluso la muerte del animal.

Es muy común que nos hagan comentarios como que los animales se desparasitan comiendo hierba, esto es un mito: todo lo contrario, genera gastritis y aporta huevos de parásitos de otros animales, lo que causa una infección parasitaria severa. 

Los principales parásitos que pueden afectarlos son:

Gastrointestinales: Giardia (genera moco a veces con sangre y lo encontramos en las aguas estancadas y hierba dado que pueden tenerlo animales silvestres que se defecan en ella), coccidia (genera diarreas crónicas, deshidratación y desnutrición), ancylostoma (diarreas con sangre y anemia), tenías (mala absorción de nutrientes, vómitos, diarreas y apetito selectivo), uno muy común es el dipylidium que es transmitido por las pulgas y lo vemos en las heces como si fuera arroz. 
Hemoparásitos: Transmitidos por pulgas, garrapatas y mosquitos. Generan alteraciones sanguíneas que afecta las defensas, las plaquetas que son quienes ayudan a coagular la sangre y los eritrocitos que dan color rojo a la sangre y transportan oxígeno, generando así, alteraciones en cualquier parte del cuerpo, anemias, dolores articulares, daños renales, convulsiones y hasta la muerte. Los más conocidos son la ehrlichia, anaplasma, babesia, mycoplasma, hepatozoon, bartonella.

La frecuencia de desparasitación interna tanto en perros como en gatos depende de sus hábitos y del control que realicen los tutores. Si ya un perro tiene un alto nivel de exposición, como salir a parques o tener contacto con muchos otros animales, la desparasitación será más frecuente, generalmente cada 2 o 3 meses. En contraste, si el perro tiene una vida más restringida y no comparte espacio con niños u otras mascotas, la desparasitación puede ser cada 4 meses o incluso se puede optar por realizar un examen coprológico previo que es un examen donde determinamos realmente si hay o no parásitos, para determinar la necesidad real de desparasitar.

En el caso de los gatos, la recomendación varía según sus condiciones de vida. Si el gato permanece en el hogar, sin acceso al exterior, la desparasitación se realiza cada 6 meses y se sugiere realizar un coprologico para evaluar la necesidad de desparasitar. En cambio, si el gato tiene acceso al ambiente externo, se recomienda desparasitar cada 2 a 3 meses.

Es importante considerar que, en familias con múltiples especies, si se detecta la presencia de parásitos en casa, todos los animales y las personas deberían ser desparasitados, ya que existe la posibilidad de transmisión entre especies.

En la desparasitación externa (pulgas y garrapatas), varía según el producto. Unos tienen una protección mensual, otro trimestral y otros cada 10 meses como los collares antipulgas y garrapatas en perros, por lo que se debe verificar el tiempo de protección que ofrece el producto. Siempre debemos considerar fumigar la casa y los ambientes, cuando tenemos problemas con el control de estos parásitos.

Si no desparasitas a tu mascota, pueden ocurrir una serie de problemas de salud, tanto para el animal como para las personas que conviven con él. Algunas de las posibles consecuencias incluyen:

1. Problemas de salud para la mascota: Los parásitos internos pueden causar una serie de problemas en la salud de tu mascota como diarrea, vómitos, pérdida de peso, debilidad y otros síntomas. En casos graves, la infestación puede llevar a problemas más serios e incluso la muerte del animal.

2. Transmisión de parásitos a los humanos: Algunos parásitos que afectan a los perros y gatos pueden ser zoonóticos, lo que significa que pueden transmitirse a los humanos. Por ejemplo, la lombriz intestinal Toxocara puede infectar a las personas, especialmente a los niños, y causar problemas de salud. De igual manera, los humanos también podríamos transmitir parásitos a las mascotas, por lo que es siempre necesario un cuidado de la salud de toda la familia.

3. Infestación en el hogar: Los parásitos externos como pulgas y garrapatas pueden infestar tanto a la mascota como el entorno donde vive. Esto puede requerir esfuerzos adicionales para eliminar la infestación y puede ser molesto para los tutores y otros animales en casa.

4. Malestar y deterioro del bienestar: Los parásitos pueden causar molestias y malestar a tu mascota, lo que afecta su calidad de vida. Esto puede incluir picazón, irritación, heridas, y otros síntomas desagradables como la alergia a pulgas en algunos animales.

5. Problemas de comportamiento: En algunos casos, los parásitos pueden causar cambios en el comportamiento de la mascota, como irritabilidad, agresividad o apatía.

En resumen, desparasitar a tu mascota es una parte importante del cuidado de su salud y bienestar. Si tienes dudas sobre cuándo y cómo desparasitar a tu mascota, es siempre recomendable que asista al veterinario de manera recurrente para dar orientación de cómo hacerlo según las necesidades individuales de tu animal.
 
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