Programas, proyectos y servicios

Paula Andrea Ríos Múnera. Coordinadora Bienestar Escuela de Microbiología.

La vida académica universitaria demanda una manera avanzada de comprender y producir textos. No obstante, la educación básica no se encarga de ello; pero tampoco la educación superior lo hace. Enfrenta a los sujetos en formación a situaciones que acarrean lo inmediato sin herramientas para asumirlo de manera positiva. Debido a esto las personas que están al frente de direccionar la educación superior y el cumplimiento de sus objetivos, han implementado estrategias, que aunque tienen intenciones positivas, les falta sustentos teóricos, profesionales del área de conocimiento al frente de esto, sistematizaciones de las prácticas y estrategias pensadas desde cada contexto, debido a que en cada escenario de conocimiento se exigen las competencias como leer, escribir, comprender, conocer, exponer, argumentar, entre otras, necesarias para la vida profesional.

Leer, escribir y argumentar desde el discurso, no son actividades simples. El ejercicio de la comprensión textual va más allá del conocimiento del código lingüístico del texto abordado, y de la simple decodificación del mismo traducido en un significado (nivel literal de lectura). La comprensión lectora en la universidad se constituye en un ejercicio constante de los niveles de lectura de tipo inferencial, crítico, apreciativo y creador. Del mismo modo, la escritura en la universidad no representa el simple hecho de dibujar unos grafemas. Escribir, así como leer, en la universidad supone operaciones cognitivas avanzadas que permiten la identificación de diferentes posturas y sus implicaciones, la intertextualidad, la inferencia de lo implícito y la constatación de la argumentación, entre otras.

Con todo el panorama puesto en evidencia, es importante identificar como dentro de los espacios de la Escuela de Microbiología se hace necesario trabajar el tema de la lectura, la escritura y la oralidad, ya que es preciso ampliar el panorama de nuestros estudiantes en formación, dándoles herramientas para ver la Microbiología desde todas las perspectivas que el mundo de los microrganismos implica. Su área de conocimiento esta puesta en todo, y la lectura, la escritura y la oralidad lo transversaliza.

Por tanto, esta iniciativa se traza un gran objetivo, al querer desarrollar habilidades comunicativas y de lectura en los estudiantes de la Escuela de Microbiología, a través de espacios literarios y de aprendizajes de herramientas de expresión y creatividad, que el estudiante pueda aplicar en su vida académica, laboral y profesional.

La Escuela de Microbiología actualmente tiene 752 estudiantes de pregrado, por ello, es un espacio propicio para la generación de proyectos innovadores, dado que hay la oportunidad de conocer particularidades, entre esto los gustos, las motivaciones, las falencias, las fortalezas, entre muchas otras.

Esta temática ha sido una necesidad evocada desde los propios estudiantes, han visto como hay ausencia de un espacio que generé formación desde un campo distinto, un espacio que permita desentenderse de lo cotidiano. Además, el tener que enfrentar algunas situaciones sin las herramientas suficientes ha permitido que ellos quieran dejar un legado a los que vienen de buenas prácticas en lectura y oralidad.

Siguiendo con la línea de acción propuesta por la líder de esta iniciativa en su rol como coordinadora de Bienestar, se espera que las acciones dadas con el impulso de la convocatoria del Centro de lecturas, escrituras y oralidadades, dejen la capacidad instalada para continuar con estos procesos en la Escuela de Microbiología y ampliar así el rango de acción de esta propuesta, propendiendo por el mejoramiento de la calidad académica de los estudiantes y en mejor medida, por su permanencia universitaria y exitosa graduación.