Cultura

Hasta ahora más de 300 actores del sector cultural han participado de la investigación para el diagnóstico académico. Foto: cortesía Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia.

El sector cultural de Antioquia estuvo acompañado por las políticas, programas y líneas de acción propuestas desde el Plan Departamental de cultura 2006 – 2020. Actualmente la Facultad de Artes de la Universidad de Antioquia trabaja en el análisis, diagnóstico y formulación para la actualización de un nuevo mapa estratégico para la cultura del departamento, teniendo en cuenta variables regionales, poblaciones y artísticas que confluyen en Antioquia. 

Además del Plan Departamental de Cultura, la Universidad reformulará ocho planes de áreas culturales: lectura y bibliotecas, música, danza, teatro, artes visuales, medios comunitarios, literatura y cinematografía, que estuvieron vigentes entre 2014 y 2020. 

«Antioquia tiene una larga experiencia en planificación estratégica de los procesos culturales. En general, son procesos participativos muy importantes para fortalecer las dinámicas culturales del departamento. El año pasado perdieron vigencia los planes que estaban hasta el momento y se hace necesario entonces reformular las rutas de la cultura en perspectiva de 2030 o 2035 —la vigencia se decidirá en el proceso—», indicó Jairo Castrillón, responsable del Sistema Departamental de Cultura del ICPA.

Castrillón define estos planes estratégicos como mapas: instrumentos que permiten mirar las rutas por las que se orienta el sector cultural. «Lo que esperamos con estos mapas es orientar, dar luz de qué es lo que viene y que los municipios tengan ese derrotero de políticas y acciones que salgan a partir del diagnóstico que estamos haciendo ahora», dijo.

Esta actualización coincide con otras como la del Plan Nacional de Cultura, que adelanta actualmente Mincultura, y con el Plan de Desarrollo Cultural de Medellín, que también estuvo vigente hasta el año pasado. 

«El ecosistema artístico y cultural se encuentra en una etapa de planeación muy interesante tanto en el ámbito nacional y regional, como local. La Universidad fue invitada a hacer esta actualización por su representatividad, capacidad instalada, nuestros programas y el reconocimiento que tenemos en el departamento y en las regiones», explicó Germán Benjumea, coordinador de la Maestría en Gestión Cultural y líder del equipo profesional que adelanta este proceso desde la Alma Máter. 

Este proyecto, de mediano plazo, tiene varias fases: en el 2021 deberá hacerse el diagnóstico y balance del sector artístico del departamento. Para esto se parte del estudio de fuentes documentales, la identificación —entre otros factores— de enfoques y estructura de planeación de más de 60 planes municipales de cultura vigentes, la triangulación con información de actores claves del sistema cultural y encuentros con actores en todas las subregiones que permitirán una observación más cercana. El año 2022 se dedicará a la formulación y la socialización del Plan se hará durante el 2023. 

«Estamos en este momento formulando una encuesta departamental muy poderosa que nos permita llegar a los rincones más apartados para que muchas voces sean escuchadas, que más allá de la queja es muy importante invitar a una construcción colectiva del tema», expresó Benjumea, quien también puntualizó que le están apostando a «metodologías de planeación estratégica situacional, estructuradas básicamente en ejercicios participativos».

Para el docente e investigador, entre los retos que presenta la formulación de un nuevo mapa para la cultura en el departamento, están las expresiones de una población diversa que requiere sentirse identificada, las condiciones que atraviesa actualmente el sector cultural por cuenta de la pandemia y también el hecho de que el país esté en medio de un estallido social, cuyo reto está asociado, en este caso, a una pérdida de credibilidad en las instituciones locales y nacionales que puede inhibir la participación social y comunitaria. 

«Esto ha hecho que el esfuerzo para la convocatoria y la participación sea más difícil. Además, la crisis económica ha hecho difíciles algunos desplazamientos. Hemos tratado y superado estas dificultades pero no ha sido fácil fortalecer el ejercicio participativo en este momento histórico», expresó Benjumea. 

Este reto es uno de los más importantes porque la participación no solo es necesaria sino que, para el Instituto de Cultura y Patrimonio, es la que dota de sentido el Plan departamental de cultura. «Estamos convencidos de que las cosas que se hacen consultando a las personas quedan mucho mejor hechas y también nos permiten generar procesos de comunidad, procesos de pedagogía en el mismo camino en que se están diseñando los planes. Obviamente esto también permitirá que su ejecución sea mucho más ágil», indicó el funcionario Jairo Castrillón. 

La pandemia estará en el centro del análisis de los académicos que hoy construyen el diagnóstico y que formularán este derrotero. Presentarán un panorama de lo que implica la vida cultural en los 124 municipios y las regiones donde impactará —no se cuenta a Medellín entre estos— y sobre este, bajo las circunstancias actuales, mostrarán hacia dónde va la cultura en Antioquia y cuáles son las rutas que se abren durante los años venideros para los procesos comunitarios, museísticos y para la formación, creación y circulación artística.