Academia

La consolidación del crecimiento de los recursos por servicios de extensión podría llevar a la UdeA a seguir subiendo su calificación, dice el informe de Standard & Poor's. Foto: Dirección de Comunicaciones UdeA / María Camila Monsalve A.

Por segundo año consecutivo BRC Ratings – S&P Global S.A otorgó la calificación AA con perspectiva positiva a la capacidad de pago de la Universidad de Antioquia, gracias a las acciones que se vienen adelantando en la institución para garantizar la estabilidad y solvencia financiera.

«Es una calificación satisfactoria que demuestra la capacidad de maniobrar en tiempos de crisis, porque la pandemia fue especialmente difícil para las universidades públicas», dijo Ramón Javier Mesa Callejas, vicerrector Administrativo de la UdeA.

En esta ocasión la Universidad se sometió a una evaluación extraordinaria para poder acceder a un crédito por 80 000 millones de pesos para la construcción y el mobiliario de la segunda etapa de la nueva sede de la Facultad Nacional de Salud Pública. 

Por ser extraordinaria la verificación de la calificadora internacional recogió datos hasta septiembre y manifestó en su informe que «confirmamos la calificación de AA de la Universidad de Antioquia debido al adecuado desempeño financiero a septiembre de 2022 con un crecimiento significativo de sus ingresos». Además, para BRC Ratings – S&P Global S.A. la perspectiva se mantiene positiva como se logró en 2021.

«En medio de la desafortunada desaparición de muchas empresas de la región, la Universidad de Antioquia sigue avanzando y se consolida como la inversión social más importante del departamento», John Jairo Arboleda Céspedes, rector UdeA.  

Sin embargo, el panorama financiero de la Universidad sigue siendo retador por el contexto de la realidad económica mundial, el nivel de la inflación en el país y el descalce financiero generado por la Ley 30 de 1992. «Esto sin dejar a un lado que la educación superior sufre una desfinanciación estructural que hemos venido enfrentado con acciones desde las universidades y con la importante movilización de profesores y estudiantes de 2018 que logró recursos adicionales importantes», anotó Mesa Callejas.

Cambio en las transferencias

Con los acuerdos alcanzados con el Gobierno nacional en diciembre de 2018, gracias a las movilizaciones de estudiantes y profesores de todo el país, los nuevos recursos pactados buscaron poner freno al desequilibrio financiero generado por la Ley 30 de 1992, que desde su creación indexó las transferencias de la Nación a las universidades al ritmo del índice de precios al consumidor —IPC—.

Así fue incluido el artículo 108 en el Plan Nacional de Desarrollo —PND— 2018-2022, donde quedaron consignadas las partidas adicionales para atender las obligaciones de las universidades públicas: 3.5 % en 2019, 4 % en 2020, 4.5 % en 2021 y 4.65 % en 2022. 

Por lo pronto, mientras se evalúan las modificaciones a la Ley 30, el presidente Gustavo Petro Urrego ha anunciado un incremento del 5 % más el IPC a los recursos que se trasferirán este año a la Universidad de Antioquia y sus similares. 

Manejo financiero adecuado

Con los nuevos recursos de las transferencias y la generación de otros ingresos por parte de la Alma Máter, se ha maniobrado de la manera correcta para sortear los tiempos de crisis y consolidar una institución sostenible, explicó el Vicerrector Administrativo.  

Frente a la generación de nuevos recursos propios se han consolidado los servicios de asesoría, consultoría y extensión por parte de las unidades académicas, lo que debe seguir creciendo y podría significar que la calificación de la UdeA llegara a la máxima nota, según un aparte del informe de BRC Ratings – S&P Global S.A.

Como el hecho de tener los recursos no es suficiente, la Universidad se ha concentrado en acciones que incluyen el mejoramiento de los procesos administrativos, el diseño de indicadores y herramientas financieras, la construcción de un marco financiero de mediano plazo, el seguimiento a la gestión, el manejo de proveedores, la pedagogía y la tecnificación de los procesos.

Dichas acciones puntuales, además de ser valoradas con la nota AA con perspectiva positiva, le permiten a la UdeA tener acceso a fuentes de financiación y una confiabilidad ante todos los actores con que interactúa. «Esto significa que, en caso de tener situaciones excepcionales de iliquidez derivadas del contexto macroeconómico, la institución puede acceder a financiamiento sin ninguna dificultad», expresó Mesa Callejas.   

Pese a los logros, la administración de la institución tiene claro que la educación superior sigue necesitando recursos adicionales para maniobrar en el corto plazo y una reforma estructural, por lo que reafirma su participación en la Comisión Nacional de Vicerrectores Administrativos, en la reforma a la Ley 30 de 1992 sobre la educación superior y en la formulación del Plan de Desarrollo del Sistema Universitario Estatal. 

«Hoy podemos decir que tenemos un modelo financiero que permite cumplir con los ejes misionales de la Universidad de Antioquia, reducir la deserción estudiantil y mantener el empleo», finalizó mesa Callejas.