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Sociedad Cultura

El patrimonio documental en el Oriente es rico, pero está en riesgo

26/09/2024
Por: Carlos Olimpo Restrepo S. Periodista de la Dirección de Comunicaciones de la UdeA

La región del Oriente del departamento de Antioquia es reconocida por su importancia histórica, económica, social y cultural, pero una parte importante de ese legado no está en las mejores condiciones ni está disponible para la consulta del público en general. Una investigación de la Escuela Interamericana de Bibliotecología de la UdeA hizo recomendaciones para ayudar a su preservación. 

Libro autografiado por León de Greiff, conservado en la casa de la cultura de Abejorra. Foto: Investigación Patrimonio bibliográfico y documental del Oriente Antioqueño

El 27 de mayo de 2011, el abogado Ramón Alcides Valencia Aguilar demandó a la Cofradía de las ánimas benditas del Purgatorio, con la cual se logró que la comunidad de Concepción, municipio del Oriente antioqueño, recuperara la titularidad de la escritura del templo principal del municipio y, de esta manera, solicitar recursos del Gobierno nacional para restaurar ese inmueble, construido hacia 1770. 

Hoy, en la tienda de Gabriela Aguilar, se encuentran algunos documentos y libros sobre derecho, religión, literatura en español, inglés y latín que eran del abogado Valencia, así como cartas, copias de documentos legales enmarcados y fotografías de otras personas, que son un referente importante para la comunidad local. 

Este es uno de los muchos hallazgos que se destacan dentro de la investigación Patrimonio bibliográfico y documental del Oriente antioqueño: una contribución a las memorias que se construyen con el territorio, adelantada entre 2019 y 2023 por docentes de la Escuela Interamericana de Bibliotecología de la UdeA.   

María Teresa Arbeláez, profesora de la Escuela y coordinadora del proyecto, explicó que «se escogió la región porque ya se habían hecho algunos trabajos puntuales y a partir de eso teníamos indicios de que allí podía haber material interesante por descubrir».  

Así, por ejemplo, además de Concepción, en la biblioteca municipal de Marinilla se encontraron, entre los más de 1100 volúmenes, libros anteriores a 1950 e, incluso, algunos de los siglos XVIII y XIX, y se destaca una colección bibliográfica sobre Simón Bolívar donada por el educador Raúl Gutiérrez Vélez en 1996. 

«El valor a lo patrimonial se lo da uno. Aquí tenemos materiales originales y fotocopias de algunos de nuestros escritores, lo tenemos separado, porque lo consideramos patrimonio del municipio. Y estamos siguiendo las recomendaciones de los investigadores para mantenerlo mejor», aseguró Luz Mila Giraldo, de la biblioteca municipal de Marinilla. 

22 municipios aportaron información para esta investigación, la cual procedía de bibliotecas públicas, archivos, centros de historia, museos, centros de documentación, medios de comunicación, sociedades de mejoras públicas y archivos particulares. 

Lugares de búsqueda 

Libro de la década de 1940 en la biblioteca municipal de Granada. Foto: Investigación Patrimonio bibliográfico y documental del Oriente Antioqueño

El trabajo se concentró principalmente en bibliotecas municipales, pero también se incluyeron otras unidades de información. «Sabíamos que había patrimonio en archivos —bibliográfico y documental—, en museos y en algunas casas, donde las personas conservan objetos de valor patrimonial para la comunidad donde habitan», aseguró la profesora Arbeláez. 

Agregó que «la gente es muy celosa con este material, y hay, además, un temor sobre una eventual presión desde el medio para que eso vaya a las bibliotecas u otras instituciones, y no hay una confianza en que esas instituciones vayan a conservarlo como ellos lo hacen».  

Sandra Patricia Bedoya Mazo, coinvestigadora y también profesora de la Escuela Interamericana de Bibliotecología de la UdeA, señaló que «en la región hay bastante material patrimonial en manos de particulares, (…) que corre el riesgo de ser llevado a otro lado, como de hecho ha sucedido con elementos que se encuentran hoy en bibliotecas de Medellín, o que sea abandonado porque quienes lo tienen  no reconocen su valor o importancia patrimonial». 

María Teresa Arbeláez puntualizó que mucho de este material se encuentra hoy en instituciones que tienen más recursos para comprar y preservar libros, cartas, fotografías y otros documentos, como en la Biblioteca Pública Piloto, en la de la Universidad de Antioquia, en la de Eafit o en la de la Universidad Pontificia Bolivariana.  

«Eso es preocupante, este material debería quedarse en su territorio, que es donde debe generar su impacto cultural fundamental y tiene la posibilidad de potenciar la identidad local», indicó. 

Entre las conclusiones de la investigación se destaca la necesidad de la formación, tanto del personal de las bibliotecas como de los funcionarios locales y departamentales que están al frente de las instituciones sociales y culturales responsables de conservar el patrimonio.  

En el documento también se resalta que las bibliotecas municipales deben tener un plan específico de gestión del patrimonio para saber cómo actuar cuando les llega nuevo material, o cómo proceder si descubren un elemento con posible valor patrimonial. 

Los investigadores también invitaron a que las diferentes instituciones trabajen de manera articulada, pues en la región del Oriente de Antioquia no hay una red entre los municipios para unir esfuerzos y estrategias para preservar, conservar, estudiar el patrimonio, pese a que hay redes nacionales y departamentales que lo hacen. 

De igual manera, la investigación concluyó que es necesario que las autoridades locales, departamentales y nacionales destinen presupuesto suficiente para garantizar que los materiales que se encuentran allí puedan ser cuidados. 

«Hay que seguir buscando y rastreando ese patrimonio, documentar no solo las instituciones, sino las familias e individuos que lo tienen, hacer contacto con estas personas para que se convierta en un patrimonio de acceso abierto, porque esa es la historia de una comunidad y de un territorio». Sandra Patricia Bedoya Mazo, profesora de la Escuela Interamericana de Bibliotecología. 

Una definición del patrimonio 

Para ser considerados patrimonio, los objetos no necesariamente deben ser antiguos, como estos libros en la biblioteca de Argelia. Foto: Investigación Patrimonio bibliográfico y documental del Oriente Antioqueño.

En el mundo, organizaciones internacionales tienen diferentes definiciones sobre patrimonio, que se usan según los tipos: histórico, cultural, artístico, natural, inmaterial, entre otros.  

Para la investigación sobre patrimonio documental en el Oriente de Antioquia se tuvieron en cuenta los planteamientos de la Biblioteca Nacional de Colombia, entidad encargada de custodiar esta riqueza de la historia del país. 

La profesora Bedoya Mazo resaltó tres elementos fundamentales para decidir si alguna pieza se puede considerar como patrimonio: «Lo primero es la procedencia o autoría, quién la hizo o a quién perteneció. Encontramos obras de escritores, músicos, pintores y otros artistas, que muestran la diversidad cultural local», como el manuscrito de Lejos del nido, novela de Juan José Botero publicada en 1924, que se encuentra en la biblioteca de Rionegro. 

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«En segundo lugar, se tiene en cuenta la representación social de ese objeto, el sentido o la significación que la comunidad le da», agregó la investigadora. Ese es el caso del traslado de la cabecera de El Peñol a su actual ubicación, para permitir la construcción del embalse. «Algunas de las personas encargadas de proteger este patrimonio nos decían: los jóvenes no se interesan por saber qué fue lo que pasó, pese a que ellos desarrollan actividades para mantener esa memoria, porque lo importante del patrimonio es que sea memoria viva, que genere reflexión permanente sobre lo que pasó», añadió la docente. 

Y, en tercer lugar, está la rareza, la particularidad de los elementos, sea por el tipo de materiales o técnicas que ya no se usan, por la poca existencia de elementos similares o por piezas que son únicas. También se considera el contenido y la conservación física, entre otros elementos. 

Además de las profesoras María Teresa Arbeláez Garcés y Sandra Patricia Bedoya Mazo, en la investigación también participaron los docentes de la EIB José Daniel Moncada Patiño y Beatriz Elena Cadavid Gómez, así como Esneider Antonio Ocampo Zapata, estudiante de Desarrollo Territorial en el campus de la UdeA en el Carmen de Viboral. La investigación completa puede ser consultada en el repositorio de la Biblioteca Central Carlos Gaviria Díaz, de la Universidad de Antioquia. 

Este contenido cuenta con traducción en Lengua de Señas Colombiana: 

 

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