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¡La Universidad sigue haciendo su tarea! Entre 2021 y 2022 la UdeA mantuvo un desempeño estable en sus resultados de las Pruebas Saber Pro


Fotografía por: Alejandra Uribe, Dirección de Comunicaciones UdeA

La Vicerrectoría de Docencia continúa trabajando por la excelencia de la Alma Máter. Por eso, recientemente realizó un estudio comparativo de los resultados del 2021 y el 2022 de las Pruebas Saber Pro, con la finalidad de que dichos datos puedan contribuir a la toma de decisiones dentro de la Universidad. 

Este estudio entrega una importante conclusión: la Universidad de Antioquia presenta un desempeño estable en el comportamiento de sus resultados globales, manteniendo un puntaje promedio de 162, frente al puntaje nacional que es de 145. Esto demuestra que la UdeA sigue firme en su esfuerzo por entregar valor agregado a sus estudiantes.  


“Estamos haciendo las cosas bien”

Mauricio Sánchez Puerta, economista y analista de la Vicerrectoría de Docencia, señala que para abordar estos resultados se debe entender que las Saber Pro “son pruebas estandarizadas que están diseñadas para ser aplicadas de forma masiva y están preconfiguradas para obtener un promedio esperado de 150 puntos, y una desviación de 30 puntos, en un rango que va de 0 a 300 puntos”. Lo anterior aplica tanto para las pruebas individuales como para las institucionales. 

En este caso, la Universidad de Antioquia supera el promedio esperado y el nacional. Esto se debe a que en cinco de sus seis sedes y seccionales evaluadas (Medellín, Andes, Caucasia, Puerto Berrío y Turbo) los promedios se han mantenido estables en los últimos dos años, mientras que en la sede del Carmen del Viboral se presentan mejoras en el desempeño, pasando de 158 en 2021 a 172 en 2022. 

Según el analista, este resultado “es muy positivo, pues conservamos el mismo ritmo de evolución” mientras que el desempeño promedio del país “viene en declive”,  esto significa que “estamos haciendo las cosas bien”. 

Al respecto, la profesora María Isabel Duque Roldán, asistente de la Vicerrectoría de Docencia, señala que estas pruebas deben analizarse “con mucho cuidado”, pues sus resultados dependen de factores como el número de estudiantes que la presentan, “los diseños que hace el ICFES de los núcleos básicos del conocimiento (NBC), el contexto en el que se desarrollan los procesos de formación y que quienes presentaron la prueba desarrollaron hasta tres períodos académicos de manera remota”, aspecto que para muchos analistas de la educación superior “ha influido en los resultados finales del proceso de formación”. 

Así mismo, la profesora Duque Roldán resalta el hecho de que la UdeA “obtiene resultados similares en esta prueba frente a los que se tenían antes de la pandemia, lo que brinda seguridad y da garantías sobre la calidad de los procesos de formación que se ofrecen en la Universidad”. 

Otro elemento para tener en cuenta a la hora de leer estos datos es la correlación entre el nivel socioeconómico de los estudiantes y los resultados de las pruebas Saber Pro. Estudios realizados por diferentes universidades en el país y por el propio ICFES indican que los alumnos que pertenecen a un estrato socioeconómico alto tienen mayores probabilidades de alcanzar un buen resultado en estas pruebas. 

En ese sentido, en palabras del analista de la Vicerrectoría de Docencia, la Universidad se enfrenta a desafíos que no tienen otras Instituciones de Educación Superior (IES). Por ejemplo, “las IES de gran puntaje no hacen regionalización, nosotros tenemos la responsabilidad de colaborar con el desarrollo de los territorios”. Por esta razón, los procesos de admisión de la Alma Máter buscan llegar a más personas en las subregiones de Antioquia “y con esa inequidad territorial que juega en contra de los niveles socioeconómicos de los municipios no capitales, la Universidad corre el riesgo de afectar su promedio. Sin embargo, lo sostiene". 

Pero, ¿por qué la Universidad no alcanza un puntaje de 300? La respuesta que da Mauricio Sánchez al respecto es que, habitualmente, las universidades no tienen como meta alcanzar este puntaje promedio sino incrementar progresivamente el desempeño de sus estudiantes mediante diversas estrategias de formación que dan lugar a diferentes rendimientos. Así, es muy probable que los resultados de la UdeA, especialmente en la sede de Medellín, hayan llegado a un punto en donde la estrategia no genere mayores rendimientos en el puntaje promedio y corresponda ajustarla. 

Eso no significa que la Alma Máter no pueda seguir creciendo en su puntaje promedio. Según el analista, “tal vez el incremento se concentre en las regiones y en Medellín se deban buscar nuevas estrategias que reporten mayores crecimientos. En cualquier caso, es necesario revisar lo que la Universidad pretende con las pruebas y la manera de acercarse a ello”.


¿Cómo vamos en los núcleos básicos de conocimiento (NBC) y en las competencias básicas?

Antes de abordar los datos, es necesario aclarar que los NBC clasifican un área del conocimiento en sus campos, disciplinas o profesiones esenciales. En ese aspecto, la Universidad ha sido evaluada en 46 NBC en los últimos dos años, mejorando su promedio en dos de ellos: Artes Representativas, que pasó de 150 en 2021 a 161 en 2022, y Sociología, Trabajo Social y afines, que pasó de 151 a 160. Por su parte, en los 44 núcleos básicos del conocimiento restantes se mantuvo un resultado estable. 

Respecto a las competencias básicas, los resultados indican que en Inglés se observan avances en dos de las seis sedes evaluadas (Carmen de Viboral y Turbo). Mientras que en Competencias Ciudadanas, se aprecian retrocesos en tres de las seis sedes (Andes, Puerto Berrío y Turbo).

En ese sentido, Mauricio Sánchez apunta que en las competencias de Comunicación Escrita y Lectura Crítica también se presentan algunos retrocesos, pero que esto no solo pasa en la Universidad de Antioquia “sino que a nivel país son las competencias en las que hay mayores dificultades para aumentar el promedio”.

Sobre las mejoras significativas en la sede de Carmen de Viboral, el analista señala que vale la pena reconocer cuáles son sus buenas prácticas para evaluar si pueden ser replicadas en las demás sedes. Sin embargo, también puntualiza que ninguna de las sedes de la Universidad presentan resultados preocupantes, al contrario, están dentro del desempeño esperado. 


Retos por enfrentar en la Alma Máter

Como primer reto, Sánchez Puerta señala que la Universidad debe identificar a los programas académicos con mejores desempeños en las diferentes competencias evaluadas, con la finalidad de reconocer sus buenas prácticas y tratar de replicarlas en las otras unidades académicas. 

Sobre este punto, enfatiza que, a la hora de reconocer esas buenas prácticas, es esencial que la Universidad "controle los niveles de formación que les dan ventajas a ciertos programas en diferentes áreas del conocimiento". Por ejemplo, "la Escuela de Idiomas no puede ser un referente en las competencia básica de Inglés porque su formación es, justamente, en esta lengua. Sin embargo, una carrera como Medicina suele tener un buen resultado en esta área. Tendríamos que preguntarnos qué hacen desde esta carrera para mejorar su desempeño en esta competencia".

Cómo segundo reto, reconoce la importancia de acompañar estos estudios cuantitativos con estudios cualitativos que complementen el análisis de los datos y permitan dar explicaciones más amplías a las cifras numéricas. 

Por su parte, la profesora María Isabel Duque Roldán destaca varios retos. El primero es seguir consolidando la política institucional de formación en lengua extranjera, “lo que implica fortalecer los cursos que hacen parte del Programa Institucional de Formación en Lengua Extranjera (PIFLE) y avanzar en la programación de cursos disciplinares en una segunda lengua”. El segundo es “promover la utilización de estrategias didácticas y evaluativas en las clases que fortalezcan la lectura crítica y la comunicación escrita”, lo que implica “seguir fortaleciendo los procesos de formación docente”. 
 
Finalmente, Duque Roldán menciona que es importante investigar las razones por las cuales el desempeño en las pruebas de los estudiantes pertenecientes a las sedes de Turbo, Caucasia o Puerto Berrío “presentan diferencias altas frente al desempeño de los estudiantes de Medellín o Carmen de Viboral, para determinar acciones que faciliten un diálogo constructivo con la educación precedente, pero que también permitan reforzar el trabajo que se realiza en los primeros niveles de la formación en el pregrado”. 

Por: Lina Castañeda Tabares
Periodista Observatorio de Educación Superior 
Programa de Desarrollo Docente

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