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En la Facultad de Medicina transformamos vidas a través de la generación de nuevas oportunidades, ejemplo de ello, es la historia de Jessica Paola Álvarez Cataño, quien desde hace tres años dejó de ser parte de nuestro equipo de aseo y mantenimiento, para asumir el cargo de secretaria de la sección de Ortopedia y Traumatología, cargo para el cual se preparó y que disfruta ejecutar diariamente.

En la Facultad de Medicina los sueños sí se cumplen, mientras unos desean ser los mejores médicos, instrumentadores quirúrgicos, técnicos o tecnólogos en atención prehospitalaria,  especialistas o magísteres, otros como Jessica Paola Álvarez Cataño trabajan con excelencia en busca de mejores condiciones laborales. ¡Y lo logran!

Jessica, por ejemplo, durante seis años recorrió los pasillos de la Facultad con escoba y trapera en mano procurando siempre mantenerla limpia, también era común verla con una bandeja repleta de vasos con café, bebida que entregaba acompañada de una sonrisa en las reuniones de la Decanatura y Vicedecanatura. 

Labores que desde el 2020 dejó de realizar, pues, gracias a su esfuerzo y capacidades, logró ascender hasta convertirse en la secretaria de la sección de Ortopedia y Traumatología, cargo al que llegó luego de prepararse como Asistente de servicios administrativos.

“En 2018 comencé a estudiar. Al principio mi mamá no estuvo de acuerdo con mi decisión porque tengo un hijo, Samuel, y tendría menos tiempo para compartir con él. Decidí arriesgarme y seguir el consejo de muchos profes y valió la pena", dijo Jessica, quien agregó: "cuando  terminé mis estudios hablé con el Decano sobre mis deseos de ascender y mejorar la calidad de vida de mi familia. Él, quien me escuchó atentamente, me dijo que me informaría sobre cualquier oportunidad que estuviera a mi alcance, que podía contar con todo su respaldo y así fue como me enteré de la vacante en Ortopedia". 

De acuerdo con esta ejemplar mujer, dos semanas después de haber sido notificada de su nombramiento como secretaria, llegó el confinamiento al país a causa de la emergencia sanitaria por COVID-19, una situación que la asustó, porque tendrían que aprender y realizar sus tareas desde casa y así lo hizo durante buen tiempo, eso sí, con el apoyo de todo el equipo de la sección, especialmente, de la doctora Lina Vélez, quien para ese momento era la jefe de Ortopedia y Traumatología. 

"La doctora Lina me acompañó en todo el proceso, se concentró en enseñarme y confío en mí. Es una profesional íntegra y vivo muy agradecida con ella", señaló Álvarez Cataño, para quien es motivo de orgullo ser parte de la Facultad. 

"Me encanta estar rodeada de gente, aquí todos: el decano, los jefes, profes y estudiantes son muy amables. Además, cuando se me han presentado situaciones o dudas sobre temas de salud siempre encuentro apoyo. Estar rodeada de médicos es muy bonito y he aprendido mucho. Me siento afortunada por esta nueva etapa en mi vida”, afirmó Jessica, quien ahora sueña con hacer la profesionalización. 

Como esta son cientos las historias que se presentan día a día en la UdeA, pues la Alma Mater toma vida cuando propicia transformaciones en el proyecto de vida de las personas, lo que a su vez repercute en sus familias y en consecuencia, a la sociedad misma. En nuestra UdeA la esperanza de una mejorar calidad de vida sigue latente y se tiene la convicción de que la educación es el camino para la construcción de ciudadanía y el desarrollo social.  

A esta integrante de la Facultad solo podemos desearle éxitos en su nuevo rol y recordarle que confiamos en ella y en sus capacidades, porque... ¡Hacemos historia juntos!