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Fotografía por Ude@ Educación Virtual

Escuchar las voces de la comunidad universitaria y reconocer la multiplicidad de experiencias que habitan la Alma Máter es una tarea que moviliza a la Vicerrectoría de Docencia. Es por esta razón que, durante 2020 y 2021, y el primer semestre de 2023, dicha Vicerrectoría realizó un sondeo de estudiantes para conocer sus puntos de vista respecto a la educación durante y después de la pandemia. 

Este arrojó que durante 2020 y el primer semestre del 2021 se observaron mejoras en indicadores como la deserción por periodo y por cohorte, el número de estudiantes desertores, el promedio académico y los resultados de las pruebas Saber Pro. Según la Vicerrectoría, estas mejoras fueron motivadas por las garantías académicas que se ofrecieron a los estudiantes y por las condiciones en las cuales se desarrollaron estos semestres que fueron, principalmente, asistidos por TIC. 

Posterior a esto, en el sondeo que se hizo en el primer semestre del 2023, la mayoría de los estudiantes participantes (62.8 %) indicó que las condiciones de los procesos formativos actuales están mejor o mucho mejor que las que tuvieron durante la pandemia. 

Sin embargo, estos datos no pueden leerse de forma aislada, sino que deben ser vistos a la luz de las acciones que realizan unidades como Ude@ Educación Virtual, Permanencia Universitaria, y Admisiones y Registro para fortalecer la calidad de los procesos dentro de la UdeA. 

En el Observatorio de Educación Superior conversamos con los líderes de estas áreas para conocer las acciones que contribuyeron a estas mejoras. A continuación exponemos algunas reflexiones.

Educación de calidad y multimodalidades  

En el sondeo realizado en el primer semestre del 2023 participaron 553 estudiantes de los cuales el 97.5 % eran de pregrado y el 2.5 % restante de posgrado. En su mayoría, el 61.3 %, eran mujeres y el 82.1 % eran adultos jóvenes entre los 20 y 35 años. Los participantes respondieron preguntas en torno a cinco dimensiones: paralelo entre el proceso formativo en pandemia vs el proceso formativo actual, TIC y modalidades, formación integral, educación de calidad y los ambientes de aprendizaje. 

Respecto a las mejoras en las condiciones de los procesos formativos, los estudiantes señalaron avances positivos en asuntos como la formación integral que reciben, la manera de compartir en las clases, la atención que reciben de los docentes a la hora de responder a sus inquietudes y la socialización con los compañeros.

Esto implica que la Universidad de Antioquia realizó ajustes e implementó acciones que dieron como resultado una percepción positiva por parte de los alumnos. Al respecto, Doris Adriana Ramírez Salazar, coordinadora de Ude@ Educación Virtual, señaló que su unidad ha buscado adaptarse a las necesidades de los estudiantes. Por ello, diseñan procesos formativos y de acompañamiento para que estos reconozcan el valor de las TIC, pero también las amenazas que conllevan para su proceso educativo. “Paralelamente, se forma a los estudiantes para que apropien estas herramientas en función de sus necesidades de aprendizaje”, señala la docente. 

Ude@ cuenta con una oferta formativa permanente, como talleres, seminarios, diplomados, asesorías, entre otros. Y, además, crean recursos educativos en formatos digitales, impresos, en radio, en televisión, animados y en video, que pueden enriquecer las diversas formas de acceder y apropiarse del conocimiento según los ritmos y estilos de aprendizaje de los estudiantes.

Añadido a eso, tienen una mesa de ayuda permanente para que profesores y estudiantes, utilizando diversos canales de comunicación, puedan solucionar aspectos que en alguna medida pueden afectar las mediaciones e interacciones

En ese sentido, la profesora Doris Adriana recalca que el apoyo que brindan no solo está dirigido a los estudiantes matriculados en Ude@, sino a todos los alumnos de la Universidad, “pues lo que se espera es que toda la comunidad se apropie, enseñe, aprenda, investigue e innove en el contexto de una cultura digital humanizada”.

Respecto a la inclusión de las modalidades educativas, el sondeo revela que más del 60 % de los estudiantes indicaron que les gustaría que el programa académico en el cual se encuentran combine múltiples modalidades. Ramírez Salazar indica que, para poder incorporarlas de manera paulatina, han venido trabajando en dos vías: la formación de los profesores y estudiantes, y la armonización de los currículos, “pues no basta con subir un curso o un material a una plataforma, sino entender que las dinámicas de enseñanza, aprendizaje, y evaluación se transforman”. 

“Sabemos que los profesores no tienen que ser expertos en construir los materiales, pero sí lo son en los conceptos, procesos y áreas del conocimiento que van a enseñar. Nosotros trabajamos con los docentes como expertos temáticos y después traducimos didácticamente los contenidos en materiales, actividades, acompañamientos y mediaciones adecuadas para cada modalidad”, dice Doris Ramírez. Así, los apoyan en aspectos como la organización de los contenidos, las metodologías de evaluación y los usos de los tiempos sincrónicos y asincrónicos, que deben ajustarse conforme a las modalidades educativas empleadas. 

Por su parte, Berto Martínez, coordinador de Permanencia e Inclusión Universitaria, menciona que desde su área también se han realizado aportes para mejorar la percepción y la experiencia de los estudiantes, no solo en sus procesos formativos, sino también a la hora de habitar la Universidad. 

Martínez resalta que desde hace varios años la UdeA viene haciendo esfuerzos importantes por mejorar la acogida y vinculación de los estudiantes a la Alma Máter, mostrándoles la oferta en cuanto a Bienestar y Permanencia, pero también vinculándolos a diferentes espacios de conversación como clubes de lectura, palabreos, entre otros. 

Una Universidad que trabaja por la inclusión

Fotografía por Ude@ Educación Virtual

En el último sondeo, el 77.9 % de los estudiantes señalaron como importante que la Universidad sea inclusiva. Al respecto, el profesor Berto Martínez indica que Permanencia Universitaria trabaja de la mano con el área de Admisiones y Registro para “hacer posible la normativa de accesos diferenciales que tiene la Universidad”. 

Para lograrlo, Diego Humberto Sierra, Jefe del Departamento de Admisiones y Registro, explica que desde que el aspirante diligencia el formulario puede indicar si tiene algún tipo de discapacidad física o cognitiva. 

A partir de esta información, el área de Permanencia inicia un acompañamiento al aspirante y realiza todas las modificaciones necesarias para garantizar unas condiciones de equidad a la hora de ingresar a la Universidad. 

Así mismo, el profesor Berto recalca que, una vez ingresan los estudiantes con discapacidad, la Universidad trata de “contribuir a la construcción de espacios menos violentos” acompañando a las unidades académicas y a los docentes “para que hagan los ajustes necesarios” frente al currículo, pero también para que “desmontamos imaginarios y eliminemos las barreras que a veces generan exclusión”. 

Sin embargo, el líder de Permanencia hace énfasis en que no solo se preocupan por brindar una educación inclusiva para las comunidades con discapacidad, sino que también nos “ocupamos por entender que existe una diversidad epistémica y una pregunta importante por el género. Así, nos inquietamos por la deconstrucción de miradas y conocimientos que han sido hegemónicos y que desconocen la pluralidad”. 

Es por esto que a través del Proyecto de Buen Vivir se busca incluir las visiones de distintas comunidades, reconociendo así la diversidad de vivencias que habitan la UdeA. 

¿Pero cuál es la utilidad de estos sondeos? 

Los tres líderes concuerdan en que los sondeos se convierten en un insumo valioso para generar cambios importantes dentro de la Institución. 

Así, la profesora Doris dice que este sondeo es una “radiografía” que facilita el reconocimiento de lo que “piensan y sienten los estudiantes respecto a su proceso formativo para proyectar estrategias que contribuyan de manera más asertiva a sus necesidades de formación”. 

Para Berto Martínez, además, estos sondeos tienen la capacidad de dar a conocer “la narrativa y experiencia propia de los estudiantes”, lo que es clave “para entender cómo una política se hace práctica cotidiana”.

Al preguntar por los retos y lecciones, la docente Doris Adriana señala que estos años de pandemia y pospandemia dejaron una mayor consciencia de lo que significa incorporar TIC en la enseñanza presencial y la diferenciación con la educación virtual de calidad.

Frente a los retos, Ramírez Salazar indica que “la universidad también debe avanzar en la consolidación de una política institucional de integración a los ejes misionales de docencia, investigación y extensión, y en la formulación de otras formas de organización del currículo más coherentes con las tendencias internacionales de formación a lo largo de la vida”. Además, resalta la importancia de continuar apostándole a la educación a distancia “con el uso de los medios analógicos, cuando la conectividad afecta el acceso al conocimiento”.

Por otro lado, el docente Berto Martínez, al hablar de su área, destaca que uno de los aprendizajes es que la permanencia es un asunto de “corresponsabilidad” en la que no solo se vinculan diferentes unidades administrativas y académicas, sino que también el estudiante tiene un rol activo. 

Finalmente, el principal reto para Martínez es “generar una política de permanencia” que trascienda el documento para convertirse “en un asunto de la cultura, de lo que somos, en tanto es una práctica cotidiana”.

Por: 
Lina Castañeda Tabares 
Periodista
Observatorio de Educación Superior de la Universidad de Antioquia