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1 de febrero de 2023

El paisajismo de la Facultad de Medicina no solo cautiva a la comunidad académica, también es un imán que atrae a diferentes tipos de aves que encuentran en esta casa de estudios, un lugar apto para pernoctar, anidar y conseguir alimentos. Visitantes que queremos mantener cerca por lo que diariamente se trabaja en el cuidado, preservación y conservación de los árboles y jardines.

Cámbulo, palma real, guayacán amarillo, ébano, casco de vaca, majagua, acacia amarilla, búcaro y palma sancona son algunas de las especies arbóreas que le dan vida a nuestra Facultad, donde estamos comprometidos con su cuidado, conservación y protección, muestra de ello es la grandiosa labor que realiza don Clímaco Cano Arias, nuestro jardinero, quien se dedica a sembrar, podar, y regar cada una de las plantas. Un experto en mantener en óptimo estado, independientemente de las condiciones climáticas, los jardines de esta casa de estudios, incluidos, los del Parque de la Vida.

Además de don Clímaco y como parte de nuestro compromiso, contamos con un ingeniero biológico y magister en ingeniería administrativa, se trata de Juan Pablo Valencia, quien está dedicado a la sostenibilidad ambiental de la Facultad, asunto que incluye la gestión de residuos, el cuidado del agua, el control del consumo energético, la conservación y bienestar de la flora y fauna, lo anterior con el propósito de fomentar una relación armoniosa entre la comunidad académica y el medioambiente.

Desde su llegada, Valencia, quien es el gestor ambiental, inició la revisión del estado de salud de los árboles, hallando que cuatro palmas reales ubicadas en la parte exterior estaban secas, hecho notificado a las autoridades municipales competentes, entre ellas, la Secretaría de Medio Ambiente de Medellín y el Área Metropolitana.

¿Por qué? Porque al estar ubicadas en la zona peatonal, dichas entidades son las encargadas de garantizar el cuidado, protección, vigilancia, control ambiental y de gestión del riesgo de árboles, afluentes y otros recursos naturales.

Por eso, tras una inspección, el Área Metropolitana determinó que una de las palmeras secas debía ser talada porque representaba un riesgo para los transeúntes ante una posible caída, pero antes de hacerlo verificó que no hubiese nidos con huevos, pichones o animales en estado juvenil. 

“La palmera que se taló estaba seca y decapitada, solo había un tronco. Es preciso decir que desde 2021 realizamos la alerta a las autoridades competentes sobre su estado y desde entonces le estaban haciendo seguimiento. Este año, expertos detectaron que lastimosamente la palma se estaba pudriendo, presentaba una inclinación sobre la vía y tenía riesgo de caída, por lo que procedieron a talarla”, explicó Valencia.

Una tala que ha causado diferentes posturas, especialmente, porque sobre esta y las demás palmas reales era posible avistar, especialmente en las tardes, coloridas y majestuosas guacamayas bandera (Ara macao), una especie que habita en los Llanos Orientales, la Amazonía y las partes bajas de la Costa Atlántica, pero que fue introducida en Medellín y el Valle de Aburrá desde la década de los 90 a través de liberaciones de animales que estaban en cautiverio.

De acuerdo con Juan Luis Parra, profesor del Instituto de Biología de la UdeA, si bien las guacamayas, como la mayoría de los psitácidos (familia que incluye pericos, loras y guacamayas) anidan en cavidades de árboles usualmente muertos, como el caso de la palma seca, varios factores inciden sobre la decisión de donde anidar, por ejemplo, disponibilidad de cavidades, seguridad y cercanía a fuentes de alimento.

En el documento, “Caracterización de poblaciones de psitácidos en el Valle de Aburrá-Antioquia”, publicado por Corantioquia, se menciona que otras de las razones por las cuales los loros y guacamayas no anidan están relacionadas con “factores como inundación, ocupación por abejas y alto riesgo de saqueo del nido y/o depredación. La vida de estos estipes de palma usados como nido es limitada, dado que por procesos naturales estos se pudren y acaban cayendo o siendo talados”.

Adicionalmente, el profesor Parra indicó que “la época reproductiva de este tipo de aves se da, usualmente, al inicio de año, durante la época seca”, una condición que ha ido cambiando dado el cambio climático, y en Colombia, especialmente por fenómenos como el de la niña.

Es probable que justo ahora las guacamayas estén buscando el lugar indicado para anidar. Tal vez regresen pronto y se posen sobre las palmeras llenando nuevamente de color el cielo y cautivándonos con su esplendor.  

Más visitantes

Bandadas de loros llegan en las tardes hasta la Facultad y se posan sobre los árboles, lo hacen como parte  de su estilo de vida social, donde grupos de individuos forrajean (exploración, selección y manipulación de alimento), se comunican, y se acicalan. Por fortuna, nuestra casa de estudios tiene una amplia variedad de plantas que garantizan la alimentación de estas aves, que son más que bienvenidas, las cuales mantenemos en libertad.

Otras medidas de gestión del riesgo 

Recientemente, al interior de la Facultad cerca al edificio Andrés Posada Arango, personal de la UdeA debió podar uno de los arboles de casco de vaca, el cual, debido a las fuertes lluvias y vientos que se presentaron al inicio de año, presentaba grietas en algunas de sus ramas.

“El árbol está sano, se realizó la poda para prevenir un accidente”, explicó Juan Pablo Valencia, quien dijo que a la fecha no se tiene planeado intervenir ninguna otra planta, pues, se encuentran en óptimo estado.