Generales

La Universidad de Antioquia, comprometida con el desarrollo del Departamento, ha venido ejecutando la estrategia de la regionalización desde hace veinte años. Con el propósito de lograr que la Universidad siga siendo el patrimonio cultural y científico más importante de los antioqueños, la Institución asume el reto de hacer de la regionalización universitaria un motor de desarrollo territorial.  Esto supone asimilar lo logrado hasta el presente y, al mismo tiempo, dar un salto y desarrollar un nuevo modelo. La Universidad está preparada para apostarle a un estilo de desarrollo territorial nuevo, ambicioso, descentralizado y coherente con las dinámicas de los territorios del departamento.

La Universidad debe contribuir con la articulación del sistema educativo como eje del desarrollo regional. Es preciso desarrollar acciones que contribuyan con la mejora de la calidad en los niveles precedentes, mediante la formación de maestros, programas dirigidos a los estudiantes de la básica y media y mediante el desarrollo de programas de investigación que permitan confrontar y trascender los paradigmas educativos en realidades concretas.

En coherencia con lo anterior, la Universidad de Antioquia debe asumir el liderazgo del Sistema de Educación Superior en Antioquia como estrategia para contribuir a la formación del talento humano de las regiones. Se requiere hacer de la misión esencial de la educación superior un propósito compartido y definir una estrategia de coordinación que facilite configurar una red de actuación cooperativa.

Además de formar el talento humano, la Universidad debe poner la investigación científica y la extensión al servicio de las realidades territoriales y proponer soluciones a las problemáticas socialmente priorizadas. “Territorializar la Universidad” sobre la base de las capacidades y dotaciones locales y regionales implica tener en cuenta también los impactos sociales y productivos que generarán macroproyectos como las autopistas de la prosperidad, la recuperación de la navegabilidad del río Magdalena, el desarrollo portuario en Urabá, la interconexión eléctrica con Panamá y la construcción de parques educativos en 80 municipios.

El reconocimiento de las realidades regionales permite interpretar los requerimientos de los distintos agentes en diferentes ámbitos de actuación: público, económico y productivo, científico, tecnológico y social. Estos agentes se constituyen en potenciales aliados, en una relación Estado - Empresa – Sociedad – Universidad, que permita apalancar la incorporación del potencial humano, institucional, cultural y científico de las regiones en el hacer académico de la Universidad.

En este orden de ideas, una tarea fundamental de la institución en un escenario de posconflicto es contribuir a la compresión del orden social y político vigente desde distintas orillas disciplinares para ilustrar caminos alternativos y actuar conforme a ello para transformar realidades. Es preciso que la Universidad se sume a la construcción de una paz sostenible durante el postconflicto.

Este nuevo modelo de regionalización supone crear paulatinamente comunidades académicas lideradas por profesores de planta, la creación y desarrollo de grupos de investigación y el impulso a procesos culturales que den línea a las posibilidades de desarrollo territorial. Se trata de transformar las realidades regionales desde las mismas regiones.

Se fortalecerán las sedes de Urabá y el Bajo Cauca con más profesores vinculados y con la creación de estructuras académicas que permitan el trabajo interdisciplinario y el uso eficiente de los recursos por áreas del saber. Se realizará un estudio para determinar la estructura académica y administrativa más conveniente para estas dos sedes.

La priorización de esfuerzos en estas sedes es una respuesta a la concentración de la pobreza en los municipios de estas subregiones, al desarrollo logrado por la Universidad en la construcción de infraestructura y a los proyectos estratégicos del plan de desarrollo del departamento para estas subregiones.

La sede de Oriente continuará su proyecto de consolidación en una relación más estrecha con el campus central de Medellín, teniendo en cuenta que la cercanía facilita la movilidad de los docentes entre un municipio y el otro.  Se hará un esfuerzo por atraer los bachilleres de Segovia a la sede del Bajo Cauca gracias a que la distancia entre los dos municipios se reducirá con la construcción de la nueva autopista. En todas las sedes y seccionales se garantizará la culminación exitosa de los estudios a los estudiantes matriculados y se promoverán programas que cuenten con el apoyo de los municipios, de la gobernación y del Ministerio de Educación.

La apuesta es lograr un proyecto educativo que parta de los principios y objetivos universitarios, de las realidades y contextos regionales, que favorezca articulaciones y alianzas entre los ejes misionales y con actores públicos y privados, basados en la autonomía y la instalación de capacidades.