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¿Qué pasó en el campo con la llegada de la pandemia?

Alderid Gutiérrez Loaiza
Profesor e investigador de la Universidad de Antioquia
alderid.gutierrez@udea.edu.co
Febrero 2022

¿Qué pasó en el campo con la llegada de la pandemia? Con cierta regularidad, los medios de comunicación y las instancias oficiales reportan y comentan datos de contagios, letalidades, vacunas, ocupación hospitalaria, requerimiento de equipos y provisiones médicas, entre otros; con cifras que van desde el nivel nacional hasta el municipal. Sin embargo, la ruralidad suele dejarse al margen en estos y otros informes. En este punto, nos interesó saber la percepción de las personas que habitan el campo acerca de las modificaciones y las adaptaciones que trajo consigo el Covid-19 en las poblaciones que habitan estos espacios, y las diversas iniciativas y acciones colectivas que emprendieron durante la pandemia.  
 
Foto: vereda Becuarandó - Mutatá. Marzo, 2021

Con ese interés, se creó el Observatorio de ruralidad y paz, en medio de una estrategia de la Universidad de Antioquia denominada: #laUdeArespondealCovid. A través de esta iniciativa universitaria se buscó actuar con pertinencia ante el contexto inesperado, por lo que se propuso hacer uso de las diversas capacidades intelectuales y relacionales con las que cuenta la Universidad, para intervenir en el nuevo escenario social y mitigar los impactos de la pandemia. En virtud de ello, se crearon 15 grupos de trabajo, en donde se abordaron temas como: epidemiología, educación, cuidado al paciente, medicamentos, política pública, ambientes saludables, mitigación de impactos, seguridad alimentaria, y finalmente el análisis de impactos y riesgos en los territorios, el proceso de paz y otros procesos sociales. En este último grupo fue donde surgió la iniciativa de crear y poner en marcha el Observatorio de ruralidad y paz. 

Foto: corregimiento de Unguía-Chocó. Marzo de 2021

De este modo, investigadores, profesores y estudiantes, establecimos contacto con diversas organizaciones comunitarias en las regiones de Urabá y Oriente antioqueño. En principio, el énfasis estaba dado en términos de redes de consumo solidario, que consiste en conectar a quienes producen los alimentos con sus posibles consumidores, sin intermediarios. Así, “echamos mano” de las asociaciones con quienes teníamos trabajo previo, y tras una bola de nieve fuimos conociendo otras, al tiempo que fuimos identificando a quienes requerían los productos alimenticios generados en el campo. 

Foto: Finca RenaSer, Carmen de Viboral. Diciembre, 2020

Posteriormente, se conformaron equipos de trabajo internos con el ánimo de aproximarnos al campo desde diferentes frentes y con ejercicios investigativos interdisciplinarios: salud colectiva, experiencias educativas, productividad y conflicto armado y postconflicto. Además de la revisión documental y la realización de talleres de análisis territorial, el Observatorio contempla una fuerte estrategia de articulación con organizaciones y comunidades. En este marco de actividades, se realizaron acercamientos telefónicos y virtuales, dadas las condiciones de confinamiento a las que estábamos sometidos, por lo que se crearon foros, charlas y encuentros en línea que buscaban recoger las percepciones y demandas de la población: campesina, indígena, afro, raizal. Allí, las manifestaciones se hacían sentir en cuanto a la incertidumbre asociada con la enfermedad, con las disposiciones oficiales, con las dificultades para trabajar y desplazarse, con las amenazas de grupos al margen de la ley en cuanto a la movilidad y las estrategias de solidaridad, organización y movilización.

Más adelante, fue posible viajar a terreno y hacer presencia como Universidad pública con gran reconocimiento y valoración. El contacto con las personas es necesario, con unas pocas preguntas basta para escuchar sus vivencias. Así, las comunidades expresaron diferentes sensaciones: el temor inicial producto de la información dispersa, la resistencia para asistir al sistema de salud, las adaptaciones en los productos que ofrecían dado que algunos eran más requeridos que otros (como el caso de hortalizas y frutas, en oposición a las flores), la tranquilidad que da estar en el campo con espacios abiertos sin aglomeración, el apoyo irregular por parte de entidades oficiales y el uso de saberes ancestrales para hacerle frente a la enfermedad.

Destaco algunas manifestaciones, dentro de las muchas que escuchamos: “algunas veredas pensaban irse para el monte y en otras como que tumbaron unos árboles y pusieron unos cercos en la calle. Sí fue mucho pánico esos primeros días”, “el tapabocas es para ir al pueblo, pa  eso no más”, “lo peor de padecer la enfermedad es tener que ir al hospital”, “lo que hicimos fue tomar bebidas”, “la noticia es como palabra de Dios, entonces si lo dijeron las noticias es así”, “si había una libra de panela había que pensar en un vecino y en unos niños que tal vez no tenían el pedazo de panela, en el familiar y en el otro y en el otro, el autocuidado, lo mismo que en el conflicto”,  “la pandemia vino a enseñarnos cosas muy claras, que hay que aquietarnos”. Todos estos testimonios son de personas con las que conversamos durante el trabajo en terreno. 

Foto: Finca RenaSer, Carmen de Viboral. Diciembre, 2020

Hago parte de este ejercicio desde un interés profesional, vinculado como profesor en el pregrado en Desarrollo Territorial, en donde se examinan las trasformaciones espaciales y las respuestas que los actores realizan ante tales dinámicas, fortaleciendo sus capacidades locales. Así mismo, Mayra Saldarriaga, estudiante del pregrado en mención, de la seccional Urabá, hizo parte del proceso bajo la modalidad de “Joven investigadora”, que financia el Programa Jóvenes investigadores del Comité para el Desarrollo de la Investigación –CODI-. Su aporte consistió en el apoyo en las actividades presenciales, como en la búsqueda de información y de contactos; esta experiencia enriquece su formación profesional. Tanto mi participación como la de la estudiante son un aporte del Grupo de Estudios Regionales, de la Facultad de Ciencias Económicas, del cual hacemos parte. 

Fotos: A la izquierda: Municipio El Santuario - Antioquia, Agosto, 2021. 

A la derecha: Universidad de Antioquia Sede Apartadó, Septiembre 2021 .

El Observatorio de ruralidad y paz continúa, pretende seguir vinculando las iniciativas comunitarias con las investigaciones universitarias y con el entorno general. De este, y de muchos modos, la Universidad de Antioquia sigue comprometida con el departamento y el país, propiciando espacios que den respuesta a las necesidades sociales. 

Observaciones:

• Las imágenes fueron tomadas en el trabajo en terreno en las regiones de Urabá y el Oriente antioqueño, durante el año 2021
• Para más información pueden visitar el micro-sitio del Observatorio: https://bit.ly/3gKML4v
• Uno de los resultados de investigación se presenta en el siguiente documento: Arias B, Hernández E & Gutiérrez A. 2021. Salud colectiva en tiempos de COVID-19. Modelo escalar para comprender las afectaciones en la ruralidad de Urabá, Antioquia, Colombia, 2020. Revista Gerencia y políticas de Salud, Vol. 20. https://doi.org/10.11144/Javeriana.rgps20.sctc