-
Idiomas language
- Español check
- Inglés
-
Accesibilidad accessibility
- Aumento de Texto1 format_size Aumento de Texto2 format_size
- Modo Oscuro brightness_2 Modo Claro brightness_5
Generales
Egresado, Jorge Caraballo, becado por la Nieman Foundation de la Universidad de Harvard
- ${title}
Egresado, Jorge Caraballo, becado por la Nieman Foundation de la Universidad de Harvard
Por: Juan José Díez Góez, estudiante del pregrado en Periodismo.
Jorge Caraballo, egresado de Periodismo en 2012, es parte del equipo de Radio Ambulante, uno de los podcasts mas escuchados de Latinoamérica, y en mayo de este año fue seleccionado para la Nieman Foundation Fellowship de la Universidad de Harvard. En esta entrevista conversamos con él sobre podcasts, pandemia, su papel en Radio Ambulante, las marcas que le dejó la Universidad y mucho más.
Desde 2017, Jorge Caraballo se desempeña como Editor de Audiencias y de Crecimiento para Radio Ambulante, uno de los podcasts en español más escuchados en el continente, un proyecto centrado en el periodismo narrativo que cuenta historias de Latinoamérica. Este podcast surgió en 2011 y desde 2016 es distribuido por la Radio Pública Nacional (NPR por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
Pero mucho antes de ser miembro de Radio Ambulante, Jorge también deambuló por los pasillos y los salones del Bloque 12, mientras cursaba el pregrado de Periodismo en nuestra Facultad entre 2008 y 2012. Durante esos años, hizo parte de los Laboratorios De la Urbe y Altaír, obtuvo en varias ocasiones la matrícula de honor y fue reconocido como mejor graduado de su cohorte.
Luego de su paso por la Universidad, trabajó durante dos años como Community Manager para Tragaluz Editores y, entre 2015 y 2017, realizó sus estudios de Maestría en la Northeastern University de Boston, donde se especializó en Innovación de Medios. En mayo de este año (2021) fue seleccionado para la Nieman Foundation Fellowship, un programa que cada año otorga a 20 periodistas de todo el mundo, mediante becas, la oportunidad de tomar cursos durante un año en la Universidad de Harvard.
Hace poco fue seleccionado para la Nieman Fellowship, ¿qué se viene para su vida profesional con esta nueva oportunidad?
La idea es aprovechar todo lo que he aprendido en Radio Ambulante para entender mejor por qué los podcasts narrativos son tan potentes a la hora de crear comunidades alrededor del periodismo, y crear un documento, una caja de herramientas, para que quienes están produciendo podcasts narrativos puedan aprovechar ese medio para crear comunidad alrededor y hacer su proyecto más sostenible.
La idea también es aprender más sobre cómo escuchar mejor y sobre cómo escucharnos mejor, cómo el periodismo debe ser una piedra angular de conversaciones que nos ayuden a conocernos mejor, y yo creo que eso en Colombia ahora es más urgente que nunca. Cada uno está desde su esquina con su punto de vista y con lo que cree que debería ser, es importante desafiar un poco esas posturas, estar abierto a otras. Yo creo que los podcasts son un medio fantástico para eso y me gustaría al regreso de ese año en Harvard crear algo que nos ayude a escucharnos mejor.
En Radio Ambulante ha tenido un cargo que no siempre se suele escuchar y es el de Editor de Audiencias, ¿en qué consiste este rol y cómo llegó a obtenerlo?
Yo estuve en Estados Unidos precisamente haciendo una maestría en Innovación de Medios, cuando volví a Colombia salió la convocatoria de Radio Ambulante para Editor de Audiencias. Entonces me presenté porque ya tenía experiencia organizando comunidades alrededor de proyectos, usando internet para ayudar a que las personas se acercaran a proyectos, además había acabado de hacer la maestría y conocía Radio Ambulante.
El objetivo de ese puesto era crear una relación recíproca con los oyentes que ya escuchaban el podcast. No había una persona que pudiera dedicarse a saber quiénes eran los que estaban ahí detrás, entonces querían establecer esa reciprocidad con la hipótesis de que, si eso era exitoso, llegaría más gente al podcast, porque al sentirse escuchados, a estar como aliados en nuestro crecimiento, y así fue. Yo llegué como editor de audiencias a decir: esto no termina cuando ustedes escuchan el episodio, sino que ahí empieza en realidad, porque una vez lo escuchen, sería genial si conversamos sobre lo que escucharon. Ese tipo de ejercicios marcaron un tono único dentro del periodismo en español, se fue consolidando una comunidad muy participativa.
¿Y cómo ha sido ese reto de crear comunidad a partir de una audiencia tan diversa como la de Radio Ambulante?
Radio Ambulante lo hace fácil porque es un proyecto que cuenta historias que son universales, cualquier persona en cualquier lugar de Latinoamérica o en el mundo se puede conectar con ella de alguna manera y, además, es en audio, escuchas las voces de quienes protagonizan las historias y no hay nada que te permita entrar más en esa constelación de lo que es un ser humano que la voz. Esto hace que sean historias que las personas digan “yo vivo ahí, ese es mi mundo”, y se sienten representadas.
Cuando las personas se sienten representadas por una organización periodística, la relación cobra otro nivel, ya no es la relación de “esta gente me está dando la información que yo necesito para mantenerme informado”, sino que se vuelve casi que una amistad. Cuando eso ocurre, muchos de los oyentes sienten esa cercanía, entonces lo que uno tiene que hacer como organizador de la comunidad es empezar a conectar esos oyentes entre sí, y como ellos están en esa misma frecuencia y confían tanto en uno, confían de la misma forma en quienes también escuchan Radio Ambulante.
Una de las formas en las que más se materializa esa conversación entre oyentes es en los Clubes de Escucha, ¿cómo funcionan y cómo surgieron estos clubes?
La idea inicial fue en 2018, y empezó por varias cosas recordamos dos especialmente: un tuit con una foto de una mesa en la que había varias manos cortando papas y una tablet al lado, en el que una persona decía que Radio Ambulante era el espacio en que se encontraba con su familia; y un oyente de Cuba que nos escribió diciendo “Ey, necesito descargar todos los episodios de Radio Ambulante para llevarlos en una USB, que allá no tenemos buen internet y nos gusta mucho Radio Ambulante, nos gusta escucharlo juntos y regarlo en la isla”.
Vimos que ahí había algo y se nos ocurrió facilitar un espacio para que quienes fueran muy cercanos a Radio Ambulante tuvieran la oportunidad de escucharlo con personas que no fueran de su círculo cercano. Le pusimos el nombre “Clubes de Escucha”, hicimos un piloto en 10 o 12 ciudades de Latinoamérica y fue la prueba de que era un formato que funcionaba muy bien, porque la gente de verdad quiere ser escuchada y escuchar a otros.
En 2019 hubo como 70 clubes de escucha un mismo día para lanzar la temporada. Eso siguió andando y ya en este momento son los oyentes quienes organizan los clubes de escucha, ya no tenemos un rol de organizadores. Obviamente la pandemia tumbó al piso un montón de los clubes, pero muchos siguieron online, ahora estamos esperando que la situación se estabilice en todo el mundo para que vuelvan.
Sobre la pandemia, existe una percepción de que los podcasts han tenido un auge desde que todo esto comenzó, ¿ha ocurrido lo mismo con Radio Ambulante?
Eso fue un golpe al comienzo porque los primeros meses todo el mundo estaba patas arriba, las rutinas estaban trastocadas y el podcast en realidad es mucho de rutinas: hay gente que lo hace mientras maneja, mientras va en el metro o mientras hace ejercicio. Casi siempre hay un espacio dedicado a eso y la pandemia explotó todo, pero después se fue normalizando y las cifras se estabilizaron. Además, sacamos El Hilo, que es el podcast noticioso semanal, y fue un éxito. Sabíamos que le iba a ir bien pero no sabíamos que iba a ser tan rápido. Es el año en que más descargas hemos tenido en toda la historia, entonces nos fue bien, crecimos.
Por otro lado, producir a distancia toda una temporada no es tan chévere porque nos gusta hacer las entrevistas en persona, nos gusta contar historias en el lugar de los hechos, pero también con lo que se podía creo que hicimos un trabajo muy profesional. Pero ahora que la cosa ya está otra vez mejorando, el reto ahora es volver a salir, entrevistar en persona, y contar más historias desde el lugar donde ocurren.
Hace poco usted lanzó un newsletter personal llamado Afueradentro, ¿cómo le ha ido con este nuevo proyecto?
Es un proyecto paralelo que hago cuando tengo tiempo. Yo escribo y me encanta escribir, y no siempre lo comparto, entonces la idea es compartir lo que escribo y lo que me ha ayudado a mí a sentirme mejor cuando paso por momentos difíciles, a entender mejor cosas que a veces necesitan esa introspección para poderlo gestionar.
Lo creé y apenas he mandado uno, porque estoy entregando el trabajo en Radio Ambulante, yo termino Radio Ambulante ahorita en junio, me voy para la beca y no sé qué pasará después de la beca, no hay un compromiso de volver. Además, tengo una hija de un año, entonces todo eso más el viaje, no queda mucho tiempo para escribir. Va a tener más frecuencia ahora que voy a estar estudiando, que voy a estar leyendo, porque quiero compartir también la experiencia de la beca desde el correo. Es un boletín que quiero mucho y es una forma de seguir creando mientras no estoy ahí en Radio Ambulante.
¿Cómo influyó su paso por la Universidad de Antioquia en su vida profesional?
Algo que me gustó mucho del pregrado es que siempre la escritura era el núcleo. Si usted quería ser periodista, tenía que esforzarse en escribir lo mejor que pudiera, y escribir mejor es escribir claro, para que cualquiera le entienda y para que las ideas se comuniquen. Ese énfasis en la escritura para mí fue clave para todo lo demás. Me acuerdo de que escribía y tomaba fotos para De la Urbe, y eso de tener laboratorios que confíen en uno, que es lo que también ha sido para mí Radio Ambulante, lo viví antes desde De la Urbe, y desde Altaír donde también hacía radio.
Yo siento que la Universidad más que un espacio de conocer es un espacio de conocerse a uno mismo. Cuando uno está ahí da por sentado que la vida es un ejercicio permanente de aprender, pero cuando uno sale se da cuenta que la presión por producir a veces pone el aprendizaje en un segundo plano y para producir uno no tiene que conocerse, uno puede desarrollar una técnica y repetirla, y uno se puede terminar repitiendo toda la vida, uno se puede secar espiritualmente produciendo. Uno sale y se encuentra con gente que está tan acomodada con lo que ya se diseñó que uno como que se desinfla y se da cuenta que no todos quieren cambiar el mundo, en cambio en la UdeA sí, y ojalá que eso no se pierda.
Portal U de A - Redes Sociales - WCV(JSR 286)
- ${title}
- Directorio telefónico
- Mapa del sitio
- Normativa
- Notificaciones por aviso
- Pico y placa en Ciudad Universitaria
- Preguntas frecuentes
- Tarjeta Integrada Personal
- Transparencia y acceso a la información
- Atención presencial
- Atención telefónica
- Atención virtual
- Políticas
- Términos y condiciones de uso
- Trámites y servicios
- Ventanilla virtual
- Actualizar datos de egresados
- Aspirantes a docente de cátedra
- Campus UdeA
- Consultar correo electrónico
- Consultas y elecciones
- Contratación y convocatorias
- Pago de facturas
- Generar certificados
- Iniciar sesión del Portal
- Obtener/recuperar contraseña
- Registro de usuarios externos
- Sede electrónica
- Ude@ educación virtual
- Verificación y consulta de diplomas y actas de grado
Portal UdeA - Iconos Footer - WCV(JSR 286)
- ${title}