Z7_89C21A40LGRJC0A6CAE7SVL2O1
Clic aquí para ir a la página gov.co
Emisora UdeA
Z7_89C21A40LGRJC0A6CAE7SVL240

Portal U de A

Z7_NQ5E12C0LO02E0QOBJGLM10OC2

9 Décadas, 9 Historias: Los libros que forjaron una historia

29/08/2024
Por: Vicerrectoría de Docencia

El Sistema de Bibliotecas de la Universidad de Antioquia ha recorrido un camino lleno de pérdidas, renacimientos y grandes transformaciones desde sus primeros libros en 1803 hasta convertirse en el corazón académico y cultural que conocemos hoy.

Te invitamos a descubrir historias que revelan el pasado, los desafíos y la fuerza que ha dado forma a nuestro Sistema de Bibliotecas.

9 Décadas, 9 Historias: Los libros que forjaron una historia

Rememorando el alma de la Universidad de Antioquia: Manteniendo su pasado vivo en el presente y en el futuro
 

El Sistema de Bibliotecas de la Universidad de Antioquia tiene una historia rica y compleja. Sus orígenes se remontan al siglo XIX, con la primera noticia de una “Biblioteca” en 1803, equipada con obras donadas por el General Francisco de Paula Santander, Alejandro Vélez y los franciscanos fundadores del Colegio Mayor. Sin embargo, esta colección inicial enfrentó múltiples adversidades: en 1851, de los 400 volúmenes reportados por el rector Emeterio Ospina, muchos fueron censurados por la Iglesia o destruidos durante las revueltas. En 1881, la Biblioteca, relegada a la oficina del Rector, apenas prestaba servicios, y en 1899, la Guerra de los Mil Días dejó nuevamente sus anaqueles casi vacíos.

El siglo XX marcó un renacimiento para la Biblioteca. En 1905, bajo la rectoría de Tulio Ospina, se nombró al primer bibliotecario en propiedad, José María Uribe “Marita”, quien organizó los 300 libros sobrevivientes y sentó las bases de un sistema estructurado. Para 1910, la colección creció a 5.000 piezas, pero en 1911 perdió un 20% de su acervo por la separación de la Escuela de Minas. En 1921, la “Oficina de Textos” intentó proveer material académico, pero resultó un fracaso económico. En 1923, el rector Antonio Mauro Giraldo describió la Biblioteca como “escasa y de poco mérito”, solicitando recursos que, en 1928, se materializaron con el cobro de matrículas y exámenes para adquirir nuevos libros. Ese mismo año, bajo Monseñor Sierra, se trasladó al primer piso, aunque sufrió robos y censura.

Un hito llegó en 1935 con la fundación de la Biblioteca General bajo Clodomiro Ramírez y la dirección de Alfonso Mora Naranjo, quien impulsó su crecimiento mediante donaciones y canjes de la recién creada Revista Universidad de Antioquia. Para finales de ese año, la biblioteca tenía 2.060 libros y atendió 17.720 consultas. En 1937, la donación de la biblioteca de Carlos E. Restrepo enriqueció su acervo con 1.500 volúmenes, y en 1940 alcanzó 50.000 usuarios gracias a una catalogación moderna y un enfoque público. La década de 1940 trajo avances como la “Exposición del libro americano” (1944) y la heroicidad de Mora Naranjo en 1948, cuando salvó la Biblioteca de una turba tras el Bogotazo.

En 1950, la Biblioteca sumaba 110.000 piezas, y en 1951 incorporó la Biblioteca Zea, añadiendo 16.000 volúmenes valiosos. Sin embargo, la salida forzosa de Mora Naranjo en 1954, tras el golpe de Rojas Pinilla, marcó un cambio. José Ignacio González introdujo conceptos como el Centro de Documentación y la conmutación bibliográfica, modernizando el sistema. En 1968, la Biblioteca General se trasladó a la Ciudad Universitaria, ocupando el bloque 8, y en 1969 se creó el Departamento de Bibliotecas, consolidando una red de bibliotecas satélites.

La modernización continuó en las décadas siguientes: en 1988 llegaron los computadores, en 1993 se adoptó el software Olib y se aseguró un presupuesto estable con el reintegro del IVA, y en 2003 obtuvo la certificación ISO 9000, siendo la primera biblioteca universitaria colombiana en lograrlo. En 2015, la Biblioteca Central fue renombrada en honor a Carlos Gaviria Díaz, reafirmando su papel como “alma” de la Universidad de Antioquia. A través de siglos de pérdidas, reconstrucciones y transformaciones, el Sistema de Bibliotecas ha mantenido vivo el legado de la Universidad, proyectándose hacia el futuro como un pilar de conocimiento y cultura.

 

Z7_89C21A40LGRJC0A6CAE7SVL241
Z7_89C21A40LGRJC0A6CAE7SVL2K2