Urabá

Estudios Ecológicos y Agroambientales, Tulenapa 

El municipio de Carepa limita por el norte con el municipio de Apartadó, por el este con el departamento de Córdoba, por el sur con el municipio de Chigorodó y por el oeste con el municipio de Turbo. Su economía se basa principalmente en la agricultura, cultivo de plátano, banano y otras frutas tropicales. Además, la ganadería y la industria de palma de aceite tienen una presencia significativa. Su nombre se deriva del lenguaje de los indígenas de la región, Catíos Emberá, en cuya lengua “Carepa” se traduce como loro pequeño o papagayo.

En la zona rural de este municipio, en medio de los predios de empresas bananeras del golfo de Urabá, existen 150 hectáreas de bosque primario húmedo tropical donde se almacenan hasta 40 toneladas de carbono. El bosque Tulenapa es hábitat de un sinnúmero de especies, y se consolida como un importante laboratorio natural donde nuestros científicos estudian la estrecha relación entre vegetación, suelo, clima y actividad humana; por lo que es reconocido como patrimonio natural, protegido y conservado por la Universidad de Antioquia.

Tulenapa, significa «tierra de los conocedores del cosmos», en lengua de los indígenas Tule, primeros habitantes del territorio. 

La planicie costera del golfo de Urabá es reconocida en el mundo como una zona bananera. En 2014, el 70% de las exportaciones nacionales de banano salieron de las plantaciones establecidas en la zona. Sin embargo, el auge del sector agrícola bananero se dio a expensas de las selvas ubicadas en la planicie oriental del golfo de Urabá, entre los ríos Carepa y El Tres. Solo en la cuenca del río León existen cerca de 34.000 hectáreas de cultivos y 90.000 hectáreas de potreros, mientras que los rastrojos o zonas arboladas, producto del abandono de actividades productivas, no exceden las 10.000.

El bosque primario es prácticamente inexistente en la planicie y está representado por los manglares y los humedales de agua dulce, y por un pequeño parche de selva húmeda tropical ubicada a unos minutos del casco urbano de Carepa: el bosque Tulenapa, el distintivo de este campus universitario, el laboratorio vivo más importante de la Universidad y, por supuesto, un patrimonio ambiental para la región y el departamento. Sus características geográficas tan particulares hacen de este lugar un santuario para la vida y el cuidado de cientos de especies —muchas de ellas en estado de amenaza— y un refugio temporal para un sinnúmero de aves migratorias. Asimismo, brinda servicios ecosistémicos importantes: es un área vital para el abastecimiento hídrico de la región, un importante reservorio de carbono verde y de absorción de contaminantes y una zona imprescindible para generar oxígeno, regular el clima local y mitigar los efectos propios del cambio climático.

La Universidad de Antioquia, entendiendo las dinámicas del territorio y el perfil de sus habitantes, ofrece en el Campus Carepa una variada oferta de programas que propician la investigación en temas de agroindustria, agropecuaria, bioquímica, educación física, artes, reconocimiento a las prácticas ancestrales, entre otros. 

Todos los programas ofrecidos en el campus se fortalecen con los equipos dispuestos para la investigación, el entorno, la infraestructura y los laboratorios que permiten explorar y afianzar los conocimientos adquiridos desde la práctica. Como es el caso del proyecto de Acuaponía, que se viene trabajando desde 2015 con el Grupo en Sistemas Marinos y Costeros  —GISMAC—, adscrito a la Corporación Académica Ambiental de la Universidad de Antioquia, y que en 2019, instaló el laboratorio de Acuaponía en el Campus Carepa. Esta es una iniciativa que permite la producción sostenible de alimentos y el empoderamiento comunitario.

Sistema de cultivo acuapónico e hidropónico. Fotografía: cortesía Paula Urán, corporación Académica Ambiental. 

En el sistema de cultivo acuapónico se combinan técnicas de piscicultura —cultivo de peces— e hidroponía —cultivo de vegetales consumibles—, en la que el agua circula en ambientes cerrados, es decir, en los que el agua retorna a su lugar de origen, con un ahorro de agua que, comparado con otros sistemas de producción, puede estar por encima del 90 %. Casi siempre los sistemas tradicionales se deshacen del agua que es utilizada para los peces. En este caso, se recupera con pocas pérdidas.

Por otro lado, nuestra comunidad universitaria desarrolla proyectos productivos con los recursos que produce el territorio, como es el caso de María Camila Echeverri Puerta, egresada de Ingeniería Bioquímica, quien innovó con un dulce licor de banano que sirve de aperitivo y que hoy se muestra como la bebida insignia de Turbo. Asimismo, Jummy Rivera, egresado de Ingeniería Agroindustrial, aprovechó el conocimiento que recibió sobre fermentación de frutas para crear un licor de plátano maduro. Este emprendimiento inició de la mano de la Asociación de Productores Plataneros Barro Colorado —Asopabaco—, ubicada en Turbo e integrada por 43 asociados. El plátano maduro que esta organización no logra exportar o vender en el mercado local, que alcanza el 30 % de su producción, hace parte de iniciativas de transformación para convertirlo en harina, otros productos asociados y, ahora, licor.

Todo lo anterior, potencia a nuestro Campus Carepa como centro académico idóneo para la ciencia, el arte y la investigación, además, contamos con un excelente equipo académico y administrativo.

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Secretaría Campus Carepa - Estudios Ecológicos y Agroambientales

Luisa Egher
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