Instrumentación Quirúrgica presente en la región de Urabá
Instrumentación Quirúrgica presente en la región de Urabá
A pesar de dificultades en infraestructura, los estudiantes del pregrado en instrumentación quirúrgica aprovechan su vida académica para el desarrollo de su región.
La Universidad de Antioquia trata de llegar a cada rincón del Departamento a través de su oferta académica, investigativa y de extensión, y así poner el conocimiento al servicio de todos los antioqueños. Por eso, desde 2007, se dicta el programa de Instrumentación Quirúrgica para jóvenes de la región.
“La Universidad ha sido un nuevo mundo por descubrir, maravilloso, donde hemos podido aprender muchísimas cosas. Los cursos que hemos visto hasta ahora han sido muy bien pensados para el nivel en el que nos encontramos y para todo el pregrado. Afortunadamente la calidad de los profesores ha sido excelente”, cuenta Yoemis Hernández, una de las estudiantes del programa.
El pregrado de Instrumentación Quirúrgica hace parte del proyecto Educativo Institucional de la Alma Máter y está comprometido con la formación de personas con altas calidades académicas y profesionales: individuos autónomos, conocedores de los principios éticos, responsables de sus actos, capaces de trabajar en equipo, del libre ejercicio del juicio y de la crítica, de liderar el cambio social, comprometidos con el conocimiento y con la solución de los problemas regionales y nacionales.
En el año 2007, este programa de la Facultad de Medicina inició de manera presencial en la región de Urabá, en el municipio de Turbo, desarrollando todos los contenidos temáticos con el acompañamiento directo de los docentes por medio de módulos de aprendizaje. Con esta iniciativa el pregrado pretende ser un factor de equidad social, contribuir con la solidaridad y catalizar de la problemática de la región.
A pesar de que el contenido académico trata de ser el mismo para todas las sedes donde se enseña este pregrado, la distribución del tiempo para las clases es distinta. “El programa de la región de Urabá es exactamente el mismo de Medellín, tiene el mismo plan de curso, aunque diferente creditaje. Varían las metodologías, porque un curso que acá se ve semestral, allá se ve en cuatro semanas. Se emplean más trabajos lúdicos para no cansar al estudiante ni a los docentes”, explica Liliana Carvajal Laverde, coordinadora de prácticas del pregrado.
Se trata, en lo posible, que la mayoría de los docentes que enseñan en Turbo, en la sede Jesús Mora, sean los profesores vinculados y de cátedra de la Facultad de Medicina en Medellín, para garantizar unos conocimientos y metodologías similares respecto a los contenidos.
Por su parte, Paula Andrea Jaramillo Marín, jefa del pregrado de Instrumentación Quirúrgica explica que “la regionalización es uno de los principios rectores de la Universidad de Antioquia, por tanto, lo contempla claramente como política en su plan de desarrollo 2006 - 2016 “una universidad Investigadora, Innovadora y humanística al servicio de las regiones y del país”, y a su vez, la Facultad de Medicina en sus objetivos del plan estratégico 2009 – 2016 vislumbra el incremento de la oferta de servicios educativos de salud en las regiones”.
Pero la sede Jesús Mora, donde se dicta el programa, cuenta con deficiencias mencionadas por diferentes estudiantes, docentes y empleados respecto a la infraestructura del edificio, las que perjudican constantemente a quienes hacen uso de sus aulas. Además, debido a que cada vez se abren más carreras en la zona y la cantidad de estudiantes aumentan, las condiciones se hacen más complejas.
“Por otra parte, no disponemos de un aula fija, estudiamos hasta los sábados, pero los viernes por la tarde nos sacan de nuestra aula de clases porque ya está destinada para alumnos de pregrados de los fines de semana, y aunque la Universidad ya construyó una sede oficial, Ciencias del Mar, esta no cuenta con el espacio suficiente para abarcar a todos los estudiantes matriculados en Turbo, entonces muchos nos vemos sometidos a recibir clases en la sede tradicional Jesús Mora, en condiciones precarias y sin un aula fija”, expone Yoemis.
Actualmente, el programa cuenta con 21 estudiantes, y dado a que no hay continuidad en los cursos, para algunos estudiantes se dificulta el proceso. “Empezaron 32, pero como no viene cohorte detrás, el que pierde, sale del programa”, comenta la profesora Carvajal. Por tanto, los estudiantes opinan que, “por esta triste situación han salido 10 estudiantes y solo vamos en el tercer semestre, ya solo quedamos 21 y está la incertidumbre de cuántos más saldrán”.
Sin embargo, para el período 2015-1 se tienen 21 estudiantes matriculados con clases presenciales, soportadas con la plataforma Moodle y Webex, de lunes a viernes con módulos de aprendizaje orientados por docentes de la Facultad de Medicina, y por egresados de la zona, quienes se comprometen con la formación de los nuevos profesionales y el desarrollo de la región.
Es necesario resaltar que a pesar de que las condiciones físicas no son las idóneas para la enseñanza y aprendizaje, el empeño que ponen los docentes al viajar semanalmente de Medellín a Urabá, y el de los estudiantes que viajan de municipios aledaños como Chigorodó, Carepa o Apartadó, e incluso de los que residen en Turbo para recibir clases intensivas y sin pausas.
Ampliar sus conocimientos en cada sesión, aprovechar la calidad del microcurrículo y los convenios de docencia y servicio con instituciones de salud, son algunas razones por la que es indispensable que las instituciones de educación superior del país tomen la iniciativa de llevar sus carreras profesionales hasta las regiones.