Proyecto UdeA con caficultores de Ituango, protagonista de la Noche de la Excelencia
Proyecto UdeA con caficultores de Ituango, protagonista de la Noche de la Excelencia
Enaltecer el trabajo de los caficultores, pasar del concepto de productividad al de competitividad y contribuir a la construcción de una paz sostenible, fue lo que se plantearon en 2019 un grupo de investigadores de la Universidad de Antioquia. Su proyecto, reconocido en la Noche de la Excelencia 2024 del Ministerio de Educación Nacional, fue pionero en apropiación social del conocimiento y hoy, con recursos del Sistema General de Regalías, ha llegado a un número superior de 260 beneficiarios en 13 veredas del municipio de Ituango.
De 117 veredas que tiene el municipio de Ituango, la economía de 84 de ellas depende de la producción de café. Foto: cortesía Cecilia Gallardo Cabrera.
Con las puertas abiertas, sonrisas y un buen tinto recibieron los caficultores de Ituango a los investigadores de la Universidad de Antioquia que llegaron a la región en noviembre del 2021, con el propósito de compartir saberes para reconocer la labor de los campesinos, crear estrategias de competitividad para el café cultivado en la zona y contribuir a la construcción de paz, en un municipio golpeado por los rigores del conflicto armado colombiano.
Para ello, el equipo interdisciplinario de la UdeA formuló el proyecto: «Incremento de la competitividad de los caficultores de Ituango mediante el fortalecimiento de capacidades en ciencia, tecnología e innovación —CTEI—», con el compromiso de establecer una conversación horizontal de conocimientos con los productores de café de este municipio del Norte de Antioquia, y que hasta ahora ha llegado a 260 beneficiarios de 13 veredas.
Por ser pionero en la apropiación social del conocimiento y su alto impacto en las comunidades rurales, este trabajo, desde sus inicios, contó con recursos del Sistema General de Regalías, exactamente del Fondo de Ciencia, tecnología e Innovación y la cooperación de la Asociación de Productores Cafeteros del Norte de Antioquia —Aprocant—.
«Nos centramos en Ituango y al conocer su alto nivel de producción cafetera, decidimos que el tema central era la competitividad y trazamos como objetivos: reivindicar las competencias investigativas del campesino, instalar el Laboratorio del Caficultor, hacer el análisis químico y vincularlo con la calidad técnica y simbólica del café, crear sistemas de comercio electrónico y fortalecer las capacidades de convivencia y solidaridad», dijo Cecilia Gallardo Cabrera, investigadora principal y coordinadora del grupo de investigación Grupo Estabilidad de Medicamentos, Cosméticos y Alimentos, adscrito a la Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias de la UdeA.
El cumplimiento gradual de estas metas hizo que el Ministerio de Educación Nacional —MEN— seleccionara al proyecto como el primer lugar de la Convocatoria para el reconocimiento a experiencias destacables en la relación con el sector externo y la apropiación social del conocimiento en la Noche de la Excelencia Educativa 2024 celebrada el 4 de diciembre en la Plaza Central de la Universidad Nacional de Colombia.
Según la evaluación del MEN, el trabajo conjunto de la UdeA con los caficultores de Ituango resalta el valor del conocimiento especializado en procesos de comercialización, para generar mejores oportunidades laborales. Además, evidencia su impacto con actividades de formación técnica y eventos de socialización que han consolidado un modelo de economía comunitaria sostenible.
«Es todo un diálogo de saberes con los maestros caficultores, como nos propusimos llamarlos, que nos fue trazando la metodología y dejó claras sus necesidades», manifestó Marcela Martínez Castaño, coinvestigadora del proyecto, quien destacó la apertura de los ituanguinos para compartir lo aprendido durante décadas, sobre el café.
Uno de los puntos de partida fue que los campesinos conocieran el sabor de su café y a partir de la introducción de nuevas prácticas y tecnologías pudieran disfrutarlo y ofrecerlo en un mercado más abierto. «Estoy aprendiendo a manejar las máquinas para tostar y es una belleza… y también a probar el café, a distinguir sus sabores y a entender que es mejor el que cultivamos que el que compramos por fuera», contó Juan Bautista Flores, caficultor perteneciente al proyecto.
El proyecto busca integrar el conocimiento ancestral de los campesinos con nuevas herramientas tecnológicas, a través de laboratorios rurales, conversaciones y talleres participativos. Foto: cortesía Cecilia Gallardo Cabrera.
Laboratorio y marca
Con tres años de ejecución del proyecto, hay logros simbólicos y tangibles, que tienen que ver con el rescate de la «sabiduría profunda» de los campesinos, la disminución de la brecha entre caficultores y tostadores, la creación del Laboratorio del Caficultor y el nacimiento de la marca Itucafé.
En este rescate de la «sabiduría profunda» se cuentan regalos como las palabras de Elkin Espinal: «Mi papá me enseñó que el que siembra café, siembra vida. Este grano, en épocas de crisis, le dice al productor: "ayudame con materia orgánica... ve, no botés la pulpa…" Él mismo se convierte en la herramienta esencial de conocimiento».
Frente a la disminución de la brecha entre caficultores y tostadores se ha hecho un trabajo orientado a que el campesino esté involucrado en toda la cadena productiva. «Aprender de la trilladora, de la seleccionadora de café, de la tostadora es muy importante para mí… gracias a la Universidad de Antioquia que nos brinda toda esta maquinaria y conocimiento», comentó Yair Pozo, productor de la zona.
«A mi niño, a medida que va creciendo, le digo que sea activo con el cafecito, que lo sepa administrar, que aprenda muchas cosas», Raúl Zapata Chancí, caficultor de Ituango.
De esta forma se pretende hacer frente a la paradoja del café que durante años ha definido como beneficiados de la venta del producto final a los grandes tostadores y no a los encargados de su siembra, recolección y secado.
En este punto ha sido fundamental la creación del Laboratorio del Caficultor, ubicado en la cabecera municipal de Ituango, que ha brindado un acercamiento entre el campesino y los desarrollos con los que cuenta la industria en la actualidad.
«Ahora estamos pensando en modelos de negocio, a través de plataformas digitales, donde se vea la calidad técnica y simbólica del café de Ituango para que esas ventas se reproduzcan en beneficios para la comunidad del Norte de Antioquia», explicó Alexandra Quirama, investigadora joven y estudiante de pedagogía de la Facultad de Educación de la UdeA, quien añadió que todo este proceso tiene que ser basado en las formas de ver la vida de los campesinos de la región.
Estos modelos de negocio pretenden ofrecer la marca Itucafé, cocreada con los beneficiarios del proyecto, y que desde ya tiene valores agregados como un código QR en el respaldo del empaque, donde el consumidor podrá conocer la historia del caficultor que produjo el café, el tipo de café que está tomando y de qué vereda viene.
El municipio de Ituango ha padecido por décadas del conflicto armado, la pobreza extrema y la inestabilidad de los precios del café. Foto: cortesía Cecilia Gallardo Cabrera.
Un futuro planeado por todos
«Vengan al laboratorio que esto es muy chévere. Uno no se puede quedar con lo que tiene, sino echar para adelante y aprender cosas nuevas, compartir con los demás cultivadores y hacer cosas en colectivo para que no traigan café de afuera, para que escojan el café original de nosotros», invitó la caficultora Olga Zabala.
Las palabras de doña Olga abren las puertas a un año más de desarrollo del proyecto, donde será fundamental la organización de la comunidad con sus modelos de negocio y afrontar los nuevos retos sociales y económicos de los campesinos y del sector cafetero.
«Este empoderamiento de los caficultores con el fortalecimiento de sus saberes y el perfeccionamiento de las prácticas técnicas debe reflejarse en un impulso significativo de la economía local que estaremos acompañando», expresó Deisy Johana Gómez Quintero, ituanguina y miembro del equipo de investigadores de la UdeA como comunicadora social – periodista.
Con el aprendizaje colectivo se seguirá apuntando a la monetización de la calidad simbólica del café de Ituango, sustentada en la forma de afrontar la vida de una comunidad que le apuesta a la construcción de una paz sostenible. «Siempre con la claridad de que los beneficiarios sean los caficultores, quienes asocian al café con su futuro y su fe, los que históricamente han sido relegados en la cadena de valor del grano», insistió Gallardo Cabrera.
«Me gustaría seguir aprendiendo sobre el manejo del café. Aprender yo, para enseñarle a los que no saben», concluyó Gilberto de Jesús Londoño Jiménez, caficultor del municipio de Ituango.
Detalles del proyecto
Los recursos provenientes del Sistema General de Regalías para el proyecto son superiores a los 2900 millones de pesos, con una contrapartida de la UdeA de aproximadamente 1000 millones de pesos.
El equipo vinculado directamente al proyecto está compuesto por Deisy Gómez, Luis Pérez, Diana Tabares, Claudia Posso, Edilson Zapata, Liliana Betancur, Juan Camilo Lopera, Marcela Martínez y Cecilia Gallardo. Los jóvenes investigadores Alexandra Quirama, Juliana Rojas, Camilo Zambrano, Carolina Restrepo, Andrés Tobón y Kevin Oquendo. Además de la participación de la Sede de Investigación Universitaria —SIU— en cabeza de la vicerrectora de investigación de la UdeA, Claudia Marcela Vélez.
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