Han Kang y la novela de los desmoronamientos: La vegetariana
Han Kang y la novela de los desmoronamientos: La vegetariana
«En esta breve novela habitada por acontecimientos espeluznantes, el peculiar personaje de Yeonghye sostiene el hilo de la narración a partir de su característico silencio y de su capacidad para transgredir, sin temor alguno, los cánones culturales y morales establecidos en una sociedad cuyas mujeres se deben irrestrictamente a sus padres y a sus esposos, independiente de la "autonomía" alcanzada por su mayoría de edad o por su estado civil de casadas. A ello se dedica en gran parte de este libro Han Kang, ganadora del Premio Nobel de Literatura 2024, quien, desde la primera hasta la última página de La vegetariana, despliega una crítica al mundo social y familiar del país asiático de donde es oriunda».
En La vegetariana, una novela breve de la autora Han Kang, la protagonista Yeonghye aspira a alcanzar una existencia próxima al mundo vegetal —como se lee en la contratapa del libro—. Un mundo en decadencia que le ofrece a Yeonghye la justa soledad para desplegar su silencio. Este anhelo la lleva a transgredir diferentes costumbres, entre las que sobresalen dos renuncias singulares: abstenerse definitivamente de consumir carne y prescindir por completo del uso del sujetador. Este último comportamiento «la hacía ver diferente del resto de las mujeres» —Kang, 2024, p. 12—, quienes estaban sometidas a las normas de una sociedad conservadora, estricta y regida por la disposición patriarcal, como sucede hasta hoy en Corea del Sur.
En esta breve novela habitada por acontecimientos espeluznantes, el peculiar personaje de Yeonghye sostiene el hilo de la narración a partir de su característico silencio y de su capacidad para transgredir, sin temor alguno, los cánones culturales y morales establecidos en una sociedad cuyas mujeres se deben irrestrictamente a sus padres y a sus esposos, independiente de la «autonomía» alcanzada por su mayoría de edad o por su estado civil de casadas. A ello se dedica en gran parte de este libro Han Kang, ganadora del Premio Nobel de Literatura 2024, quien, desde la primera hasta la última página de La vegetariana, despliega una crítica al mundo social y familiar del país asiático de donde es oriunda.
Juan Gabriel Vásquez, en una reciente entrevista que transmitió La W Radio, señaló que una novela es un ejercicio de curiosidad por los otros, por las vidas de los otros. Ese concepto es taxativo para la obra La vegetariana, cuyas páginas generan curiosidad de comienzo a fin por su protagonista. Es un personaje construido por una autora que tiene claro que una novela es una forma de explorar la realidad. De ahí la manera de concebir y ocasionar las actuaciones de Yeonghye, quien se comporta como una verdadera insubordinada ante un mundo de dominio masculino. Ejemplo de ello es la decisión de excluir de su dieta el consumo de carne y evitar el uso del sostén en su vestuario diario. Tales comportamientos generan un completo desconcierto en su esposo, en su familia y en su escaso círculo social, cuestión que permite a su vez mostrar las grietas de una «comunidad» en desmoronamiento y de una realidad maquillada donde todos conviven.
Han Kang, sabia e iluminada para narrar «el malestar humano», lo sensibiliza hasta convertirlo en arte narrativo. Así lo consigna decididamente en los tres relatos que conforman esta novela: La vegetariana, La mancha mongólica y Los árboles en llamas. Se trata de tres historias zurcidas con la prolongada e irrompible hebra del dolor padecido, en particular por este personaje, víctima de la crueldad de su progenitor: «Las palizas del padre se ensañaban especialmente con Yeonghye. […], los malos tratos que recibía le llegaban hasta los huesos» —2024, p. 145—. Aunque nunca opuso resistencia a las agresiones recibidas de su padre, ella conservó en su memoria y en el recuerdo, las huellas que los latigazos le dejaron en la piel, para un día empezar a hacer reciedumbre, a buscar ser ella y a salvar su deseo, luego de vivir en silencio en un mundo familiar y en una «vida» matrimonial en constante desmoronamiento.
Necesito expresar que me conmueve la protagonista de esta novela. Siento compasión por ella y por el precio que paga por resistir a un patriarcado enquistado. Me duele imaginarla en el hospital psiquiátrico donde la internaron a la fuerza y donde padeció la barbarie de los médicos y de los procedimientos a los que la sometieron, solo porque su aspiración era ser árbol.
Leo La vegetariana y encuentro una novela que, además de revisar la realidad coreana, permite reconocer otros filones a explorar en esta magnífica creación literaria de Kang, como la imposibilidad de aceptar a quien se muestra diferente, la concepción del cuerpo como objeto, la obsesión por el tiempo visible en expresiones como el tiempo está pasando, el tiempo pasa, el tiempo no se detiene; la culpa confundida con responsabilidad, la actitud infantil, en particular de los esposos de las dos hermanas, protagónicas en el relato, dos hombres incapaces de hacerse cargos de sí mismos, menos de sus familias, la violencia intrafamiliar, la enfermedad, la depredación en un mundo tan radical, la memoria, el arte, los sueños, las pesadillas, el erotismo, la pornografía, entre tantos otros. Ángulos visibles en la esmerada prosa de la escritora que, no obstante, los reconocimientos de que es objeto, también recibe críticas y desaprobaciones por parte de quienes prefieren que el patriarcado «normalizado» de su país se conserve hasta hoy sin reconvenciones, sin alteraciones ni levantamientos del mundo literario o de cualquier otra expresión artística, que reclame para el mundo femenino el lugar de dignidad que le corresponde.
Leo La vegetariana, repaso sin palabras los silencios de su protagonista y no puedo dejar de pensar en Sófocles, autor de tantas tragedias en las que sus personajes asumen el sufrimiento de una forma tan conmovedora que es imposible que el lector no resulte estremecido por ese mismo dolor. Es lo que transmite Yeonghye, por quien no se me agota la curiosidad.
P.D. Gracias plenas al Portal de la Universidad de Antioquia por la apreciación y publicación de los textos de mi autoría durante el 2024. Iguales agradecimientos a los lectores de mis columnas; y para toda la comunidad académica, mis mejores deseos en las festividades navideñas y éxitos en el año 2025.
Referencia
Kang, H. (2024). La vegetariana. Bogotá: Pengüin Random House. 167 pp.
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