Opinión

“(…) mi lenguaje es rudo como el del pueblo, por eso no gustan de él los señorones y en especial los chupatintas (…)”.  Así habló Zaratustra de Friedrich Nietzsche.

Antes que nada el título es porque en una universidad, donde se supone el análisis debiese florecer y fecundar nuevos horizontes; de índole pública donde se supone debiese haber un espectro más amplio de alcance, quizá ilimitado y no tan cerrado y repetitivo como lo que vemos en ella; del tercer mundo, donde quizá las ganas de salir adelante y producir cosas nuevas y diferentes debiesen ser más grande; del siglo 21, donde se nos ha demostrado, que en este mundo todo es posible, y que la mente ,la voluntad y la dedicación, no tienen los límites de los humanos que se sepultan a sí mismos y son aves que vuelan bajo. Aprecio en ella, para mí, querida y dañada universidad, todo lo contrario.

He decidido dejar la Universidad, después de cinco años en ella, y sin un título, quizá ha llegado a mi lo que Kant denominaba “sapere aude” —ten el valor de pensar por ti mismo—,antes creía estar ahí , pero me equivocaba, por el simple hecho de seguir a la mayoría ya me encontraba algo difuso en mi perspectiva, pues esto de estudiar un pregrado es lo que la mayoría hace; quizá en la época de nuestros padres y abuelos era de gran mérito y posibilidades a futuro, para tener una calidad de vida, para sí mismos y por quienes velásemos; pero estos tiempos han cambiado, hoy en día los títulos con mucho esfuerzo obtenidos te dejan un conocimiento pero no un futuro, es por eso que ser domiciliario es lo que más se frecuenta hoy en día en nuestro país.

No sin antes también mencionar que el conocimiento que nos deja la Universidad es de tipo unificado, globalista y “científico”, de este último en especial es de lo que se mofan muchos estudiantes y profesores y señalan a veces con burla todo aquello que no pase su filtro. La ciencia es como la religión, o estás conmigo, o no .

Veo futuros destinados al fracaso para aquellos jóvenes que sigan en la Universidad gastando su vida —aunque espero no sea así de corazón—, por las oportunidades laborales de este país, por el éxodo de los hermanos venezolanos, por la falta de puertas distintas para los que no tienen recursos. Pero al final es el más fuerte el que sobrevive, y es por eso que incluso muchos que llegaron sin nada a este país huyendo de la dictadura comunista de su país, ya tienen más que muchos que nos la pasamos con excusas y nacimos acá.

“La ironía de la universidad” es el título, pero esto no es de la Universidad, esta para todos es querida y de gran valor ,es ironía por quienes la frecuentan y componen.

La Universidad en cualquier lugar del mundo insta al conocimiento especialmente la investigación, pues siempre lo que enseña es inacabado y limitado por el sistema educativo occidental que ya abarca hasta el hemisferio oriental de este mundo; el conocimiento de la alquimia, del alma, de la antigüedad, está infravalorado, menospreciado, produce desinterés, aunque en él hay muchas claves para afrontar estos tiempos.

Se dice que aquello que vemos en los demás cuando opinamos y cómo los nombramos, es aquello que también nos habita y define, creo en esta idea ya planteada por muchos estudiosos humanistas y recordada por muchos de mis compañeros de estudio en las redes sociales hoy en día. Sin embargo merece de una precisión muy importante que me atrevo a objetar, y es que: “no porque un lobo reconozca a una oveja será una. En la Universidad son replicadas las formas de ser de la mayoría de estudiantes y profesores, pocos auténticos, pues aunque “piensan con sentido crítico”, como allí se enseña, son páginas de un mismo libro que ya has leído.

Son varios los temas que aquí toco, pues esta será mi primera y última contribución de este tipo para la Universidad que me acompañó los últimos años, y aunque no tendré nunca un título de ella aprendí muchas cosas para el resto de mi vida y para hoy mismo, más valiosas que el título, que nos quita el tiempo y encadena, y que termina por quitar lo más característico del humano: la libertad, a cambio de un supuesto conocimiento que equivale a : ”(…) ver todo a través de una cerradura, toda tu vida has querido ver más, conocer más, y al saber que esa cerradura puede abrirse en formas que no imaginas, rechazas la posibilidad (…)“ como decía la película de “Dr. Strange”. (2016), que justamente trata de un cirujano famoso y egocéntrico que no concibe la magia, el poder de la mente, el multiverso, la sanación y el verdadero conocimiento sin occidentalismos ortodoxos burlescos.

He decidido volar, ya es el tiempo; muchas veces se caen los pájaros antes de hacerlo y se hieren a sí mismos, hasta que por fin un día lo hacen, y es cuestión de tiempo ahora, es menester ser como las águilas, elevarse de este caos que acompaña a la humanidad a través de las distintas épocas, y volar hacia donde queramos, pero sin olvidarnos de esta tierra y este cuerpo, como las serpientes, siempre en la tierra, con ella, por eso eran los dos animales preferidos del Zaratustra de Nietzsche.

Espero que todos vuelen como las águilas; nuestras familias, la Universidad, el trabajo, este país, no nos lo permite muchas veces, pero esta vida solo es una, para dejarla pasar como unas ovejas con miedo, limitad@s por nuestro exterior e interior.

“El más grande peligro para los seres humanos no es tener objetivos demasiado altos y fracasar pronto, sino tener objetivos demasiado bajos y logarlos” Miguel Ángel Buonarroti , quien empezó a pintar el cielo de la capilla Sixtina a  sus 16 años e hizo el “Moisés”, una perfecta estatua. Muchos dirán que no son como él y que son pocos los genios en la humanidad, pero (…) “no importa quien seas en el interior, tus actos son los que te definen” (…) película de Batman The dark knight ; “aquel que tiene un por qué soporta los cómo” Nietzsche.

No dejemos que el miedo nos gane la partida, como nos enseñó en clase “el último filósofo”, que en paz descanse, Jairo Alarcón, profesor del instituto de Filosofía ”si han de aprender algo de esta clase que sea a no tener miedo, nunca tengan miedo”.

Que la libertad nos guíe siempre hasta donde llega la de l@s demás.

Notas:

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