Academia

Investigadoras del GIANH responsables de la asesoría técnica. Foto: Escuela de Nutrición y Dietética. 

A través de la Cooperación Sur-Sur como escenario para intercambiar conocimientos técnicos y científicos alineados con prioridades de desarrollo, Colombia y Paraguay aprobaron el proyecto bilateral liderado por las investigadoras de la Universidad de Antioquia, Luz Mariela Manjarrés Correa y Diana Cárdenas Sánchez como embajadoras de conocimiento ante el Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición, INAN, de Paraguay.

La Cooperación Sur-Sur es un instrumento de política exterior e integración regional que pretende fortalecer el relacionamiento entre naciones con niveles de desarrollo similares. En ella, los países establecen iniciativas conjuntas bajo el principio de la demanda, buscando compartir conocimiento sobre desafíos de desarrollo similares a los de Colombia, diversificando así los escenarios y oportunidades de gestión de recursos técnicos y financieros, e incidiendo en temas estratégicos de la agenda internacional.

El proyecto liderado por ambas investigadoras apoya el diseño, elaboración, aplicación y análisis del componente de ingesta alimentaria de la Encuesta Nacional de Alimentación y Nutrición de Paraguay, y se inscribe en la Unidad de Evaluación y Consumo de Alimentos, perteneciente al Grupo de Investigación en Alimentación y Nutrición Humana, GIANH, de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad. 

“Desde nuestro país decidimos pedir este apoyo con base en la importante experiencia que ha adquirido Colombia en la implementación de encuestas de este tipo; es de nuestro interés poder contar con el conocimiento y experticia de quienes llevan bastante tiempo trabajando en este campo, sobre todo desde la mirada de las lecciones aprendidas y de los logros alcanzados”, destaca Susana Sánchez Bernal, directora de Nutrición y Programas Alimentarios del INAN.

Este trabajo conjunto entre la institución paraguaya y la Universidad fue orientado metodológicamente por la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional de Colombia, APC-Colombia, entidad nacional encargada de la coordinación técnica de la cooperación internacional que ofrece y recibe el país. 

A través de canales diplomáticos, APC-Colombia recibió la solicitud del Gobierno de Paraguay y posteriormente contactó a la Universidad para la formulación conjunta de este proyecto que atiende las necesidades de conocimiento gracias a la experticia y el reconocimiento de la institución, proponiendo en el marco de la Cooperación Sur-Sur un proyecto con rigurosidad metodológica y valor agregado como sello nacional.

¿Cómo funcionan las encuestas?

Las encuestas nacionales sobre alimentación son un mandato de las organizaciones mundiales ya que aportan una línea base para el diagnóstico de la situación alimentaria y nutricional del país. Este trabajo les permite orientar sus acciones y atacar las problemáticas de manera más óptima, facilitando que las mismas se traduzcan en una mejor asignación del presupuesto, y que su aplicación se realice de manera eficaz y eficiente en favor de las poblaciones más vulnerables.

Estas encuestas incluyen una visión muy amplia del estado nutricional de una sociedad: indicadores antropométricos con los que se evalúan factores como el sobrepeso y la obesidad; indicadores bioquímicos para conocer los niveles de ciertos nutrientes en la sangre; una evaluación sobre la percepción de la seguridad alimentaria, es decir, si lo ingerido se percibe como suficiente o no; y el componente de ingesta dietética, evaluado por el método de recordatorio de 24 horas, que consiste en preguntar lo que cada persona comió y bebió durante el día anterior, y si ingirió suplementos alimenticios.

Para la evaluación de ingesta el GIANH creó desde el 2005 un sistema que permite cuantificar la cantidad de alimentos ingeridos y sistematizar las encuestas con un software que calcula el aporte de energía y nutrientes para cada individuo. Estas bases de datos son compatibles con otros programas desarrollados por expertos internacionales y sirven para hacer ajustes estadísticos y obtener la mejor aproximación a la ingesta usual de energía y de nutrientes de las poblaciones, dividida por grupos de edad, sexos y regiones.

“El componente de ingesta es el más complejo de evaluar porque es un método impreciso de por sí, cualitativo, que hay que convertir en cuantitativo. Pero lo que hacemos y la forma en la que lo hacemos marca una diferencia y por eso nos buscan organizaciones nacionales y extranjeras. Si yo quiero conocer la verdadera realidad alimentaria de mi país tengo que estar abierta a lo que aparezca y tener unas herramientas igualmente flexibles”, dice la investigadora y también profesora Luz Mariela Manjarrés.

Cooperación entre Universidad y Estado

Este proyecto de Cooperación Sur-Sur es un reflejo del aporte representativo de la academia a políticas públicas de desarrollo nacional, pues a partir de las metodologías creadas por las investigadoras de la Escuela de Nutrición y Dietética es posible fortalecer técnicamente a las autoridades de Paraguay en la recolección y análisis de información nutricional para un mejor direccionamiento de sus políticas públicas en seguridad alimentaria.

“Instamos a las instituciones educativas colombianas a pensar la internacionalización más allá de los convenios de intercambio internacional de docentes y estudiantes, y abrir la perspectiva a procesos de Cooperación Sur-Sur y triangular que promuevan la vinculación de la academia con las agendas de desarrollo territoriales a fin de complementarse entre pares, sumar esfuerzos con otros actores y diversificar sus ámbitos de gestión participando en mecanismos de coordinación de la cooperación, territoriales y sectoriales, para ampliar el alcance de las iniciativas y evitar la duplicidad de acciones”, señala Ivonne Ramos Héndez, funcionaria de la Dirección de Coordinación Interinstitucional de APC-Colombia.

La cooperación entre naciones potencia a los países participantes en el fortalecimiento propio y en la expansión de sus aprendizajes y experiencias. En ambas direcciones obtienen beneficios, y bajo la cooperación sur-sur, se abordan desafíos comunes, aprovechando los saberes locales y visibilizando las organizaciones en roles de internacionalización que derivan de sus experiencias emblemáticas, algo poco común pero con alto valor agregado.

De acuerdo con la investigadora Manjarrés, cuando un grupo de académicos tiene experiencia con la investigación debe poner sus descubrimientos al servicio del desarrollo de otros pueblos, sobre todo en América Latina, “hay que compartir el conocimiento, ¿para qué más publicaciones si podemos ir a contar personalmente nuestra experiencia, con aciertos y errores, para que otros avancen y seguramente en su camino encuentren cosas por mejorar? Si lográramos hacer esto, seríamos un continente diferente”, manifiesta.