La clase de griego o la novela de las pérdidas
La clase de griego o la novela de las pérdidas
«Con su potente prosa lograda en tono lírico, Han Kang consigue pronunciarse en modo de ficción frente al sufrimiento humano y físico padecido por hombre y mujeres corrientes, en particular, por los protagonistas de La clase de griego —2023—. Esta es la primera obra que leí de quien acaba de ser reconocida con el mencionado galardón con todo merecimiento. La clase de griego —2023— permite leer páginas donde concurren el dolor, el silencio y la pérdida que enfrentan sus protagonistas».
En este año 2024, la autora surcoreana Han Kang fue reconocida con el máximo galardón a las letras que entrega la Academia Sueca. Se trata de una escritora capaz de entretejer los hilos de la vida cotidiana, personal, familiar y escolar hasta hacerlos visibles en sus legibles, delicados, bellos y profundos relatos. Gracias a la prosa alcanzada por Kang, sus escritos revelan los misterios de las vidas humanas, los mismos que ella sabe transformar en novela o poesía, obra de su alta sensibilidad por la palabra escrita.
Con su potente prosa lograda en tono lírico, Han Kang consigue pronunciarse en modo de ficción frente al sufrimiento humano y físico padecido por hombres y mujeres corrientes, en particular, por los protagonistas de La clase de griego —2023—.
Esta es la primera obra que leí de quien acaba de ser reconocida con el mencionado galardón con todo merecimiento. La clase de griego —2023— permite leer páginas donde concurren el dolor, el silencio y la pérdida que enfrentan sus protagonistas. Por ejemplo, la estudiante de un curso de griego antiguo, quien ante el pedido de su profesor de leer en voz alta lo escrito en la pizarra, se muestra incapaz de hacerlo, porque se lo impiden tres pérdidas recientes: la muerte de su madre, la custodia de su hijo de ocho años y su competencia lingüística. Aquí, es viable interpretar que la vida de ese personaje quedó atravesada por un duelo plural que la sumió en un silencio que le permitía ver; pero no pronunciar palabra, mucho menos leer los caracteres griegos que el movimiento de la mano de su profesor iban dejando sobre la pizarra. El siguiente pasaje ilustra lo ocurrido a este singular personaje:
Esa noche, por primera vez desde que perdió el habla, se observó con atención en el espejo. Pensó que debía estar viendo mal, porque sus ojos parecían extraordinariamente serenos […]. Se vio a sí misma reflejada en silencio en sus ojos; y dentro de ese reflejo, se vio de nuevo reflejada en silencio, y una vez más… y así hasta el infinito —Kang, 2023, p. 61—.
Ella, la estudiante poseída «hasta el infinito» por su incapacidad de hablar, no puede responder en clase y, desde entonces, la domina el silencio. Mutismo que asiste al lector a lo largo de esta novela, donde conmueven la voz apagada de uno de sus protagonistas y la fuerza poética de las palabras de la premiada Han Kang en la prosa de un título de impostergable lectura: La clase de griego.
Como ya se anunció, la obra también se ocupa de otra pérdida, se trata del daño progresivo de la visión del profesor de griego. Esa temerosa limitación que un día se convertirá irreversiblemente en ceguera y privará a este otro personaje, no solo de la posibilidad de ver, sino que también le ocasionará algunas restricciones para continuar su vida.
Sin duda, estamos ante una novela inspirada en las pérdidas y los miedos padecidos por sus protagonistas, a causa de las aflicciones que les deparan las privaciones del lenguaje y de la mirada, respectivamente. Así, a través del narrador, la autora se compadece poéticamente de los quebrantos con los que tienen que coexistir sus protagonistas: una estudiante de griego que «perdió el hablar» —Kang, 2023, p. 61— y su profesor que «Ve todo negro y deformado» —Kang, 2023, p. 127—. Es por esto que, quizás, solo desde una perspectiva de lectura se trate también de una novela sobre la compasión por el otro.
Además de ser periodista y profesora de escritura creativa —ocupaciones que dejó de ejercer para dedicarse de lleno a la escritura—, Han Kang es una consagrada literata, quien a partir de su inigualable prosa parece enseñar cómo el acto de leer es un ejercicio capaz de indicar el rumbo para reconocer el encanto de las palabras, que el escritor tiene que caminar a tientas y avanzar, casi en penumbra, hasta encontrar el esplendor u opacidad de lo propio de la condición humana, tantas veces enhebrado en la ilusión de la ficción.
Por último, no sobra destacar la importancia de este reconocimiento ¡Qué bien que esta vez los jurados del Nobel se hayan fijado en Oriente, para reconocer las letras logradas por una mujer de ese lado del mundo!
Referencia:
Kang, H (2023). La clase de griego, (trad. Sunme Yoon), Bogotá: Penguin Random House.
- Para compartir esta columna, le sugerimos usar este enlace corto: https://bit.ly/ClasedeGriego