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Opinión

La izquierda colombiana, ¿entre la transformación y la consolidación?

29/06/2022
Por: Fredy Alexander Chaverra Colorado, politólogo (egresado de la UdeA) y actualmente estudiante de la maestría en Ciencia Política UdeA

«... el crecimiento y consolidación de la izquierda entre los ciclos electorales de 2018 (donde Petro ingresó a la segunda vuelta) y 2022, se encuentra atado a los beneficios derivados del Acuerdo de Paz, no necesariamente de su implementación, pues el gobierno Duque se ha empeñado en “hacer trizas la paz”, pero sí en la apertura de nuevos espacios de socialización...»

El ciclo electoral del año 2022 -elecciones legislativas y elecciones presidenciales- será estudiado como el momentum político que consolidó la mayor transformación y articulación electoral de la izquierda colombiana en toda su historia. En efecto, en las elecciones para Cámara de Representantes y Senado de la República, la coalición multisectorial y multipartidista del Pacto Histórico alcanzó 2.549.276 y 2.800.730 votos respectivamente. Estos resultados le permitieron convertirse en la primera fuerza política en el Congreso al sumar 48 congresistas.

Sin duda, es un gran salto adelante, pues en las elecciones legislativas del año 2018 y con Gustavo Petro como candidato presidencial avalado por el movimiento Colombia Humana, la sumatoria entre los resultados de la coalición Lista de la Decencia (coalición partidista que impulsó la segunda aspiración presidencial de Petro) y el Polo Democrático Alternativo solo llegó a 1.255.629 votos y agregó a diez senadores.

Por otro lado, la izquierda no integrada a las listas cerradas del Pacto Histórico también alcanzó importantes resultados; entre ellos: las curules concernientes a los pueblos étnicos; los diez curules -cinco en Cámara y cinco en Senado- otorgadas en virtud del Acuerdo de Paz al partido Comunes -surgido de la reincorporación política de la extinta guerrilla de las FARC-EP-; así como nueve de los dieciséis representantes a la Cámara electos mediante proceso electoral especial en las Circunscripciones Transitorias Especiales para la Paz. 

De esta forma, el balance general se fija en que la izquierda colombiana salió de su característica inmovilidad electoral (asociada a su dependencia a sectores sindicales, campesinos y estudiantiles) y alcanzó una movilidad electoral al interior de una base social  más extendida que le permitió propiciar un leve “giro parlamentario ”; logrando, sobre 296 congresistas electos, el 24% de la representación en el capitolio (esta representación se incrementa al 34% cuando se suman los treinta congresistas electos por la Coalición Centro-Esperanza).

Ese leve giro parlamentario a la izquierda -categoría poco estudiada en la literatura académica latinoamericana y sin incidencia en los estudios sobre el Congreso colombiano- es comprendido como la demanda en el ideario de las fuerzas partidistas en disputa por un rol más activo del Estado en cuestiones como las políticas de igualdad, salud, educación y pensiones (Hernández & Bohigues, 2019)

No obstante, las fuerzas de la centro- derecha, agrupadas en torno a los partidos históricos (Liberal y Conservador), sus satélites (Cambio Radical y el partido de la U-), los partidos cristianos (Movimiento Independiente de Renovación Absoluta -MIRA- y Colombia Justa Libre) y el uribismo (partido Centro Democrático), obtuvieron las mayorías relativas tanto en la Cámara como en el Senado, pues con 174 congresistas electos, alcanzaron el 59% de la representación en el capitolio. 

Desde esta perspectiva, el presidente Gustavo Petro deberá diseñar un modelo de gobernabilidad que le permita crecer más allá de la centro -izquierda y agregar, en la medida de lo posible y bajo criterios de afinidad programática, a sectores de la centro-derecha o representativos de la derecha tradicional, especialmente en el partido Liberal, la U y segmentos de Cambio Radical. 

Una izquierda en transformación

Ahora bien, en la valoración de los recientes resultados de la izquierda se cruzan diferentes variables de análisis.

Por un lado, son muestra de un progresivo proceso de transformación y actualización en los enraizamientos que expresan la existencia de comunidades imaginadas; para ello, influyó, como un acumulado social de largo aliento, los agendamientos ciudadanos que alentaron el estallido social que derivó en el Paro Nacional del año 2021. Eso explicaría porque las votaciones por las listas del Pacto Histórico fueron altas en los territorios donde se registraron las principales concentraciones en el marco del Paro Nacional.

Por otro lado, evidencian la madurez de una estrategia multisectorial y multipartidista favorable a una izquierda con vocación de poder y no estrictamente reducida al ejercicio de la oposición. De ahí que la aspiración presidencial de Gustavo Petro -como el principal orientador del programa del Pacto Histórico y quien afirma "no ser de izquierda"- se haya convertido en un leitmotiv cohesionador y unificador en el conjunto de la izquierda. 

El antecedente del Polo Democrático

La primera gran transformación de la izquierda colombiana en el periodo posconstituyente se registró en el 2005 y derivó en la creación del Polo Democrático Alternativo -PDA- (Guerra, 2020). El PDA se convirtió en el factor unificador de la izquierda alrededor de una propuesta partidista; sintetizando, desde una base programática, un proceso de consenso e integración multipartidista condicionado por la necesidad de la superación de un umbral electoral -fijado en el 2% de la votación en la elección al Senado- tras la entrada en vigencia de la reforma política de 2003 (Acto legislativo 01 de 2003).

Así las cosas, entre 2005 y 2006 diferentes fuerzas políticas (Tabla #1) -incluyendo el movimiento Vía Alterna orientado por el entonces representante a la Cámara Gustavo Petro y el senador Antonio Navarro Wolf - convergieron en la creación del PDA. Un proceso que se surtió en medio de la consolidación del “giro a la izquierda” en el poder Ejecutivo de Brasil, Bolivia y Ecuador.

Tabla #1 Partidos que convergieron en la creación del PDA

Partido político con personería jurídica Representante
   
Polo Democrático Independiente -PDI- Jaime Dussán
Alternativa Democrática -AD- Carlos Gaviria
Alianza Nacional Popular -ANAPO- Samuel Moreno
Vía Alterna Antonio Navarro - Petro
Frente de Esperanza Jesús Amorocho
Partido Comunista -PC- ------------
Unión Patriótica ------------


Con Información tomada de La Izquierda legal y reformista en Colombia después de la Constitución de 1991 (Guerra, 2020)

Sin embargo, ese giro a la izquierda que se propició en varios países del vecindario no tuvo gran repercusión en la disputa por el poder en el país; es más, según el investigador Mauricio Archila, “Colombia aparece como una excepción no solo por el autoritarismo de derecha, encarnado en el prolongado régimen de Álvaro Uribe Vélez, sino asimismo por el creciente alineamiento que este mandatario tuvo con el gobierno de George W. Bush y que provocó marcadas tensiones con los países vecinos” (Archilla, 2015).

El PDA nunca se convirtió en una fuerza con la capacidad de disputarle el poder al establishment político y económico estructuralmente integrado a los partidos tradicionales, y aunque participó con candidatos presidenciales propios en los ciclos electorales de 2006 -con el exmagistrado Carlos Gaviria-; 2010 -con Gustavo Petro; y 2014 -con Clara López- los resultados fueron decrecientes y sintomáticos de la hegemonía política de la derecha tradicional y el proyecto uribista; eso sí, el PDA se convirtió en la principal fuerza de oposición al segundo gobierno de Álvaro Uribe Vélez (2006-2010) y al primero de Juan Manuel Santos (2010-2014).

La creación de la coalición del Pacto Histórico

La creación de la coalición del Pacto Histórico se remonta al 19 de julio de 2020 con la publicación de la columna ¿Un pacto histórico? a partir de esa columna Gustavo Petro planteó las bases programáticas de su tercera aspiración presidencial. Así, el Pacto Histórico como estrategia política inició un proceso de agregación que no se configuró como un modelo multipartidista reducido a la base social de la izquierda tradicional -como sí se dio en la creación del PDA entre 2005 y 2006-, sino que buscó extender su ideario más allá de la izquierda y agrupar en una plataforma nacional a un amplio conjunto de partidos con personería jurídica; movimientos sociales y ambientales; tendencias políticas (algunas de corte socialdemócrata); movimientos étnicos; y organizaciones políticas locales.

En ese sentido, el Pacto Histórico se concibió como una expresión de reagrupamiento entre la izquierda social y política, siendo un proceso similar al empleado en la creación del Frente Amplio; es decir, a la plataforma multipartidista critica al neoliberalismo que irrumpió en el sistema político chileno como tercera fuerza política y como expresión de partidos y movimientos marxistas, socialdemócratas y liberales, alcanzando en las elecciones generales de 2017, tras una importante campaña de posicionamiento, un total de 20 diputados, 1 senador y el 20 % de los votos en la primera vuelta presidencial (Manzano, 2017).

Desde una dimensión táctica y estratégica, la coalición del Pacto Histórico se diseñó como un movimiento de movimientos

Sin duda, el Pacto Histórico es una representación de aquel “sancocho nacional” propuesto por Jaime Bateman, el líder fundador de la guerrilla nacionalista del M-19, iniciando la década de los años ochenta. Y no es la primera vez que el “sancocho nacional” emerge como un metarrelato comparativo en la transformación de la izquierda democrática. Así lo consideró Antonio Navarro Wolf en la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente el 3 de febrero de 1991 y así lo volvería a considerar catorce años después cuando el PDI y AD se fusionaron para crear el PDA (Guerra, 2020).

La conformación del Pacto Histórico como una coalición multisectorial y multipartidista se caracterizó por la agregación de un conjunto de emprendimientos políticos nacionales y subnacionales; organizaciones sociales de base; y partidos políticos con personería jurídica -con representación en el Congreso de República-; así, el Pacto Histórico emergió, entre julio de 2020 y diciembre de 2021, como la articulación estratégica de la gran mayoría de agendamientos socioculturales característicos de la centro-izquierda colombiana (con la excepción de la Coalición Centro Esperanza).

A continuación, se presentan los sectores políticos y sociales que convergieron en la creación de la coalición del Pacto Histórico (integrados en las listas a Cámara y Senado).

Tabla #2 - Sectores políticos y sociales que convergieron en la creación de la coalición del Pacto Histórico

Colombia Humana -CH-
Unión Patriótica -UP-
Movimiento Alternativo Indígena y Social -MAIS-
Polo Democrático Alternativo -PDA-
Partido Comunista de Colombia -PCC-
Partido del Trabajo de Colombia -PTC-
Alianza Democrática Amplia -ADA-
Autoridades Indígenas de Colombia -AICO-
Todos Somos Colombia 
Poder Ciudadano
Movimiento Independientes
Movimiento por el Agua y la Vida -Ríos Vivos- 
Movimiento por la Defensa de los Derechos del Pueblo -MODEP-


Con Información de entrevistas y revisión en fuente primaria

Además, el Pacto Histórico como plataforma de apoyo a la aspiración presidencial de Gustavo Petro -no solo en la estrategia al Congreso- sumó adhesiones en tendencias del partido Liberal, la Alianza Verde, el Movimiento Fuerza Ciudadana, el Movimiento Político Estamos Listas y el partido Comunes.

La izquierda en tiempos de posacuerdo

Un aspecto relevante en el reciente reagrupamiento estratégico de la izquierda se relaciona con la etapa de posacuerdo -o posconflicto- En efecto, tras concluido el proceso de paz entre el gobierno Santos y la guerrilla de las FARC-EP en octubre de 2016, la expresión más radical, anacrónica y violenta de izquierda se desactivó -persiste todavía en la guerrilla del ELN, pero su carácter federalizado le resta incidencia en el orden nacional-, permitiendo una progresiva oxigenación en el sistema político, así como la modernización de las agendas programáticas, históricamente reducidas a la salida negociada del conflicto armado.

Ahora, la extinta guerrilla de las FARC-EP concurre en el sistema político como el partido Comunes (entre 2017 y 2019 se llamó Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común), una fuerza electoral minoritaria y poco representativa (sin capacidad de enraizamiento).

Sin embargo, el crecimiento y consolidación de la izquierda entre los ciclos electorales de 2018 (donde Petro ingresó a la segunda vuelta) y 2022, se encuentra atado a los beneficios derivados del Acuerdo de Paz, no necesariamente de su implementación, pues el gobierno Duque se ha empeñado en “hacer trizas la paz”, pero sí en la apertura de nuevos espacios de socialización en una esfera pública no condicionada por la existencia del conflicto armado, circunstancia que le ha permitido a la coalición del Pacto Histórico posicionar temas relacionados con la transición energética, el cambio climático y las reformas sociales necesarias para reducir los niveles de desigualdad.
______________________

Bibliografía

Archila, M. & Cote, Jorge. Historia de las izquierdas colombianas entre 1958 y 2010. Tempo e Argumento, Florianópolis, v. 7, n.16, p. 81 ‐ 107. set./dez. 2015.  

Guerra, J. (2020). La izquierda legal y reformista en Colombia después de la Constitución de 1991. Editorial Universidad de Antioquia.

Hernández & Bohigues. (2019). El giro a la izquierda en los parlamentos latinoamericanos. ¿Cuándo y cómo se dio?. En Polít. gob vol.26 no.1 Ciudad de México ene./jun. 2019  Epub 26-Jun-2020

Manzano, D. (2017). El frente amplio chileno: una interpretación posmarxista. En Revista Divergencia: N° 9 / Año 6 Julio - Diciembre 2017


Notas:

1. Este es el espacio de opinión del Portal Universitario, destinado a columnistas que voluntariamente expresan sus posturas sobre temáticas elegidas por ellos mismos. Las opiniones aquí expresadas pertenecen exclusivamente a los autores y no reflejan una opinión o posición institucional de la Universidad de Antioquia.

2. Si desea participar en este espacio, envíe sus opiniones y/o reflexiones sobre cualquier tema de actualidad al correo mediosdigitales@udea.edu.co con el asunto «Columna de opinión: Título de la columna». Ver criterios institucionales para publicación.

 

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