Cultura

Fotos: cortesía Zafarrancho 

Los integrantes de Zafarrancho dicen que su música suena a trova, parranda y fiesta tropical, mezclada con rock, ska, raggamuffin y rap. Esos sonidos son los que llevarán a Estados Unidos desde el 25 de junio en su primera gira internacional, que se titula como su primer álbum, Parranda Muffin. 

“Zafarrancho es el encuentro de siete jóvenes que quisieron buscar un sonido particular, mezclar el baile y las letras sociales”, así lo define David Gómez, su director y uno de los vocalistas.

Los conciertos empezarán en Nueva York como parte del Festival de las Flores y culminarán el 26 de julio en Pittsburgh, Pensilvania.

Sus músicos son en su mayoría egresados y estudiantes de la Universidad de Antioquia. Jhonathan Tapias Vásquez, el pianista, es historiador y estudiante de maestría en Literatura de la Universidad; Johan Tapias Vásquez, el bajista, es licenciado en Educación Física; Daniel Rosas, en el trombón, estudia Ingeniería de Materiales; Yaderis Ulises Cortés, Ciencia Política y David Alexander Gómez es egresado de Derecho. Solo dos estudian en otras instituciones: Juan Pablo García, en la Universidad de Medellín y Samir López, en el Politécnico Jaime Isaza Cadavid. 

Todos se aproximaron por primera vez a la música en la niñez mientras cantaban en la Parroquia Nuestra Señora el Sufragio de Boston, comuna 10 de Medellín. “Aunque no tenemos una formación de conservatorio sí ha sido con profesores particulares, siendo autodidactas, ensayando mucho, hemos sido muy disciplinados al punto que Zafarrancho ha sido nuestra prioridad de vida”, menciona David. 

En un mes de diciembre y en el barrio nació la idea de hacer música parrandera “en serio”. Ahí comenzó todo y cinco años después pueden contar que han llegado a escenarios de ciudad como la Fiesta de la Música, a presentarse en varias ciudades del país y sobre todo en las fiestas de más de 60 pueblos antioqueños. Han compartido escenario con Maelo Ruiz, Checo Acosta, ChocQuibTown y otros artistas. Además, ganaron en 2015 la beca de la Alcaldía a la creación como sello discográfico independiente. “Estos cinco años han sido de sueños y noticias mágicas. Es el premio al trabajo porque nos las hemos jugado muy en serio. Más allá de que esto es una pasión, un grupo musical que busca un ensayadero es una empresa con una proyección muy seria y eso nos ha dado frutos”, afirma el director del grupo.

El disco Parranda Muffin lo lanzaron hace un poco más de un mes y está disponible en todas las plataformas digitales: “trae canciones como la Cumbia del estudiante, que fue nuestro primer sencillo, una canción dedicada a la educación, a la reivindicación de la figura del estudiante. En total son 10 temas que trae este disco y es el resumen del trabajo de la banda durante estos cinco años”, afirma David.

Aunque han logrado darse a conocer hay algo que aún los entristece y es saber que en muchos escenarios aún no es muy valorado el músico: “es creer que solo nos queremos mostrar entonces nunca hay recursos o nos ofrecen comida y trago. Nos hemos puesto en esa tarea de profesionalizar nuestro arte y llevarlo con mucha dignidad”. 

Durante su vida universitaria también buscaron apoyo de la Institución y lo encontraron en Tejiendo Redes, un programa de proyección con el que cuenta Bienestar Universitario del que aún hacen parte. “Seguimos de la mano de Bienestar que nos ha permitido llegar a muchas regiones donde la gente no conocía nuestra música, Santa Fe de Antioquia, qué decir del Bajo Cauca donde fuimos una vez a un concierto y al otro año ya teníamos club de fans, eso es muy bonito. Zafarrancho es de la Universidad de Antioquia y de hecho nuestra gira tiene recursos de la Universidad, a través de Bienestar, Relaciones Internacionales, la Dirección de Posgrados; nosotros somos de esta casa y estamos felices de que eso siga pasando”.

Ya están preparando su segundo disco y concretando fechas para la segunda gira. “Estamos labrando otra gira internacional porque tenemos una invitación para Francia en 2017 y para presentarnos en siete ciudades de Canadá. Entonces desde ya estamos organizando todo porque hay Zafarrancho para rato”.

Los sueños se han hecho realidad gracias a la música que “es para vivir y ser felices. Subirse a un escenario y poder tocar nuestras canciones, eso no nos lo da ningún otro espacio y por eso es que queremos toda la vida seguir haciendo esto; este es el lugar donde verdaderamente somos”.